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Momentos antes de que un hombre matara a tiros a dos policías en Nueva York, hirió a disparos a su ex novia, quien gritó pidiendo auxilio, golpeó la puerta de una vecina y exclamó "por favor, por favor, ayúdame, no puedo morir así", relató la vecina.
Según las autoridades, el hombre que mató a los policías en Nueva York primero baleó a su ex novia Shaneka Thompson, de 29 años.
La vecina, Yevette Seay, dijo a The Associated Press el domingo que Thompson golpeó la puerta de su apartamento en Maryland tras ser baleada pero Seay, asustada, se negó a abrir. Le habló desde detrás de la puerta y por la mirilla vio que la mujer estaba ensangrentada y que había sangre en el piso.
Seay llamó a la policía y "le dije que se aguantara, tenía miedo de preguntarle mucho porque ella estaba histérica", dijo Seay.
El ex novio de Thompson, Ismaaiyl Brinsley, le disparó a ella en el abdomen a eso de las 5:45 de la mañana del sábado y huyó a Nueva York, según el prontuario policial. Allí mató a tiros a dos policías que estaban en su patrulla. Brinsley, quien luego se quitó la vida, había escrito en internet que iba a "convertir en ángeles a los puercos" tras dispararle a Thompson.
Thompson estaba en condición crítica en el Centro Médico de la Universidad de Maryland y se espera que sobreviva.
Seay dijo que Thompson se mudó al edificio hace unos meses. Se saludaban en el pasillo pero no se conocían bien. Seay dijo que escuchaba como la pareja se peleaba, pero que el sábado los gritos fueron tan fuertes que la despertaron.
"Escuché que algo pasaba y que no era nada bueno. Entonces escuché unos gritos y ella salió a su balcón pidiendo auxilio", dijo Seay.
Thompson gritaba: "¡Me disparó, no quiero morir, no quiero morir!".
Seay dijo que la policía llegó en unos siete u ocho minutos.
La hermana de Seay había salido del a trabajar y vio a un hombre corriendo en el estacionamiento, dijo Seay. Tras ver la noticia sobre lo sucedido en Nueva York y la foto del individuo que se transmitió por internet, la hermana de Seay se dio cuenta que debía tratarse de Brinsley.
"Estuvimos aquí en el medio de todo eso, y pensar sobre lo que ocurrió después es sumamente perturbador", dijo Seay.
