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Muchos latinos no estudian porque su prioridad es la supervivencia”, dijo Danny Quintana, en respuesta a quienes cuestionan el interés de la comunidad hispana en el estudio. La discusión se desató durante el panel realizado esta semana en la Episcopal, Cathedral of St. Mark, bajo el nombre de “Soluciones para el dilema de la Inmigración en América”. Este fue uno de los temas que más controversia causó, entre los abordados por los panelistas y participantes que contaron con la moderación de Rod Decker. Con la presencia de pastores, empresarios, profesores y expertos en inmigración, cerca de un centenar de personas analizaron las más profundas raíces del fenómeno de la inmigración, y algunas de sus consecuencias más visibles. También, se debatieron temas como el tratado de libre comercio de Norteamérica y su influencia en las más recientes oleadas de migrantes, provenientes de México. Algunos de los panelistas se refirieron a la cuota de responsabilidad que le corresponde a Estados Unidos, por la presencia de gobiernos demagógicos y corruptos en los países de América Latina y cómo esto ha impulsado la inmigración de sus ciudadanos descontentos, hacia el Norte. Así lo denunciaron tanto el abogado y autor Danny Quintana, como el sacerdote católico Pablo Ramos que ocuparon la mesa directiva del evento. Quintana es autor del libro “Atrapados en el Medio”, en el que relata la odisea de muchos inmigrantes, para llegar al país de las oportunidades. En su intervención responsabilizó al Tratado de Libre Comercio firmado entre México, Estados Unidos y Canadá (NAFTA, por sus siglas en inglés) de la calamitosa situación de los cultivadores mexicanos que se vieron obligados a emigrar a Estados Unidos. Quintana está adelantando una campaña de recolección de firmas, para enmendar el NAFTA que busca incluir la posibilidad de que todos los ciudadanos de estos tres estados puedan viajar, trabajar y residir en cualquiera de los otros dos. Así, un mexicano podría libremente venir, trabajar y residir en Estados Unidos o Canadá, siempre y cuando presente un pasaporte válido y pase un chequeo de su record criminal. Se trata de una propuesta audaz que equivaldría a una reforma migratoria, exclusiva para los mexicanos y canadienses. Otra de las exigencias que contempla la propuesta es que antes de alcanzar la residencia, el inmigrante debe haber comprado una póliza de seguro de salud. Actualmente, son muchos los inmigrantes que llegan a Estados Unidos, después de haber cometido crímenes en sus países, señalaron algunos de los participantes. Sin embargo, el momento más álgido del debate se presentó, cuando una de las participantes acusó a los latinos de no querer aprovechar las oportunidades para educarse. Otra de las presentes, la interpeló señalando que como profesora de escuela podía refutar completamente esa aseveración. “Los padres hispanos son los que más se preocupan por sus hijos, porque a pesar de no hablar el idioma me envían correos, me llaman y me preguntan a través de traductores, por el desempeño de sus hijos”, señaló la maestra antes de prorrumpir en llanto. El director del Centro Cívico Méxicano, Frank Cordoba intervino con energía para contradecir esa tésis y señalar que es el “racismo todavía imperante en nuestra sociedad, el que impide que muchos jóvenes latinos puedan educarse más”. Otro de los panelistas fue el reverendo Ray Waldon, decano y rector de la catedral, quien enfocó su ponencia, desde una perspectiva espiritual. “Cualquier discusión cristiana sobre inmigración debe tener como punto de partida a Mateo 22: 37-40 que dice, que Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y más grande de los mandamientos. Y el segundo es como este: Amarás a tu prójimo como a tí mismo”, fue la cita empleada para introducir su intervención. Agregó, que “amar a nuestro prójimo requiere que mostremos compasión y misericordia cada vez que empecemos cualquier discusión, sobre el asunto de la inmigración”. Después de citar muchos otros capítulos de las Sagradas Escrituras en las que se menciona a los peregrinos, y el amor que debe acompañar a quienes los reciben, Waldon remató con su conclusión. En esta resaltó que desde una perspectiva cristiana, la reforma migratoria requiere compasión absoluta y compromiso con la justicia. “A cambio, nosotros podemos esperar de los que llegan a nuestro país sumisión a las leyes, mientras se encuentran aquí y si se naturalizan, entonces la expectativa es que se hagan sólidos ciudadanos que se comprometan en la construcción de nuestra sociedad”, aseveró. Por su parte, Jean Welch Hill representante de la Catholic Diocese of Salt Lake City intervino, enfatizando el tema desde el punto de vista de la dignidad humana. “Todos los hombres son libres y creados en condición de igualdad ante Dios y lo que buscan muchos que cruzan el desierto es una vida con dignidad”, expresó. Añadió, que “por más que se construyan muros habrá siempre inmigrantes en busca de estos ideales”. Rechazó, el énfasis que muchos ponen en el tema de la seguridad, como una barrera para adelantar una reforma migratoria. La abogada Sharon Preston, también fue del grupo de los panelistas y expresó que las corporaciones que manejan las correccionales son las que impulsan el lobby contra los indocumentados. “Ellos fomentan la rabia contra los inmigrantes”, enfatizó. También, criticó las políticas de deportación e invitó a los que participan en el debate migratorio a destacar este aspecto, como un buen argumento para convencer a los ciudadanos americanos. Asimismo, se remontó al año de 1986 como la primera vez que se empezó a exigir mostrar documentos, para trabajar. A su turno, el padre Pablo Ramos habló sobre la necesidad de defender a los niños y a las familias víctimas de la ola antiinmigrante. De la misma manera, acusó a Estados Unidos por la crisis política que viven los países latinoamericanos ayer víctimas de dictaduras y hoy de la demagogia y la corrupción. Angel Reinaldo Escobar is a journalist with more than 10 years of experience as a political editor in Washington DC and 3 years in Salt Lake City. He is an expert in politics, Hispanic issues, national and hemispherical security