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Ah, esa temida palabra que empieza con 'S'. Muchos le tienen miedo y tratan de evitarla a toda costa. En una relación, puede llevar a uno o a los dos de los integrantes de la pareja a pelear, o a alejarse de su vida por el temor a la molestia que suele generar. A algunas personas, el hecho de oír decir la palabra completa ya les causa una repulsión que pueden experimentar en todo el cuerpo. La palabra temida es, por supuesto, sentimientos.
Como psicoterapeuta, en mi experiencia he conocido a algunas personas que realmente parecen tener una fobia a la hora de hablar de sus sentimientos. Generalmente, quieren hablar de cualquier otra cosa menos de cómo se sienten. A veces el miedo consiste en que hablar de los sentimientos los haga subir a la superficie. Muchos quieren evitar una exhibición pública de sentimientos que son aparentemente "negativos" o que de alguna manera harán quedar mal a alguien.
A veces, el mero temor a la molestia de un sentimiento basta para que una persona quiera reprimirlo y trate de sepultarlo en las profundidades con la esperanza de que nunca vuelva a salir a la superficie. Es algo que puede funcionar por un tiempo. Sin embargo, los sentimientos tienden a volver por mucho que tratemos de librarnos de ellos.
Un importante sistema de supervivencia
Los sentimientos calificados de "negativos" tienen la mala reputación de ser muy desagradables. S, pueden ser incómodos y dolorosos. Pero lo que tienen los sentimientos es que están muy arraigados en nuestros cerebros. No desaparecen porque se supone que deben ser sentidos y seguirán volviendo hasta que hayan concluido la tarea que están destinados a hacer. Podemos ahuyentar una emoción por un tiempo, pero a la larga retornar. Es como tratar de sostener una pelota de playa bajo el agua eternamente. Durante un rato, parece fácil pero finalmente nuestros brazos se cansan y la pelota sale del agua y nos golpea de lleno en la cara. Reprimir las emociones a corto plazo puede ser más cómodo, pero a largo plazo lastima más.
Sin sentimientos, estaríamos desde el vamos en problemas como especie. Cada emoción tiene una función distinta que sirve a un propósito en la supervivencia. Por ejemplo, el miedo es un sistema de alerta que nos permite saber que quizás estemos en peligro. Nuestros ancestros de las cavernas se habrían visto en problemas si no hubieran tenido al miedo para guiarlos a la hora de saber cundo necesitaban huir o alejarse de un predador.
La ira también cumple una función importante como sistema de alerta que nos hace saber que algo no está bien. Nos da energía para actuar. La envidia es útil ya que puede ser un motivador para esforzarnos por conseguir lo que queremos y necesitamos. Hasta la tristeza, una de las emociones más reprimidas y temidas, nos ayuda a procesar sentimientos de pérdida para poder seguir adelante en la vida.
Todas y cada una de las emociones, sean agradables o no, son útiles y adaptativas de alguna manera. El problema es que en general ahuyentamos las emociones "negativas" y lo que deriva de esto es una acumulación de energía que no tiene a donde ir. Esto provoca efectos secundarios desagradables, que pueden incluir irritabilidad, ansiedad, dificultad para dormir, tensión muscular, depresión, cambios de humor, síntomas físicos inexplicables como dolores de cabeza y problemas digestivos, cuestiones de relación y comunicación y el simple hecho de sentirnos mal.
La voluntad de estar molestos
Ahora bien, si usted está leyendo esto y piensa "Qué va! No lo creo!" en realidad no lo culpo. Reconozco que, particularmente si ha adquirido habilidad para reprimir sus sentimientos, esto puede resultar doloroso al comienzo. Pero piense en todas las cosas que hacemos que son molestas. Muchos preferirían dormir por la mañana en lugar de levantarse para ir a trabajar, pero lo hacen de todos modos. Aunque no sea agradable, pueden obligarse a hacerlo porque es lo que deben hacer para salir adelante en el mundo. Es molesto a corto plazo pero gratificante en el largo plazo. Sentir los propios sentimientos es parecido, en el sentido de que el beneficio de hacerlo supera la dificultad que muchos experimentan al comienzo.
Cómo empezar
Empezar es simple, de veras. Comienza con la voluntad de empezar a sentir las emociones en forma plena. Luego, simplemente preste atención a cómo se manifiesta una emoción en su cuerpo. Los sentimientos son como olas. Primero se arman, después alcanzan un pico y luego se reducen hasta que desaparecen. Observar cómo experimenta una emoción e imaginar en qué lugar de la ola se encontrara es una manera fantástica de comenzar a experimentar plenamente los sentimientos.
El hecho es que cuando sentimos una emoción a fondo ya no tiene ningún motivo para quedarse. Muchos vacilan a la hora de hacerlo porque temen no poder controlar lo que aparezca o que se vuelva demasiado intenso. En mi experiencia, sin embargo, las emociones son mucho más manejables cuando simplemente las enfrentamos.
En general, cuando estamos dispuestos a prestar plenamente atención a una emoción, la intensidad disminuye porque la emoción no lucha por tener visibilidad. Con la práctica, los sentimientos se vuelven menos aterradores y mucho más fáciles de sentir y manejar. Recuerde, sus emociones están muy arraigadas en su cerebro y su cuerpo sabe qué hacer con ellas.
¿Qué viene después?
Puedo decir lo que ocurre porque lo veo en directo cuando las personas comienzan a enfrentar los sentimientos en vez de rechazarlos: se sienten mejor. Sus relaciones enfrentan menos obstáculos porque los problemas de irritabilidad y comunicación se reducen considerablemente. Están menos estresadas y pueden concentrarse. Mejora el rendimiento. Los cuerpos se sienten mejor. Pueden respirar con menos dificultad. La presión arterial y otros parámetros de salud mejoran. La lista de beneficios es interminable.
S, los sentimientos pueden ser molestos, desagradables y lisa y llanamente dolorosos. Pero como dijo el gran Robert Frost: "La mejor forma de salir, es siempre atravesar". Anastasia Pollock, MA, LCMHC, is clinical director at Life Stone Counseling Centers. She specializes in treating complex trauma with EMDR. Learn more about her by visiting lifestonecenter.com or email info@lifestonecenter.com.








