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LOS DIEZ - 10: El efecto Instagram: Cómo la psicología de la envidia impulsa el consumismo

LOS DIEZ - 10: El efecto Instagram: Cómo la psicología de la envidia impulsa el consumismo


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Nota del Editor: Este artículo es parte de "Los Diez hoy/The Ten Today", una serie que examina los Diez Mandamientos en la sociedad moderna. Esta historia explora el décimo mandamiento: "No codiciarás".Es difícil decir cuántas horas a la semana Erin Wilson gasta en medios de comunicación social. Ella está en Twitter, Facebook y un puñado de aplicaciones de citas en línea, pero su favorito es la red social para compartir fotos, la aplicación Instagram.

Wilson, actriz de teatro y cantante profesional, lleva lo que parece una vida glamorosa que viaja con los espectáculos de Broadway como "Wicked" y "Sister Act". Ella tiene dos cuentas de Instagram: una cuenta personal que documenta su vida cotidiana, de como vive o actúa en la ciudad de Nueva York, y una que narra sus salidas para compras de objetos de la casa. La segunda, que se conoce como 'homegoodsobsessed' en Instagram, tiene 4.000 seguidores. Ella está en el proceso de lanzamiento de una tercera cuenta, "prettyeasyco", para cuidado del cabello y maquillaje.

Wilson es una usuaria experta en redes sociales, pero ella es una consumidora, también. Acaba de comprar, por ejemplo, un traje de baño, de última moda, de ganchillo, que ella vio en Nordstrom.com. No era la comercialización por lo que lo compró, sino que estaba viendo la imagen, una y otra vez, en Pinterest e Instagram.

"Tú lo ve una vez y piensas, 'eso es lindo'. Lo ves varias veces, y en personas cuyas vidas lucen deseables, te pone en la mente 'tengo que tener eso'", dijo Wilson. Hay un término para ésto. Los psicólogos sociales, periodistas y usuarios de medios sociales le llaman 'envidia del estilo de vida', o 'envidia Instagram'.

Los usuarios de teléfonos inteligentes están bien familiarizados con el signo que lo revela: la punzada te da cuando ves los mensajes de un amigo con fotos de su ostentosas vacaciones en Estambul, o cuando la actriz Mindy Kaling cuelga una instantánea con su nuevo par de zapatos de tacón de Christian Loubouotain.

La envidia ha sido, durante mucho tiempo, una preocupación de la civilización, que se menciona en los Diez Mandamientos, los Siete Pecados Capitales y un sin número de otras obras hasta la América actual, en el que la nueva interacción, la envidia en las redes sociales, está impulsando el consumismo de nuevas maneras.

De acuerdo con un estudio en Nueva York, de la empresa de comunicaciones de marketing JWT, la fama y la fortuna están actualmente reemplazando la fe y la familia como el núcleo del sueño americano. Dos tercios de los americanos dijeron en el estudio que las nociones tradicionales de la vida ideal, la comunidad, la fe religiosa, y los valores de la clase media, han cambiado.

"Cada vez más los americanos ven la capacidad de gastar, ya sea mediante la acumulación de la riqueza o el acceso al crédito, como un componente del sueño americano", indica el estudio. Además, el 58 por ciento de los encuestados dijeron que, personalmente, "hacerse rico" es la clave del sueño americano. También el 54 por ciento dijo que "el reconocimiento y el status social" es parte del mismo, y muy importante para la gente de hoy.

Una cuarta parte dijo que una gran parte del sueño para ellos es "hacerse famoso". Ideales tradicionales de la buena vida como "casarse" y "asistir a los servicios religiosos" tienen más probabilidades de ser categorizado como parte de una definición más allá del sueño americano que como parte del mismo.

Solo Instagram, que se convirtió en un fenómeno en las redes sociales, permitiendo a la gente transformar las fotografías más normales en imágenes de revista, utilizando filtros sofisticados, y luego compartirlas con los demás, creció el año pasado de 80 a 150 millones de usuarios en todo el mundo. ¿Los americanos son cada vez más codiciosos, manteniendo actualizado su perfil con publicaciones perfectamente filtradas?

Presión de los pares

"Las personas se inspiran al compararse con sus amigos a través de las redes sociales, y es por eso que se sienten un poco elevados cuando ven la imagen de un amigo triunfar al cruzar una línea de meta, los gemelos un compañero de trabajo abrazándose felizmente. Pero la gente también se vuelven hiper-consciente de los logros y éxitos de esos compañeros", dijo Ann Mack, directora de Trendspotting en JWT Worldwide. Por lo tanto, esta es una espada de doble filo en las redes sociales.

"La publicidad tradicional está perdiendo algo de su poder sobre los consumidores, y en su lugar la gente se miran uno al otro en busca de tendencias y opiniones. Si usted piensa que hace unos 100 años, la gente iba al baile de la ciudad, para ver lo que los vecinos estaban haciendo. Esta comparación de nuestro alrededor ha existido siempre. Pero ahora usted puede hacerlo a una escala extrema. Puede compararse con miles de personas", dijo Wilson.

