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Ya tocaba. Después de tantos grandes partidos, muchos goles, mucho juego ofensivo, y grandes emociones, llegó el primer partido aburrido. Bueno, para ser exactos, ochenta minutos de no jugar a nada, y diez últimos minutos donde se volvió al juego y ritmo habitual del Mundial, entre Bélgica y Rusia, que acabó con victoria agónica de los belgas por 1-0, merecida, gracias al tanto de Divock Origi en el minuto 87’.
Curioso, Origi salió de la banca en el 57’ y le dio la victoria al conjunto belga, uno más de los muchísimos ejemplos en este torneo de Brasil 2014 donde los jugadores que salen de cambio resultan claves para resolver los encuentros. El encuentro que abrió la jornada 10ª del Mundial 2014, disputado en el mítico estadio Maracaná, tuvo poca historia que contar, especialmente en la primera mitad donde los rusos fueron algo mejores que los belgas, pero poco para ponerse en ventaja.
El equipo de Fabio Capello jugó al estilo de lo que le gusta al técnico italiano, muy conservador, con poca llegada, dejando el control del balón al contrario, y buscando pelotazos largos para sorprender. El problema es que Bélgica tampoco encontraba la manera de hilvanar buen fútbol, a pesar de los antecedentes de la fase de clasificación que los daban como uno de los equipos con mejor nivel de juego. Kevin De Bruyne llevaba la manija en media cancha, pero no encontraba la conexión con Eden Hazard, su jugador creativo y, sobre todo, con el único punta, Romelu Lukaku.
En el inicio de la segunda mitad, quizás afectados por el tremendo calor y humedad, los Diablos Rojos no terminaban de entrar en el partido, mientras que eran los rusos, más necesitados de su primera victoria, fueron los que llevaron la manija del juego. Claro que a eso no están habituados los equipos de Capello. Eso hizo que el encuentro fuera soporífero, el peor de lo que llevamos de torneo mundialista.
Pero se llegó a los últimos minutos donde Bélgica despertó, después de hacer algunas modificaciones, y tras una jugada a balón parado, donde Kevin Mirallas hizo un disparo fuera del área que se estrelló en el palo derecho de Igor Akinfeev. A partir de ahí, los Diablos Rojos se fueron a por el partido y volvieron a tomar el control del juego. Parecía que se habían tomado un respiro para cargar en los últimos minutos.
Lo cierto es que les dio resultado, ya que en el 88’ Hazard movió muy bien el balón por banda izquierda, mostrando la calidad que atesora, y dribló a dos contrarios para servir una gran asistencia de Origi que, con toda la puerta para él por el centro, batió sin opción al arquero ruso. Con tan poco tiempo, los rusos no tuvieron tiempo de recortar y Bélgica sumó su segundo triunfo y los 6 puntos que los clasifican ya Octavos, dentro del Grupo H. Los rusos deben esperar a la última fecha, y jugarse el pase con una difícil Argelia. Periodista español especializado en deportes por más de 30 años. Twitter: @cartiles60







