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Ellie compartió una historia en anonymousthankyous.com sobre su primer semestre en la universidad. No le iba bien; tenía problemas en su curso de estadística, pero alguien vino en su ayuda
Esto es lo que dijo Ellie:
“Una de las mejores notas que tuve en la universidad fue en una de las materias más difíciles que cursé y no fue por mérito mío. De hecho, estaba deprimida, a un paso de abandonar el curso y darme por vencida si no hubiera sido por la bondad de una persona.
“Era mi primer semestre en la universidad y estaba aterrada. Llegar de un pueblo pequeño con menos de 500 habitantes y aterrizar en un campus con miles de personas representó un impacto cultural enorme. Tampoco tenía idea de lo que estaba haciendo, ni tenía a con quien compartir esa sensación.
“La materia era estadística y no me iba bien. Sencillamente, no entendía el material y todavía era demasiado tímida para hacer preguntas aparte de recitar la lección. Cuando se acercaba la fecha del primer examen nos dieron cuestionarios para la prueba. De más está decir que yo no estaba preparada. Era el día de la prueba y yo miraba desesperada un papel lleno de ecuaciones y preguntas que no sabía cómo resolver. Y en los casos en que sabía cómo abordarlas, no podía completarlas porque me había olvidado la calculadora.
“Mortificada, me quedé sentada. Las únicas cosas que llenaban mi cerebro de calabaza eran palabras de desprecio. Esperé hasta que los demás entregaran esperando pedirle a la profesora una calculadora cuando todos se hubieran ido. Finalmente quedé sola con otro estudiante y cinco minutos de clase. No tenía más remedio que exponerme frente a ese estudiante levantándome y admitiendo que no tenía calculadora. La profesora me dio su celular para usar la calculadora, y me esforcé por terminar las ecuaciones lo mejor posible. Entregué el cuestionario con mucha vergüenza; vergüenza por esperar hasta el último segundo de la clase, vergüenza por haberme olvidado la calculadora como una cabeza hueca y vergüenza por no estar preparada en general. Me fui luchando por contener las lágrimas y pensando que en definitiva dejaría el curso.
“Cuando levanté los ojos en medio de mi visión levemente borrosa vi al estudiante que había estado en la clase conmigo hasta el final. Estaba en el corredor y regresó. ¿Me esperaba a mí? Me acompañó hasta la salida del edificio y me preguntó cómo me iba en el curso. Admití que me estaba consumiendo y le dije que lo abandonaría. Al oírme decir eso, me miró fijamente y me dijo ‘No lo hagas. Eres inteligente como para hacer este curso. Es, obviamente, difícil, pero sólo tienes que estudiar con las personas adecuadas’. Luego me habló de un grupo de estudio al que pertenecía y me invitó a ir a la siguiente reunión.
“Habría sido más fácil simplemente dejar el curso y no ir al grupo de estudio. ¡Fui! Conocí un grupo de personas increíbles y me di cuenta de que en realidad era buena en estadística. Estudiamos juntos y nos sentamos juntos en clase. Ya no me sentía tonta, no sentía que era tan anónima y me iba maravillosamente bien en clase.
“Este estudiante debió de notar mi congoja aquel día y decidió esperar para hablar conmigo e invitarme a esforzarme, a unirme al grupo de estudio y hacernos amigos. Eso cambió totalmente mi actitud, me ayudó en la carrera y elevó mi autoestima. Se preocupó verdaderamente por mí y por cómo me sentía. Siguió preocupándose aun después de haberme integrado al grupo; me enviaba mensajes de texto cuando faltaba a una clase para contarme qué había perdido y preguntarme si estaba bien.
“Estoy segura de que él no tiene idea del efecto que causó en mí ni de las repercusiones que tiene su influencia en mi confianza aun ahora que estoy trabajando en mi sexto semestre de la universidad. Fue tan amable y generoso como para ver mi dificultad y darme una mano. Podría fácilmente haberme ignorado, entregar su cuestionario y no decirme ni una palabra. Realmente me conmueve que fuera sensible como para verme y mucho más para ofrecerme ayuda. Por eso me dirijo a ti, quiero que sepas cuán agradecida estoy por tu considerada ayuda. Gracias por convertirte en mi amigo; por simple que parezca, era una época difícil para mí y tu influencia me ayudó entonces y me ayuda ahora. Te debo mucho más que mi título”. Have you ever wanted to say thank you for something a stranger did? Tell us your story at anonymousthankyous.com Facebook; https://www.facebook.com/pages/Anonymous-Thank-Yous/170096619779167 Twitter: https://twitter.com/AnonymousThankU