Y no es sólo las celebridades, las personas a las que comparas, de unos a otros también. No sólo eso, sino que Twitter y Facebook han derribado el muro que separaba a actores, músicos y atletas del resto del mundo. Ahora cualquiera puede ver aún más de cerca el estilo de vida de los ricos y famosos. Algunas veces, las redes sociales nublan las líneas entre amigos y estrellas, porque la gente es capaz de hablar de su vida como si fueran celebridades.

"Instagram hace que las vidas de nuestros amigos parezcan glamorosas, pero casi alcanzables. Si Beyonce tiene algo es una cosa, pero si un amigo la tiene, está al alcance, o se siente como si lo estuviera,“ comenta Wilson. "Instagram hace la vida de nuestros amigos con un aspecto glamuroso, pero casi alcanzable Si Beyonce tiene algo, eso es una cosa, pero si un amigo lo hace, está casi a su alcance, o se siente como si debiera ser", dijo Wilson.

El término para este tipo de comparación es "privación relativa", un término sociológico que se refiere a la insatisfacción que la gente siente cuando comparan su cumpleaños de 3 años de edad, vestido de Buzz Lightyear, por ejemplo, a la fiesta de su amigo con invitaciones por carta impresa, bizcochos caseros, bolsas de zumo personalizadas y todo capturados por un fotógrafo profesional.

No importa que estos son problemas de la clase media. La gente compara sus posiciones a los demás y se quejan de tener menos, comenta Mack. "Las redes sociales nos está acercando a los niveles más altos pero al mismo tiempo nos llevan de vuelta a la realidad".

Susan T. Fiske, profesora de psicología social en la Universidad de Princeton y autora de "La envidia en alza, el menosprecio a la baja: De como el status nos divide", señala que los grupos envidiados incluyen a las personas de alto estatus, como empresarios ricos y ricos en general. Los estudios muestran que las personas los consideran gente competente, pero que "no de nuestro lado", y por lo tanto son "fríos y explotadores".

Fiske ha estudiado la envidia utilizando escáneres cerebrales, y en uno de sus experimentos favoritos, los sujetos ven imágenes de banqueros de inversión que se encuentran con la mala suerte (como pisar un chicle, o ser salpicado por un coche), y les hace reir. Esta maliciosa alegría (Schadenfreude, según los alemanes) activa las áreas de recompensa del cerebro", según Fiske, cuando los sujetos ven a otros envidiados reciben malos resultados.

En comparación, a compañeros de trabajo, vecinos, amigos o contactos en redes sociales, son parte de la naturaleza humana, dijo Fiske. La gente necesita saber cuál es su posición en la jerarquía social, y la mejor manera de hacerlo es mediante rebuscar en la información de sus compañeros.

"Tradicionalmente, la envidia ha jugado un papel diferente en la cultura americana, a causa del sueño americano y la idea de que todo el mundo tiene igual oportunidad de éxito y oportunidad, Si trabajas lo suficientemente duro y mantiene tu nariz limpia, avanzarás. Eso es parte de nuestra cultura americana", dijo Fiske, pero debido a su investigación, ahora piensa que las actitudes acerca de la envidia pueden estar cambiando en los EE.UU.

"A todos nos gusta pensar que es de clase media pero, simplemente, no es verdad hoy", dijo. De hecho, alrededor de un tercio de las personas suben de clase social en su vida, mientras que una tercera se estancan, y un tercio se mueven hacia abajo. Los americanos están tomando conciencia de la desigualdad social, y puede despertarse la envidia", dijo Fiske.

"Hasta la ocupación de 'Wall Street', tuvimos tendencia a negar las clases sociales, sólo los sociólogos lo reconocían", dijo Fiske. "Ahora la gente se da cuenta que la clase media se está reduciendo y (su) parte de la riqueza se está reduciendo."

Alejarse de la comparación dolorosa

Marcia Reynolds tenía una necesidad compulsiva de una casa más grande. Ella se mudó una y otra vez, pero lo reconoce ahora, a pesar de haber vivido en un gran número de hogares. Reynolds descubrió que es víctima de la envidia, como cualquier otra persona, a pesar de que ella es una experta en el tema. Ella es una psicóloga y autora de "Sé más inteligente que tu cerebro", y ha explorado el tema de los celos y la competencia.

"Es increíble, a nivel mundial, la noción de la necesidad de tener lo mejor. Destruirá tu salud económica, a menos que tengas una entrada de dinero sin fin. Porque, psicológicamente, para ti siempre habrá alguien que tenga más y se vea mejor. Así que ¿cuando termina eso?, dijo Reynolds.

"Si yo estoy diciendo, 'tengo que tener eso', o "¿Por qué la gente tiene eso y yo no," entonces, por otro lado, significa que si no lo tengo es que no soy lo suficientemente bueno. Empezamos a devaluarnos a nosotros mismos en el proceso", dijo Reynolds.

