Estimated read time: 3-4 minutes
This archived news story is available only for your personal, non-commercial use. Information in the story may be outdated or superseded by additional information. Reading or replaying the story in its archived form does not constitute a republication of the story.
El estado de Utah se beneficiaría con cerca de $ 3 mil millones añadidos a su economía y más de 15 puestos de trabajo de aquí al año 2030, si se aprueba el DREAM Act. Por su parte el país entero recibiría una inyección financiera de $ 329 mil millones y 1,4 millones de empleos. Así quedó claro en un nuevo estudio realizado por el Center for American Progress (CAP) y que fue anunciado en una conferencia telefónica esta semana. Con el nombre de “The Esonomic Benefits of Passing the DREAM Act”, el estudio revela que estos resultados significarían un gran incentivo, para la salud fiscal de la nación. Atendiendo a que la población de los dreamers que alcanza una cifra aproximada de 2,1 millones de estudiantes está irregularmente distribuida en los diferentes estados, el beneficio podría ser superior para aquellos que cuentan con presencia mayoritaria de estos. Por ejemplo, California cuenta con más de medio millón de dreamers, lo que le representaría un aumento de $100 mil millones en su actividad económica. Una cantidad mucho más alta que los $ 3 mil millones de Utah que tan solo tiene aproximadamente, unos 23,000 dreamers según el estudio. El aumento de las ganancias salariales obtenidas por los dreamers sería de aproximadamente $ 148 mil millones, como resultado de poder trabajar legalmente. Ahora bien, con estos ingresos estos trabajadores tendrían acceso a comprar más bienes y servicios, tales como casas, carros y computadoras. Esta capacidad de compra repercute inmediatamente en todo el torrente económico, generando un impacto de aproximadamente $ 181 mil millones y $ 10 mil millones solo en ganancias. Las ganancias de los cerca de 2,1 millones de dreamers se producirían por dos vías simultáneas que son el estatus legal, y el diploma de la educación superior. Este aumento de ingresos, a su vez generaría un incremento del 19% en el poder adquisitivo de los dreamers hacia el año 2030. La legalización de estos dos millones de americanos, les abre las puertas a una participación plena en la vida civil y económica de la nación. Gracias a que podrán verse motivados a terminar sus carreras universitarias, y a conseguir trabajos mejor remunerados, los estados experimentarán un incremento educacional que variará dependiendo en gran parte de la edad y de la demografía de los dreamers. El mayor incremento provendría de los dreamers de más edad, que evitaron ir a la universidad tan pronto se graduaron de la escuela secundaria por ser indocumentados. Por lo tanto, los estados que verían un mayor incremento educacional son aquellos que tienen una participación mayor de dreamers de más edad. El alcalde de New York, Michael Bloomberg, quien ha sido un partidario incondicional del DREAM Act dijo, que “este estudio prueba la verdad fundamental sobre los inmigrantes y su contribución a la economía americana y que no es otra que nosotros tenemos una necesidad absoluta de ellos, para poder continuar nuestro desarrollo económico”. Y agregó, que “sea el DREAM Act o la visa STEM, Washington debe implementar cambios a la política de inmigración que generan más empleos, y una revitalización de la economía”. En Utah, de acuerdo al estudio, los dreamers experimentarían un aumento en sus ingresos de $1,398 millones, para el año 2030. Esto generaría un incremento en los ingresos de trabajo de $ 523 millones, un valor agregado de $943 millones, y un aumento total de la producción de $1,601 millones. El incremento individual de los impuestos individuales sería de $ 44,6 millones, mientras que el de los negocios alcanzaría $ 38,3 millones. El total del impacto económico en el estado Colmena que resulta de la suma entre el incremento de las ganancias, más el total de la producción sería de casi $ 3,000 millones. Como bien dijo la vicepresidenta para las políticas migratorias de CAP, Angela María Kelley, “las matemáticas no dan lugar a concluir algo distinto a que el DREAM Act es sentido común para el bien común”.
