Madre soltera, ¿sinónimo de infelicidad?

"Mamá, Mamá, ¡faltan cinco días para mi cumpleaños!". Cada mañana al despertar, con emoción y alegría, mi hija cuenta los días para la llegada de esta fecha tan especial. Diez años ya. Es inevitable meditar como pasa el tiempo ante nuestros ojos, pareciera que fuese un parpadear, así de rápido. Trás un profundo suspiro, observo como aquella bebe tan pequeñita, de ojos rasgados, naricita redonda y cabello obscuro, a quien al verla por primera vez después de nueve meses en mi vientre, lucia una carita tan roja por el fuerte llanto con el que anunciaba al mundo su llegada, ahora es una hermosa chiquilla que le gusta decorar sus uñas, de vez en cuando usar mis labiales (aunque ella piensa que no me doy cuenta), vestir blusas con holanes y escuchar música de Katy Perry mientras baila alegre frente al espejo.

Para Valeria, la llegada de su cumpleaños es diversión, pastel, globos, dulces, saltar y reír con sus amigas. Aún más emocionante porque es día de una doble celebración. Curiosamente, su mejor amiga nació exactamente en la misma fecha con solo unas horas de diferencia. Orgullosamente platica: "Soy mayor que Madison, yo naci en la tarde y ella en la noche".

Este año pidió un pastel grande, con el nombre de las dos escrito en el, que sea de chocolate porque es el favorito de su amiga, aahhh, y una recomendación muy importante: "Mami, que diga "Feliz Cumpleaños" y también "Happy Birthday", porque Madison solo habla inglés". Así es mi hija, brindando sonrisas a quienes la rodean.

Desde mi perspectiva como mamá, su cumpleaños es un día de alegría por verla crecer, por percibir su felicidad a través de su mirada, por sus logros y metas alcanzadas, por ser testigo de como forma sus sueños y por ver con satisfacción como poco a poco va encaminándose hacia ellos. Cada año hecho un vistazo hacia atrás y recuerdo cada momento que hemos pasado juntas, muchos alegres entre risas y carcajadas, algunos cuantos tristes con lagrimas y caritas de pesar, pero que terminan convirtiéndose en alegres experiencias, pues un beso y un abrazo pueden curarlo todo.

Al final, la balanza nos dice que aunque algo introvertidas y alocadas, ambas somos las personitas más afortunadas y felices. Al igual que mi hija, para mi también es una celebración doble, este día se cumplen diez años en que me convertí en madre. Así trascurren nuestros días, entre trabajo, escuela, amigos, familia, actividades divertidas, episodios memorables, conversaciones increíbles, risas, abrazos, amor y mucho más. Se preguntaran, ¿porque inicio mi relato de esta manera?. Por que es tan enorme el sentimiento de regocijo en mi vida que pocas veces me detengo a pensar ó lamentar que soy madre soltera.

"Parece que ser madre soltera te hace ser feliz"

Semanas atrás en una conversación entre amigos comentábamos sobre el tema de ser madre soltera. Una amiga presente, también madre soltera, merecedora de admiración y respeto, mujer que ha salido adelante a base de esfuerzo y dedicación, pero que pese a ello, expreso sentirse sola y triste; menciono como extrañaba y deseaba tener un compañero a su lado.

Podía percibirse por sus palabras, que ser madre soltera no era una etapa feliz en su vida. Al contrario de ella, mis comentarios siempre fueron positivos, con palabras sin muestra de nostalgia alguna y siempre con una sonrisa en mi rostro. Quizás lo más importante fue cuando exprese no sentirme sola, compartí que si bien me gustaría tener un compañero a mi lado, no lo deseaba desesperadamente. "Como voy a sentirme sola si hay tantas personas a mi alrededor, tengo a mi hija, familia, amigos que me quieren. He aprendido a canalizar las necesidades en mi vida. Se que un día llegará esa persona especial, pero mientras tanto hay muchas cosas que hacer".

Días después de esta conversación, un amigo me dijo en forma de crítica y reclamo: "¿Como pudiste decir eso?, estabas tan sonriente, parece que ser madre soltera te hace ser feliz". Con calma respondí: "Solo exprese como me siento. ¿Porque tengo que sentirme triste cuando no lo estoy?. Dime algo, ¿acaso ser madre soltera es sinónimo de infelicidad?".

Los profesionistas y conocedores de los temas de familia nos han dicho que la mejor manera de críar a nuestros hijos es dentro de un núcleo familiar, con ambos padres que les inculquen valores y sean sus guías para desarrollar sus talentos y conocimientos que serán la base y futuro para cuando lleguen a la edad adulta. Concuerdo en ello. Pero hay situaciones en la vida de las personas, que no lo permiten llevar a cabo. Pueden ser variados los motivos y causas para que una mujer termine sola al cuidado y responsabilidad de sus hijos.

"Tu decides como sentirte", es un consejo que suelo brindarle a mi hija cuando se siente triste por alguna razón. En la fiesta de año nuevo tras romper la piñata y recoger los dulces, Valeria se sentó a mi lado, se sentía frustrada, cruzo los brazos y comenzó a llorar. Entre todos los dulces que obtuvo, no estaba un dulce en especial que ella deseaba. Acurrucándola en mi regazo, le dije: "Tu decides como sentirte. Estamos en una fiesta, hay pastel, música, juegos y muchos amiguitos con quien correr y divertirse. ¿Vas a perder toda esta diversión por un dulce?. Después de unos segundos de silencio, pregunto: ¿podemos ir después a la tienda a buscar el dulce?, "Claro que si", respondí. Sonrió, se levanto y se fue a seguir jugando. Hizo a un lado su malestar y decidió seguir divirtiéndose en la fiesta. El mismo consejo lo aplico para mi misma. Al igual que cualquier persona, no estoy exenta de problemas. De vez en cuando tengo mis cinco minutos de tristeza y nostalgia. Pero, ¿porque voy a echar a perder mis restantes 23 horas 55 minutos del día en los que puedo ser feliz?.

