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La pistola robada que usó un mexicano para matar a una mujer en San Francisco, en un caso que generó una debate sobre inmigración, fue mostrada el miércoles como evidencia en una audiencia en la corte.
Es una importante pieza de evidencia en la causa en la que Juan Francisco López Sánchez, de 45 años, admite haber disparado el arma, pero alega que fue un accidente.
Un experto policial en balística declaró el miércoles que la bala estaba dañada, lo que indica la posibilidad de que el proyectil rebotó en una superficie dura antes de alcanzar a Kate Steinle, de 32 años, en la espalda.
La audiencia preliminar de dos días deberá concluir el miércoles y un juez decidirá si el acusado debe ser enjuiciado por asesinato.
López Sánchez ha sido deportado cinco veces de Estados Unidos y era buscado para una sexta deportación cuando fue excarcelado de una cárcel municipal en San Francisco poco antes del incidente.
