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El estado secular floreció en el seno de la sociedad occidental y cristiana por lo que es válido preguntarse, si puede extenderse a los países árabes. Con esta pregunta cerró su intervención el profesor, Silvio Ferrari sobre el estado secular durante el simposio sobre la religión y el Derecho Internacional en la Universidad de Brigham Young (BYU). Ferrari es profesor de Derecho Canónico de la Universidad de Milán en Italia y fue el orador principal del simposio al que asistieron importantes líderes políticos, intelectuales y espirituales del mundo entero. La religión y sus relaciones con el derecho y la política en distintos países del mundo fue analizada durante varios días en BYU por expertos, entre los cuales se destacaron los procedentes de América latina. También, se hicieron presentes autoridades estadounidenses como la embajadora “at large” de Estados Unidos para la libertad, Susan Johnson Cook y la presidenta de la Comisión Estadounidense para la libertad de Religión, Dra. Katrina Lantos Swett. Ferri hizo un recuento de la evolución histórica y política de la civilización occidental y cristiana, al igual que de la evolución de las instituciones democráticas que nacieron bajo su influjo. Recordó la existencia de una ley universal, al señalar que “creer en que un acto puede ser bueno o malo en si mismo, y no por un mandamiento de Dios abre la puerta a la idea de que pueden haber unos principios morales universales conocibles, por medio del uso de la razón”. Agregó, que “esto permite la fundación de la noción de la ley natural”. Otro de los participantes fue el senador colombiano, José Darío Salazar quien presentó una ponencia sobre la importancia de la familia como columna vertebral de la sociedad. De manera magistral, Salazar explicó la importancia de la familia como cuna, en la que se forjan las virtudes del individuo y la sociedad. Citando reconocidos autores y expertos recordó, cómo allí nacen los hijos, mueren los padres y se perpetúan los valores que dan origen a la civilización. Citó la célebre frase del escritor inglés, Chesterton, cuando decía que “quienes atacan la familia no saben lo que dicen, porque no saben lo que deshacen”. “Nadie nace en una escuela o en una empresa sino en una familia, y allí se recibe la educación fundamental”, expresó. Defendió el concepto del abuelo, como un patriarca encargado de transmitir esa sabiduría de los antepasados a las nuevas generaciones. “Ahora se ve al abuelo como un “adulto mayor” al que hay que sacarlo de la familia, para confinarlo en un ancianato, privando de esta manera a los más jóvenes de la transmisión de sus conocimientos y experiencias”, manifestó. Añadió, que es en el seno de la familia en donde se educa al ciudadano, a través del ejercicio de la autoridad de los padres. También, fustigó el intento de suprimir la vida del que está por nacer mediante el aborto, y del anciano, a través de la eutanasia como un atentado directo contra la vida y la familia. “Desafortunadamente en la actualidad no se quiere a la familia como el organismo esencial en la estructura social, sino al individuo desarraigado que es fácil presa de los planificadores financieros o globalizadores”, aseveró. Por su parte Lanton indicó, que la manera en que nos comportamos frente a la libertad de conciencia y de ser creyentes, no es una asunto marginal. “Muchos de los grandes conflictos que hoy aquejan a nuestras sociedades en todo el mundo parten de la falla de los países, y las culturas en garantizar estos derechos”, expresó. Ante el auditorio en pleno, Lanton subrayó varios hechos que justifican la existencia de la comisión que preside. “La religión es un asunto que le interesa a la gente en todo el mundo, por eso la libertad de religión es algo que también le interesa y en varios países la verdadera libertad que la gente quiere, les es negada”, enfatizó. Añadió, que un estudio del Pew Forum of Religion and Public Life de este año concluyó que el 75 % de la población mundial, más de 5 mil millones, viven en países que perpetran o toleran violaciones a la libertad de religión, que van desde el excesivo uso de reglas de reclusión hasta la tortura y las masacres. Lanton se refirió, a cómo la religión determina el carácter de las sociedades y señaló que no solo “estamos luchando para que las personas puedan vivir de acuerdo a sus corazones y a las verdades que creen, sino que queremos darle el poder para que puedan construir las comunidades, los países, las culturas y el mundo que sueñan”. Por su parte la embajadora Johnson Cook señaló, que la libertad de religión en el mundo ha sufrido un retroceso, y que en muchas partes las comunidades de fe están experimentando un aumento de las presiones en su contra. Otros oradores presentaron ponencias sobre la religión en un mundo que a partir del 11 de septiembre, percibió la más cruel globalización del terrorismo producto del fundamentalismo islámico. Recientemente, nuevas oleadas de persecuciones y asesinatos masivos se registraron contra las comunidades cristianas en naciones como Egipto, que es una de las principales receptoras de ayuda económica por parte de Estados Unidos.
