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Por alguna razón siempre que alguien habla de los celos o siento celos, las palabras de la canción, “Me enseñaste”, de Ricardo Arjona resuenan en mi cabeza. ¿Será verdad que ‘los celos son traviesos, qué es mitad falta de sesos y mitad inseguridad’?
Los celos son uno de los primeros sentimientos no satisfactorios que los seres humanos experimentan a una edad muy temprana. A pesar de que los celos no son considerados una de las emociones básicas de los humanos, un estudio realizado recientemente en Canadá y publicado por la CTV News comprobó que los bebés pueden sentir celos antes de aprender a gatear.
La profesora Maria Legerstee, directora de este proyecto, define a los celos como la “implicación de la formación de un lazo social, provocando una reacción a la presencia de alguien que amenaza este vínculo”. Para los bebés de este estudio cualquier persona que hablara con sus madres representaba una amenaza que podría romper el vinculo materno por lo que hacían lo que podían para obtener la atención de sus mamás nuevamente.
En la adultez, cuando surge el amor de pareja, ese vínculo se vuelve a crear y al igual que cuando somos bebés si alguien se acerca a ese vínculo que hemos formado y sentimos la más mínima amenaza de perderlo, reaccionamos. Ahora, las reacciones que tenemos ante las diferentes situaciones pueden ser desde muy sutiles hasta muy extremas, y es allí cuando los celos se convierten en nuestro enemigo.
Los celos en la pareja no son tan diferentes a los celos de los niños. Los celos son disparados por un sentimiento basado en un gran miedo a perder, a dejar de tener a esa persona a nuestro lado. Este miedo proviene en gran parte de la inseguridad, y esta inseguridad proviene de la inseguridad personal y a veces también proviene de como nuestra pareja nos hace sentir.
La buena noticia es que los celos pueden ser totalmente controlados y que con el tiempo, la seguridad personal puede fortalecerse y los celos y esa sensación de miedo a perder pueden desaparecer.
Una de las claves es enfocarnos en lo que podemos controlar y no perder el tiempo en lo que no. Podemos controlar lo que nosotros sentimos, pero no lo que nuestra pareja siente, podemos controlar nuestras propias decisiones, pero no las de la otra persona. Si dedicamos tiempo y energía tratando de controlar los resultados de todas las situaciones como a dónde va, con quién sale, con quién habla, de qué habla… lo único que hacemos es sofocar a la otra persona, perdemos la visión, dejamos de vivir, y al final del día si esa persona no quiere estar más con uno, no lo estará.
Para lograr esto y relajarnos un poco, el primer consejo es confiar en la pareja.
Es súper fácil decirlo, y aunque usted no lo crea es aún más fácil de hacer. Confiar es sólo una decisión, no se trata de un proceso, se trata de un minuto en el que usted se sienta y decide confiar en la persona que ama. Si puede tomar esa decisión en su mente, lo demás se convierte en algo fácil. Al confiar, su mente se puede relajar, su cerebro entiende que no tiene que invertir tiempo en crear historias en su cabeza que le hagan sospechar de cada cosa que su pareja le cuente.
El segundo consejo es que hay que llegar a ser quien uno quiere ser sin compararse a los demás.
En esta parte es cuando el auto estima juega un papel principal. Si su pareja fijó sus ojos y atención en usted fue por que usted tiene lo que estaba buscando, por que las demás personas que lo rodean a diario no lo tienen. Una gran cantidad de estudios han comprobado que las personas se enamoran del interior del otro, de su personalidad, de cómo los hacen sentir y la parte física es sólo un atractivo.
Cultivar su ser interior y eso único que solo usted puede darle a su pareja es una forma de ganar seguridad.
El tercer consejo es ser realista. En esta parte del mundo no existe la esclavitud, y por ello poseer a una persona es algo imposible. Y aunque suene horrible, la posibilidad de que una historia de amor se termine siempre existe, por ello el estar consiente de que eso puede pasar es bueno.
Nada en la vida viene con garantía, y aún las cosas materiales que traen una también tienen una fecha de vencimiento. El poder aceptar en la mente y en el corazón la real posibilidad de que una relación puede terminar no la lleva a que termine, al contrario la fortalece. Cuando nos obsesionamos con que queremos que algo dure tendemos a sofocarlo y a destruirlo. Relájese, viva el momento, después de todo no sabemos si luego habrá más tiempo para disfrutarlo.
El cuarto consejo es uno de los errores más comunes que todos cometemos cuando estamos inseguros, jugamos juegos. No lo haga, los juegos sólo pueden traer malas consecuencias.
Una de las técnicas más comunes es tratar de hacer que nuestra pareja se sienta celosa. Las personas comienzan a inventar historias del trabajo, a cambiar el nombre de sus contactos en el teléfono para que parezca que en vez de haber recibido un mensaje de texto de ‘María”, es de ‘Pedro’. La mayoría de estos juegos terminan mal.
En la mayoría de los casos en donde los celos están basados en nuestra propia inseguridad y no en hechos, la otra persona está siendo fiel. Si usted juega juegos, su pareja no sabe y comienza a pensar que a lo mejor usted sería más feliz con otra persona y decide alejarse.
El quinto consejo, utilice su imaginación como su aliada, no para sentirse peor.
En vez de sentarse a imaginar que su pareja no llegó por que está con otra, relájese y piense que puede hacer para usar esos minutos extras hasta que su pareja llegue. Use ese tiempo en usted misma, en verse bien, en sentirse bien, dele tiempo al tiempo, y dígase que todo va a estar bien.
Por último, dele rienda a su pareja, déjelo que vuele.
Lo más importante es saber que para poner en práctica cualquiera de estos puntos, hay una cosa que debe tener en cuenta antes: que usted es única, que vale la pena, que se merece ser feliz y que nunca debe olvidarse de amarse y respetarse así misma. Que no hay necesidad de sentir celos por que sólo alguien que no puede ver el verdadero potencial que usted tiene se atrevería a alejarse de su lado. Mariel Reimann is the Media Manager at KSLespanol. She's studied law at the National University of Cordoba, currently resides in Salt Lake City, Utah. Email: mreimann@ksl.com
