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Quienes carecen de vivienda tienen dificultades para acceder a algunas de las cosas que necesitan para mantenerse sanos: alimentos, refugio y un baño caliente.
Pronto, sin embargo, los que viven en Albuquerque, Nuevo México, podrán asearse y usar el baño en un “centro de higiene” móvil que funciona en un autobús de la ciudad.
Se equiparía el autobús con duchas y baños, y su adaptación y funcionamiento tendría un costo de aproximadamente 200.000 dólares. La representante estatal Stephanie Maez, de Albuquerque, presentó un proyecto para que se asignen fondos al proyecto que brindaría servicios a las 1.700 personas sin vivienda de la ciudad, el 10 por ciento de las cuales son niños, según la Coalición para Erradicar la Falta de Vivienda de Nuevo México.
Quienes impulsan el proyecto sostienen que, además de mejorar la calidad de vida de sus usuarios, también contribuiría a mantener limpia la ciudad.
Scott Keyes, de ThinkProgress, destacó que la persistencia de problemas como orinar y defecar en espacios públicos obedece a que hay pocos baños públicos disponibles y señaló que “las funciones corporales no dejan de existir por arte de magia en el caso de las personas que no tienen vivienda.”
“Al no contar con un baño propio y haber pocas opciones públicas, el resultado es absolutamente previsible: la gente no tiene más remedio que hacer sus necesidades en público”, escribe Keyes.
En lugar de proporcionar más instalaciones, muchas ciudades encarcelan a la gente, y eso, además de no resolver el problema, es caro para los contribuyentes.
Un informe del Centro Legal Nacional sobre la Pobreza y la Carencia de Vivienda determinó que en el 73 por ciento de las ciudades hay arrestos y citaciones por orinar y defecar en público, un porcentaje mayor que el de toda otra infracción relacionada con la falta de techo.
KRQE entrevistó en Albuquerque a Russell Delorme, un hombre que vive en un campamento improvisado de tiendas en la ciudad. Delorme dijo que la falta de infraestructura de higiene genera una situación desesperada.
“La verdad es que visto a personas hacer sus necesidades literalmente en cualquier parte, y hablo en serio”, dijo. “Literalmente a la vista de todos, en cualquier parte.”
Muchos tratan de ir a una iglesia cercana para usar el baño y lavarse.
San Francisco empezó a utilizar un autobús higiénico el año pasado, y tuvo tanto éxito que ya hay otro en camino. Programas similares también han surgido en Singapur y Brasil. Email: laneanderson@deseretnews.com
