Reyes: “México, Then & Now”.

El día inaugural de la Exposición, observaba pausadamente una y otra vez las diferentes fotografías que la conforman. Curiosa, mi hija de ocho años me preguntó: Mamá, ¿Por qué te gusta tanto mirar estas fotos?. A lo que sencillamente respondí: “Porque todas ellas son bonitas”. Pero la respuesta encierra mucho más. En esta Exposición, tuvimos la oportunidad de recorrer cronológicamente al México de inicios de 1900 a la actualidad, en sus diferentes épocas y acontecimientos sociales. Fue entrelazar la historia y ser testigos de la evolución social que dio pauta a formar la gran Nación que hoy tenemos. Una foto en particular me llamó la atención. Los recios y gallardos revolucionarios montando a caballo, portando su inconfundible sombrero ancho, mostrando orgullosos sus carrilleras y enfundando sus armas, mientras a su lado, están acompañados por las valientes “Adelitas” o las bravías “Soldaderas”. Recordé las estrechas y empolvadas calles delineadas por paredes de adobe y caminando en estas humildes personas con sus modestas vestimentas, en aquel tradicional poblado que lleva por nombre Ejido San Miguel, Municipio de Matamoros, Coahuila, lugar de nacimiento de mis padres; ese bello lugar que año tras año visitábamos durante las vacaciones de verano y al cual aprendimos a amar, al que conocimos por las historias y anécdotas que nos narraban día a día durante nuestra niñez y juventud, pueblo sencillo donde inició nuestra historia como familia. Gracias a esta foto fue que descubrí el encanto de esta Exposición. Al ver esos rostros, esos lugares, esos acontecimientos, me pregunté a mi misma: ¿Qué es la historia y qué es el presente sin sus protagonistas?. La Revolución Mexicana fue una etapa histórica muy importante para el desarrollo y progreso de México. Observar estar bellas fotos en blanco y negro, es viajar en el tiempo, es cerrar una brecha y regresar a la época de la Revolución Mexicana, y con ello, poder conocer sus enigmáticos personajes, sentirlos cerca, imaginar sus voces, interpretar sus expresiones faciales, pero es más que eso, es percibir esa energía e iniciativa que los impulsó a tomar una causa como suya, a luchar por sus ideales y brindar así prosperidad a toda una Nación. Gente valiente, grandes pensadores políticos con ideas progresistas, así mismo, lideres militares y caudillos revolucionarios que lideraron batallas, sin olvidar a su gente humilde, ejércitos de campesinos que tomaron las armas en busca de un futuro mejor para sus familias, lejos del hambre y la pobreza, donde la opresión de la Dictadura les brindó el valor suficiente para salir a luchar por un México libre y próspero. El mismo sentimiento me embarga al observar las fotografías del México de hoy. Es la percepción de cómo vemos y sentimos al México actual. Al ver estas imágenes, cuántos de nosotros hemos sentido erizar nuestra piel, nos hace sentir orgullosos de ser mexicanos, provoca que sea inevitable expresar en sentidas pero entusiastas palabras y hasta con lágrimas en los ojos, cuánto amamos, respetamos, recordamos y añoramos a México. La magia de México es tan grande que cautiva y enamora. Es maravilloso tener la experiencia de conocer en esta Exposición, gente linda y entusiasta que a pesar de tener una nacionalidad diferente, ama a México de tal manera que lo han hecho suyo, que lo llevan en su corazón y hoy forma parte de sus vidas. México es su gente. Gente entusiasta, alegre, que ríe, que baila. Gente trabajadora que busca progreso. México es cultura, es arte, es color. Somos familia con valores y tradiciones. Somos pasión y entrega. Pueblo creativo que con sus manos elabora obras de arte que podemos palpar en sus artesanías, en sus pinturas, en sus vestimentas, en su música, sus danzas y folclor. Voces y cantos que cautivan. Olores y sabores que sorprenden en cada una de sus deliciosas comidas. México, pueblo de fe que venera y respeta. Hoy puedo dar respuesta al porque me gusta ver una y otra vez estas fotografías. Porque en ellas veo el pasado, veo el presente, veo mi patria, veo a su gente con sus tristezas y frustraciones pero también con su alegría, jubilo y regocijo, veo todas y cada una de las maravillas que nos reconocen e identifican… y orgullosamente puedo exclamar, que este es México, NUESTRO MEXICO !!!.