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Estamos en pleno verano, temporada de vacacionar, viajar y recrearse. Pero para los pacientes que sufren de los riñones y que están bajo tratamiento, no es nada fácil. Aquellos que están recibiendo asistencia con sus diálisis, tienen que estar comprometidos a ir al centro médico para este propósito, al menos tres veces por semana de tres a cuatro horas cada día. Si no lo hacen, pueden acarrear consecuencias funestas. Sin embargo, Octavio Ceja, de 22 años de edad, a pesar de que sus dos riñones no le están funcionando, puede disfrutar un poco más del clima y las actividades de verano, gracias a la libertad y beneficios que le ofrece la diálisis peritoneal. Los acontecimientos Octavio vivió una juventud relativamente saludable. Visitó al médico escasamente para recibir sus vacunas, y por una que otra enfermedad leve. Atleta, durante su época de estudiante, vivía su vida como cualquier otro joven, sin afanes ni angustias. Hace unos cuatro meses, comenzó con síntomas como si estuviera combatiendo una influenza. Un día estaba bien, al otro las molestias regresaban. Las molestias aumentaron, comenzó con diarrea y a vomitar. Al visitar el médico, le diagnosticaron que probablemente tenía una infección estomacal. Comenzó una dieta líquida, pero los síntomas no mejoraron. Además de las dolencias anteriores, sentía todos los músculos de su cuerpo tensos y las extremidades dormidas. Al visitar nuevamente el médico, lo hospitalizaron para tratarle una deshidratación. Al no presentar una notoria recuperación, empezaron una serie de exámenes entre ellos de sangre, orina y un MRI. Como resultado, se dieron cuenta que sus dos riñones no estaban funcionado, o sea que tenía una insuficiencia renal aguda, y su cuerpo se estaba intoxicando. Inmediatamente fue colocado en diálisis. El tenía que ir de tres a cuatro veces a la semana, por tres o cuatro horas cada día para que le hicieran la diálisis. Luego, cuando ya su cuerpo estaba más fuerte, le dieron la opción de hacerla de forma peritoneal. "Esta clase de enfermedades nunca las espera uno, y mucho menos se prepara para enfrentarlas", comenta Octavio, un poco apenado, por la falta de conocimiento que él tenía de las consecuencias que él estaba enfrentando, porque sus riñones no estaban trabajando. "Hemos tenido que hacer ajustes en la familia y recibir mucha capacitación, no solo de cómo manejar la enfermedad, sino de la clase de alimentación que puedo tener y las actividades en las que puedo participar. ¿Qué es la diálisis peritoneal? La PD (por sus siglas en inglés) es un procedimiento que se ha estado utilizando desde hace mucho tiempo, el cual le da cierta libertad al paciente por que hace su tratamiento en el lugar en donde se encuentra, sin necesidad de visitar una clínica. Durante el procedimiento se consigue eliminar sustancias tóxicas y agua del organismo. Para ello, se inserta un catéter en la cavidad peritoneal y a través de este se introduce una solución especial, la cual es mantenida en el peritoneo un tiempo predeterminado. Durante este tiempo, se produce un intercambio de sustancias, las cuales son eliminadas posteriormente a través del mismo catéter. Es una técnica muy sencilla, pero requiere de supervisión por los primeros días, hasta que la persona se siente lo suficientemente segura para hacerlo por sí mismo. Este procedimiento se realiza los siete días a la semana por el mismo paciente. Lo llamativo de este método, es que la persona puede estar en cualquier parte del mundo para realizarlo, y siempre y cuando siga las instrucciones, no presentará mayores riesgos. Este procedimiento, le ha dado la libertad no solo a Octavio para llevar una vida más normal, sino que le ha dado la oportunidad de comer algunos alimentos que con la diálisis tradicional, no los podría ingerir. Mientras que Octavio se ha estado adptando al método y su cuerpo ha respondido positivamente, no haya la hora de sentirse mucho mejor y prepararse para la llegada de su primogénito, el cual arribará más o menos en dos meses. cskinner@okespanol.com @CeciliaSkinner - Twitter