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Lima, Perú – Estamos en la temporada de año donde reflexionamos y damos las gracias por todas las bendiciones. Para muchos son nuestra familia y amistades, para otros es el cambio del tono de la política, después de las elecciones. Otros es la buena salud o de estar mejor después que le descubrieron de alguna enfermedad. En fin, hay mucho porque estar agradecidos. En lo personal ha sido un año de muchas emociones. Dos de mis hijos se casaron, miles de nuestros soñadores al fin están logrando ese varadero sueño con sus permisos de trabajo. Tal vez, lo más agradable sea, los resultados de las elecciones. Aun cuando sabia que el Presidente Obama iba a ganar, había días donde me entraba la duda y decía “y qué si el otro gana” solo podía imaginar lo difícil que podría ser. Hace unos días, viajando hacia Lima hice una escala en la Ciudad de México donde tuve la oportunidad de visitar a mis amigos Marcos y su esposa Jennifer por una hora y media, mientras esperaba mi vuelo. Durante este tiempo, recordamos el tiempo que compartimos en Utah y que ellos también sentían ese alivio sobre el resultado de las elecciones. Marcos está a la espera de su visa, para poder regresar a Utah. Llegando a Perú, también las noticias sobre la reelección del presidente Obama es una buena noticia. Lo que sí se nota es la tranquilidad que sienten sus familiares que están viviendo aquí, en nuestros países. Solo imagino lo nervioso que muchos se sentían al simplemente imaginarse, si los resultados fueran otro. Muchos de nosotros que tenemos familiares que están en nuestro país, les puedo decir que aquí la vida sigue igual para ellos. Todos tienen sus responsabilidades de familia y trabajo. He notado que aquí en Lima hay menos tiempo libre para los trabajadores, los explotan haciéndoles trabajar obligados entre 10 a 12 horas al día, incluyendo sábados. Viendo como nuestras familias se sacrifican en nuestros países, me doy cuenta de la buena vida que llevamos en Utah. Claro, nadie te da nada en la mano pero si tienes trabajo, puedes vivir tranquilo. Son experiencias, así que nos hace reflexionar, qué sería de nosotros que estamos en Utah si aún estuvieramos en nuestros países. Hay mucho trabajo por delante para hacer y no podemos descansar o dejarnos vencer. Estoy seguro que en los próximos 12 meses, vamos a ver un cambio total a lo que hemos estado acostumbrados a vivir. Por muchos años he pensado, cómo va ser el día cuando empiecen a dar papeles a nuestra gente. He sido testigo de muchos soñadores en estos últimos meses, de sus alegrías, sus sentimientos, sus sueños y sus esperanzas. Cada vez que he hablado con un soñador, me gusta preguntarle ¿qué se siente con un permiso de trabajo? Son dos palabras que siempre escucho, “gracias” y “solo quería una oportunidad” Estoy profundamente agradecido con todos mis lectores de esta columna y mis radio escuchas de Pulso Latino. Muchas bendiciones para toda su familia. Conversaciones representan las opiniones de Tony Yapias y no de OKespañol. (801) 577-3200 . Correo electrónico: tyapias@yahoo.com.