Estimated read time: 2-3 minutes
This archived news story is available only for your personal, non-commercial use. Information in the story may be outdated or superseded by additional information. Reading or replaying the story in its archived form does not constitute a republication of the story.
PROVO — Un centro de atención de la ciudad de Provo y una ex enfermera deben pagar $1,4 millones por la muerte de un hombre a quien se le dio los medicamentos equivocados, un jurado ha dictaminado.
Se le ordenó pagar a Provo Rehabilitation and Nursing la mayor parte de los daños y perjuicios a la familia de Jack Adams, de 71 años, quien murió el 11 de febrero del 2010, después de que una enfermera en el centro le diera los medicamentos equivocados, los registros de medicación entonces fueron alterados en un intento de encubrir su error, según la denuncia.
La enfermera, Camille Jensen, al parecer dio a Adams tres medicamentos destinados para otro paciente. Jensen no reportó el error, en su lugar, le dio los medicamentos de Adams a otro paciente, de esa manera cuando hicieran el recuento de la medicina aparecería correcta, de acuerdo con la demanda.
Adams murió dos días después. Jensen supuestamente esperó hasta cinco días después del funeral del hombre para informar al centro acerca de la confusión.
Los cargos criminales nunca fueron presentadas contra Jensen, aunque la demanda indica que la Procuraduría General de Utah investigó el caso. Jensen perdió su licencia de enfermería, se declaró en quiebra y se mudó de Utah, de acuerdo con los abogados de la familia Adams.
Después de la muerte de Adams, la instalación de cuidado informó a la familia del hombre sobre el error, pero negó su responsabilidad, y facturaron a la familia por los servicios de enfermería, según el abogado de la familia. Los detalles sobre el intercambio no fueron permitidos en el al juicio duró cuatro días.
El jurado deliberó casi cinco horas el viernes antes de la adjudicación de la sentencia de $1.4 millones. El jurado atribuyó el 35 por ciento de la culpa de la muerte de Adams a Jensen y el 65 por ciento de la culpa al Provo Rehabilitation and Nursing.
La demanda civil presentada contra el centro dice que actuó imprudentemente en la asignación de Jensen, que no estaba familiarizada con Adams y que no había sido informada adecuadamente sobre su cuidado, para tratar al hombre.
En su obituario de febrero del 2011, Adams fue recordado como un hombre amante de la familia con una risa contagiosa, que disfrutaba cuidando de las rosas y de su mascota.
