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¿Qué tienen en común Shakespeare y el Che Guevara? En realidad no mucho, pero para las autoridades de Tucson en Arizona, dos de sus libros han entrado al “index” de los libros prohibidos para los alumnos de las escuelas públicas de Arizona. Sin duda, impedir que las tiernas mentes de los niños lean un escrito del Che Guevara o la teoría de la educación de Freire puede tener sentido, pero jamás poner bajo el mismo rasero la obra “The Tempest’ del gran escritor inglés. Como tampoco es justo equipararlas con obras de reconocidos autores hispanoamericanos, que ya forman parte del acervo histórico y cultural de la nación. Esto fue exactamente lo que sucedió en Arizona, en el marco de una campaña sistemática contra todo lo que parece tener sabor y color latino. Primero fue la tristemente célebre ley HB1070, después la supresión de los estudios México Americanos por parte de la Junta Escolar de Tucson y ahora esta insólita medida. Para protestar contra esta disposición, el Salt Lake Dream Team se unió al “The Librotraficante Movement” y organizó una ronda de lecturas con los libros incluidos en la lista. La semana pasada en el Centro Cívico Mexicano activistas, líderes latinos y profesores se dieron cita, para leer fragmentos de varios de algunos de estos títulos que son representativos de la literatura chicana e hispana de Estados Unidos. El popular centro latino fue adornado para la ocasión con citas y fragmentos de los libros y autores prohibidos escritos en pliegos de papel blanco, y colocados sobre siluetas humanas de cartulina negra que representaban a los escritores proscritos. Igualmente, se desplegaron varias mesas en las cuales se colocaron varios volúmenes de estas obras. Allí, se podían observar desde textos periodísticos sobre la historia del cine latino en Estados Unidos o de la vida de chicanos, hasta extensos compendios de la literatura hispana producida en el país. Novelas y narraciones de experiencias de inmigrantes, también se podían apreciar entre textos y obras literarias, poéticas o dramáticas, siempre con el acento o la temática de la hispanidad en Estados Unidos. Con la presentación de Allie Schulte y David Terrazas del Salt Lake Dream Team, los lectores se acomodaron uno tras otro en el escenario, para dar lectura en voz alta a los escritos escogidos. Previamente, un video mostró algunas de las acciones adelantadas por estudiantes y miembros del movimiento Librotraficante en Arizona. En este se pudo apreciar el testimonio del profesor, Curtis Acosta, quien señala cómo la noticia entristeció a un gran número de docentes de estudios étnicos que vieron cercenado no solo sus ingresos, sino su cultura. También, los estudiantes manifestaron su desacuerdo a través del documental. Asiya Mir fue una de las alumnas que cuestionó severamente la medida y la calificó como ridícula. Seguidamente, hizo uso de la palabra, Joel Arvizo-Zavala del Urban Institute for Teacher Education de la University of Utah. El docente hizo un animado relato de su vida en Utah, y de las lecciones de valentía que recibió de su madre, ante las injusticias sufridas por su condición de minoría étnica. “El primer contacto que recuerdo en vida con la Policía fue cuando tenía 5 años y nos trasladamos a vivir a un vecindario de personas blancas”, relató. “Recuerdo que un vecino arrojó una piedra y nos rompió el vidrio, ante lo cual mi madre que era una mujer pequeña de estatura llamó a la Policía, pero ellos le dijeron que no podían hacer nada”, expresó. “Fue entonces, cuando mi madre resolvió también arrojarle una piedra a una ventana de la casa de la vecina responsable del incidente, y entonces allí sí llegó la Policía a arrestar a mi madre”, dijo. Con la narración de este y otros incidentes, Arvizo-Zavala graficó con su propia experiencia las dificultades que los chicanos y los mexico americanos sufren en la sociedad norteamericana. Asimismo, su perspectiva de la problemática que está en la raíz de la iniciativa de suprimir ciertos textos en las escuelas públicas de Arizona. Seguidamente, el reconocido líder de la comunidad latina de Utah, Archie Archuleta pasó al frente y en tono pausado y solemne leyó un fragmento del poema “Yo soy Joaquín” escrito por el famoso líder chicano, Rodolfo Corky Gonzalez. “La raza! Méjicano! Español! Latino! Chicano! Or whatever I call myself, I look the same I feel the same I cry And Sing the same. I am the masses of my people and I refuse to be absorbed. I am Joaquín”. El eco de estos versos pronunciados por Archuleta retumbó en el amplio recinto del Centro Cívico, como el clamor de una raza que se niega a desparecer junto con su memoria histórica. También, se leyeron otros fragmentos de reconocidos autores como Jonathan Kozol, Sandra Cisneros, Santiago Baca, Oscar Hijuelos, Antonio Burciaga, Abelardo Delgado y Gloria Anzaldua. Entre quienes prestaron su voz a estos autores, se destacó Dolores Delgado Bernal del Departamento de Educación, Cultura, Sociedad & Estudios Etnicos de University of Utah.