Es un proceso. A lo largo de nuestra vida habrá momentos plagados de alegría y regocijo, pero también habrá momentos de tristeza y pesares. Así como disfrutamos los momentos felices, así también debemos aprender a sobrellevar los momentos difíciles. Personalmente, defino estos momentos como un proceso donde pasamos por tres sentimientos: frustración, tristeza y calma. Para curar las heridas emocionales sanamente hay que pasar por este proceso.

FRUSTRACION: Todo mal momento, incluyendo ser madre soltera y vivir la desilusión de estar sin el apoyo de quien juraba amarnos y prometía siempre estar a nuestro lado, duele y mucho, pero guardar y retener el sentimiento solo prolonga más el dolor.

TRISTEZA: ¿Quieres llorar?, ¡entonces llora!, a solas, en tu privacidad, saca la tristeza que sientes hasta que no haya más lagrimas que derramar. Al mismo tiempo nos liberamos del estrés y la tensión. Sin que te des cuenta no recordaras cuando fue la última vez que lloraste y ya no sentirás la necesidad de hacerlo otra vez. Es una señal que el dolor esta pasando.

CALMA: Como dice el dicho, "Después de la tormenta viene la calma", es verdad. No desesperes cuando este en medio de la tormenta, se paciente, piensa que cuando todo pase, el sol será cálido, brillante y todo volverá a la normalidad.

No te sientas culpable

Cuando nos enamoramos, las mujeres somos idealistas y sentimentales, damos siempre lo mejor de nosotras mismas y esperamos que esa persona especial sea con quien compartiremos el resto de nuestras vidas. Desafortunadamente no siempre sucede así. Nuestro Príncipe Azul prefirió ser Sapo y saltar libremente entre los estanques. No te sientas culpable por haber elegido a la persona incorrecta. Pusiste lo mejor de tu parte y tu pareja no lo supo apreciar. Ahora, recae sobre tus hombros la responsabilidad de criar sola a tu hijo/a, siéntete orgullosa por tu fuerza, entereza y valor, que te permiten hacer esto y mucho más. Como mujer y ser humano, vales mucho.

Canalizar nuestras vidas

Mira a tu alrededor. Hay mil y una opciones de actividades, proyectos y planes por realizar esperando por nosotras. Ahora más que nunca debemos superar todo obstáculo que impida nuestro desarrollo y superación. Además, no estas sola, recuerda que hay una bella personita que te llama "Mamá", quien te da su amor incondicional y de quien eres su ejemplo y su apoyo. Si tu estas bien, tu hijo/a lo estará también. En conjunto a ello, es de vital importancia distraernos de los problemas. Al encerrarnos en cuatro paredes a pensar y "re-pensar" en la mala experiencia vivida solo nos trae más amargura y pesar. Antes de la llegada del Sapo, opsss, del Príncipe Azul (fallido), teníamos una vida, donde éramos felices sin él. Ahora seguimos teniendo una vida, adicionamos las responsabilidades de ser mamá, pero que con un poco de ingenio podemos desarrollarnos como personas y como madres. Canaliza tu vida, sigue tus sueños, cumple tus metas, haz las actividades que te gusta, disfruta todo lo que hagas.

Segunda oportunidad

Toda experiencia vivida nos brinda grandes lecciones y aprendizaje. Ser madre soltera no es la excepción. Desde mi punto de vista esta lección de vida nos otorga una segunda oportunidad, pues nos permite reconocer cuando un sentimiento es verdadero, nos motiva a tener paciencia para esperar el amor sincero, nos insta a saber como quiero ser tratada y que no debo permitir, nos crea una visión clara de que es lo que deseamos en nuestra vida de pareja y de familia, para no caer en una situación de violencia domestica ó abuso.

Etapas en la vida

La vida del ser humano son etapas. Fuimos bebés, niños, adolecentes. Hoy somos adultos y algún día (muy, muy lejano aún) seremos ancianos. En todas estas etapas de nuestras vidas hemos pasado grandes momentos que nos han forjado carácter, brindado experiencia, nos han dado motivos para reír, ser felices y también para derramar alguna lágrima en el camino. Ser madre soltera es una etapa que nos ha tocado vivir a algunas mujeres. Se pudiera pensar que ser madre soltera es un momento de pesadumbre, triste y amargo. Siendo sincera, puedo expresar en mi experiencia personal, que si lo fue al principio, pero después de pasar por el proceso que conlleva, comparto con Ustedes que serlo brinda mayores satisfacciones que pesares. ¿Cual fue la pregunta?, aahh, si, ¿ser madre soltera es sinónimo de infelicidad?. Definitivamente no lo es. Después de aplicar en mi vida: "Tu decides como sentirte". Hoy día vivo sin detenerme a lamentar que soy madre soltera, disfruto de cada momento de mi vida, realizo con gusto y pasión las actividades que me gustan. No desaprovecho las enormes posibilidades y grandes momentos de felicidad que me brinda estar junto a mi hija, familia, amigos.

Lo más importante es que estoy consiente que esta es solo una etapa en mi vida. Un día esta etapa quedará cerrada para abrir una nueva. No me niego a las posibilidades y sigo creyendo en el amor. Se que un día llegará el verdadero amor a mi vida, el hombre correcto de nobles sentimientos, con valores, con respeto por si mismo, por la relación y la pareja, con deseos y la entereza suficiente para formar y mantener una familia unida. Maricruz Reyes, Mexicana. Apasionada por la información, las artes y el bienestar. Su mayor satisfaccion: ser Mamá.