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Corren la milla extra para educarse

Corren la milla extra para educarse


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Son las 6:45 de la mañana, del lunes 25 de junio, 2012 y Patricia Aguilar y su hija Natasha, de tan solo 14 años, se encuentran en la estación del FrontRunner en Layton, para tomar el tren e iniciar una jornada que cambiará el rumbo de la vida de su hija. Es la primera vez que Natasha sale sola y no es nada fácil para sus padres dejarla ir, sin embargo, entienden que ellos tienen que darle la fortaleza que ella necesita y la seguridad que todo saldrá bien en su travesía por el Valle, desde Layton hasta Orem, para asistir a la Utah Valley University (UVU). "Me quedé con el corazón en la mano, viéndola partir, pero sabía que era para su propio bienestar y para su futuro", comenta con lágrimas en sus ojos Patricia. Una cosa estaba muy clara para los padres de Natasha, aunque su hija tenga grandes deseos y metas, si no tiene su apoyo, sería casi imposible para ella lograr sus sueños. Lo mismo sucedió en la vida de más de 200 jovencitos que participaron en el programa de Summer Bridge en UVU, sin el soporte de sus padres, no podrían lograr sus metas y alcanzar sus objetivos. Hecho que quedó documentado el jueves, 9 de agosto, durante la ceremonia de clausura del curso, en donde en cada mesa se podía apreciar a los orgullosos padres y familiares unidos, para festejar el logro de sus hijos. Lágrimas de felicidad corrieron por sus mejillas, al ver a sus hijos recibir el diploma, al culminar con gran éxito el gran paso que habían tomado sus hijos. Abrazos mostrando su aprecio y regocijo se vieron en todos los rincones, y más que todo, reinó una gran fuerza que emanaba, tanto de los padres como de sus hijos al ver y sentir que hay un mejor futuro para todos, si se logra una educación superior. "Estamos felices, porque este es el inicio de todo un futuro para nuestra hija y es el cumplimiento de nuestro sueño que ella se pueda educar, para que pueda tener un mejor futuro", comentan Reina y Luis Miguel Cruz, padres de Sulema Adriana Cruz, quien cursó los créditos de Latinos Educators for the Future. La revelación de la noche fue Janelli Delgadillo, de 16 años y quien el año pasado participó en el programa de Quinceañeras. Fue seleccionada para que representara su clase y en perfecto inglés y español se dirigió a los asistentes, recalcando que estas clases le habían dado poder, fortuna y fama. Poder, al obtener más conocimiento; fortuna, al prepararse mejor para obtener mejores trabajos y un mejor futuro y fama, porque pudo extender su círculo de amigos. El año pasado, ella escasamente manejaba el español y en su discurso en los dos idiomas mostró su orgullo por sus raíces, y que cuando se lo propone, se pueden lograr grandes cosas. Summer bridge Mientras que la gran mayoría de los estudiantes de secundaria se encuentran disfrutando de sus vacaciones de verano, un grupo de jovencitos, entre los 14 y 18 años, comparten este tiempo en las aulas de clase de la UVU con libros y maestros. Pero aún, dentro de este grupo tan selecto, hay también otro grupo que se ha caracterizado por la madurez con que ha aceptado el reto y las condiciones, bajo las cuales ha tenido que desenvolverse. Se trata de las jovencitas que están participando en el programa de Quinceañeras, Princesas Hoy-Líderes mañana. Cada una de estas jovencitas se ha caracterizado por su tenacidad y deseo de lograr grandes cosas, para tener un mejor futuro tanto para ellas como para sus familias. Son niñas que actúan y piensan con grandes expectativas, y que harían lo que fuera con tal de conseguir una mejor educación. Sin ir muy lejos, Natasha Aguilar, todos los días por siete semanas, se levantaba a las cinco de la mañana, para estar lista y salir con su madre antes de las 6:15 a.m. con destino a la estación del tren en Layton. Allí, comenzaba su viaje de dos horas que la llevaba a las instalaciones de la UVU. En Salt Lake hacía transbordo al Trax y en la estación de Sandy Civic se conectaba con un bus expreso, que la llevaba a las instalaciones de la Universidad. "No era nada fácil. Lo que más me costaba era levantarme a las cinco de la mañana, pero una vez que pensaba que era una gran oportunidad que tenía frente a mí, me llenaba de entusiasmo y salía contenta", relata Natasha. Dejar sus amigos de la escuela fue difícil, pero poco a poco se fue integrando a sus compañeros de clase, y pudo identificarse con ellos muy fácil, porque todos estaban haciendo casi los mismos sacrificios para cumplir con sus metas. Por ser la más jovencita de la clase, al principio le costó un poco de trabajo, porque habían otros estudiantes con un poquito más de experiencia que ella. Estaba participando en el curso de computación. "Tan pronto pasó la parte que nos mostraron todas las piezas de una computadora y comenzamos el proceso de programación, me sentí muy cómoda y pude apreciar lo que realmente quiero hacer en mi futuro", recalca Natasha. "Estoy feliz por esta gran oportunidad que se me ha dado, y valió la pena todos los sacrificios que tanto mi familia como yo hicimos por estas siete semanas". Desafío Al terminar la ceremonia de reconocimiento de los alumnos participantes del programa de Summer Bridge, el cual los hace acreedores a seis créditos universitarios, los asistentes reconocieron que la educación transforma a las personas, y les abre las puertas a un mundo lleno de oportunidades. Todos los estudiantes recibieron el siguiente desafío:

  • Mantenerse conectados con la Universidad.
  • Los que están terminando su secundaria, ponerse en contacto con los consejeros universitarios y el personal de admisión, para empezar a trabajar en su ingreso a la universidad.
  • Los más jóvenes, regresar a la escuela con mucho ánimo y regresar el próximo año.
  • Asistir a los diferentes seminarios que dicta la Universidad, en donde se explican cada uno de los programas ofrecidos.
  • Mantenerse en contacto con personas que buscan sus mismos ideales académicos.
  • Alimentar las amistades que iniciaron en el Summer Bridge.
  • Hablar con los consejeros, para inscribirse en clases universitarias durante la secundaria (concurrent enrollment).
Cursos ofrecidos: Matemáticas, Inglés, Hotelería, Ciencias Políticas, Programación, Mecánica Automotriz, Ciencias, Educación y Preparación Universitaria. 220 Estudiantes participaron en el programa 86% Eran estudiantes hispanos 6 Créditos universitarios obtuvieron los estudiantes participantes She is the Community Editor and investigative reporter for OKespañol a Spanish publication of Deseret Media. She has more than 20 years of experience writing and editing in Spanish. She focuses on education, health and immigration.

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Cecilia Skinner
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