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La temporada navideña es el momento perfecto para estar agradecidos por todo lo bueno en nuestras vidas. Para los que vivimos en los Estados Unidos u otros países ricos, la mayoría de las necesidades de la vida están cubiertas para nosotros e incluso tenemos muchas de las cosas que deseamos. Algunas oportunidades están tan disponibles que las damos por sentado. Quizás una de las bendiciones más grandes que pasamos por alto —una que estás usando en este momento— es el don de la alfabetización.
La mayor parte de la población adulta de EE.UU. está alfabetizada. Para aquellos que saben leer y escribir y además tienen acceso a Internet, casi toda de la sabiduría colectiva de la humanidad está nuestro alcance. Tenemos la oportunidad de aprender y explorar cualquier tema que sea interesante o necesario para nosotros. Aunque muchos de nosotros disfrutamos el don de la alfabetización, es importante recordar que muchos otros en todo el mundo no lo tienen.
Uno de cada 6 adultos en el planeta no sabe leer ni escribir. La mayoría de estas personas viven en África y la India, y dos tercios son mujeres. Las tasas de alfabetización más bajas están en África occidental y central, donde aproximadamente el 70 por ciento de los hombres y menos del 50 por ciento de las mujeres saben leer y escribir.
Muchas personas han intentado varias formas de mejorar la alfabetización en todo el mundo. Se ha hecho hincapié en la construcción de escuelas, la donación de materiales y proporcionar fondos para los docentes. Estos esfuerzos no podrían estar mejor enfocados, ya que las escuelas son el lugar principal donde las personas aprenden a leer y escribir. Investigaciones recientes, sin embargo, han traído nueva luz sobre algunos factores adicionales que afectan la eficacia de los programas destinados a mejorar la alfabetización.
Uno de los pasos más importantes para mejorar la educación es hacer de la educación una prioridad familiar. La dinámica familiar es a menudo el mejor indicador del futuro éxito en la vida y en la educación, es importante enseñar a las familias sobre la importancia de la educación de sus hijos, en especial la alfabetización. En un estudio reciente realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts y la Universidad de Cornell, la alfabetización de los niños en la India mejoró cuando sus madres participaron en clases de alfabetización de adultos y sobre cómo mejorar el aprendizaje de los niños en el hogar. El ayudar a las familias a reconocer y utilizar los beneficios de la alfabetización y la educación es un paso necesario para ayudar a todos a alfabetizarse.
El apoyo de la comunidad es igualmente vital para la mejora de las tasas de alfabetización. Si una escuela se funda con ayuda externa, es imprescindible que la escuela se ceda y reciba apoyo de la líderes de la comunidad. En Indonesia, un amplio estudio realizado por el Banco Mundial y varias universidades indica que el aumento de la legitimidad de los comités escolares locales conduce a un mayor aprendizaje. Sin el apoyo de la comunidad, las escuelas y los libros harán poco para mejorar las tasas de alfabetización.
Una investigación reciente de la Universidad de Harvard y MIT indica que el otorgamiento de becas a las niñas que se desempeñan bien en la escuela aumenta el rendimiento global de la clase. En las regiones pobres, muchos niños no van a la escuela porque tienen que trabajar para contribuir al ingreso familiar. El proporcionar pequeñas donaciones y el pago de las cuotas escolares a los mejores estudiantes ayuda a aliviar la pérdida financiera que el niño hacía para su casa y ayuda a las familias y las comunidades a reconocer la importancia de la educación, lo que lleva a los índices de alfabetización más altos.
Todos tenemos mucho que agradecer. El mundo ha visto una disminución constante de la pobreza en las últimas décadas, y más personas que nunca están obteniendo un nivel básico de educación y alfabetización. Aunque la mayoría de los analfabetos del mundo están fuera de los EE.UU., todavía hay personas en nuestras propias comunidades que están en necesidad de nuestra ayuda. Ya sea que elijamos ser voluntarios locales o donar a los programas internacionales de alfabetización, cada uno de nosotros puede ayudar a dar a uno de los dones más grandes: el don de la alfabetización.
John Hoffmire es director del Impact Bond Fund en Saïd Business School de la Universidad de Oxford y dirige el Centro de Negocios y de Pobreza en la Escuela de Negocios de Wisconsin UW-Madison. Dirige Progress Through Business, una organización sin fines de lucro para la promoción del desarrollo económico. Richard Payne, colega de Hoffmire en Progress Through Business, realizó la investigación para este artículo.
Traducido por Amiel CoccoAmiel es el gerente y editor de www.TodoSobreAmor.com donde se dan consejos de amor a las parejas y familias. Amiel tiene una licenciatura en Marketing y Comunicaciones de la Universidad Brigham Young