Andrea Mouritsen es un blogger convertido Instagrammer. A ella le encanta el rápido éxito de la retroalimentación, y mantenerse en contacto con amigos y familiares. Lo que ella no ama es el consumismo, especialmente "el blog botín", o las cosas gratis que los bloggers reciben, y luego publican en las redes sociales. "Hay una foto de ellas empujando un carrito de bebé de $1,800 mientras que un fotógrafo profesional las sigue. Parece muy puesta en escena." dijo ella.

Aún así, es fácil verse afectado por eso. "De repente, me siento como mi carrito es un pedazo de porquería, y me hace sentir mal y molesta", reconoció. Ella sabe, lógicamente, que esas personas no podían permitirse esas cosas, si no lo obtienen de forma gratuita, por eso ha dejado de seguir ese tipo de retroalimentación. "He hecho clic con ese tipo de sensaciones que te dan bajones. Así que ahora me gusta encontrar cosas que son edificantes, o que me haga pensar, o me hacen feliz", dijo Andrea.

Verificación de la realidad

Parte del atractivo de la imagen de Instagram es que se pretende representar la vida "real" de una persona. Wilson, quien ingeniosamente retoca sus propias fotos, tiene que recordarse a sí misma que todo es un montaje. Ofrece una imagen de Instagram que ella acaba de publicar en su teléfono. Es una foto de la mitad de su rostro; sus ojos se alinean en negro, las cejas arqueadas y sus labios pop en un perfecto rojo de estrella de cine.

"Tras la edición, este es el resultado. ¿Podría vender este lápiz labial rojo a alguien? Sí. ¿Es legítimo y auténtico al ciento por ciento como parece? No. Se retocó. Es un ideal. Le estás dando algo a alguien a lo que aspirar. Eso es una venta inmediata", comenta.

La aparente facilidad con que las personas pueden adquirir belleza, una casa perfectamente decorada, o incluso la fama y el éxito, desestabiliza, dijo Jean Twenge, autora de "Generacion Yo" y profesora de psicología. Se dio cuenta que los jóvenes de veintitantos, en sus clases de licenciatura, fueron inundados con mensajes sobre la autoestima. "Los jóvenes en particular, crecieron con la idea de que gente como Justin Bieber, se hacen famosos en YouTube, y hay una sensación de que cualquiera puede ser famoso al instante".

"Hay que modificar esa frase: 'Puedes ser lo que quieras ser', por: 'Puedes ser lo que quieras ser, siempre y cuando tu tengas el talento, trabajes muy duro, y tengas un poco de suerte en el camino'. No es tan sustancial, pero es mucho más precisa", dijo Twenge.

Por el lado positivo, el pensamiento aspiracional ayuda a contrarrestar las realidades económicas desalentadoras que enfrentan los jóvenes, dijo Mack. Tienen una mentalidad emprendedora facilitado por la tecnología. YouTube y Twitter propagan ideas originales y creativas de forma rápida, y si una persona tiene una buena idea de negocio, él o ella puede obtener la financiación en Kickstarter.

Wilson convirtió sus hábitos de compra en Internet en una idea de negocio. Ella acababa de llegar de una mala ruptura, y quería amueblar su apartamento. Buscaba sitios de venta de artículos para el hogar diariamente, pero hubo un momento en que tuvo que detenerse. "Me dije a mí misma: 'Tienes suficiente, terminaste, ya no lo necesitas... Esto se está convirtiendo en obsesivo".

Comprendió que podía utilizar el impulso comercial para describir los productos que le gustaban en Instagram y compartirlos con otras personas. No sólo su página es la que describe los descuentos y productos en venta, es popular entre los otros posibles compradores, pero satisface ese deseo de adquisición: "No lo pienso como codicia, pero supongo que eso es lo que es" reconoció ella.

"Pero realmente nadie tiene para comprar todo lo que se te antoja. La mayor parte de la diversión es ver las cosas. La mitad del tiempo, se lo pasa devolviendo cosas que compró. Ahora su retroalimentación en Instagram le permite "coleccionar" cosas que ella quiere, sin necesidad de abrir su billetera.

Piensa que es como un servicio, no como objetos para alimentar la envidia por cosas inalcanzables y bellas. "Mirar cosas bonitas en Internet no tiene porqué ser algo malo. Puede ser una inspiración para ti", dice.

Del mismo modo, Fiske dice que "las emociones como la envidia y el menosprecio son respuestas flexibles y evolucionadas, pero la gente puede controlarlas. Si un compañero gana un premio, algunos pueden interpretarlos como algo malo para ellos, o puede interpretarlos como algo bueno para el grupo".

Tiene la esperanza de que la envidia puede ser usada para el bien, si la gente adopta una postura de "envidia sana"; o que se inspira en el ejemplo de alguien: "Las comparaciones se convierten en un problema cuando nos olvidamos de que estamos todos juntos en ésto", dijo Fiske. Email: laneanderson@deseretnews.com

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Lane Anderson

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