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En los años que llevo como consejero matrimonial en Denver, he trabajado con cientos (si no miles) de parejas. Una de las razones más frecuentes por las que las parejas acuden a mí es porque uno de los cónyuges engañó al otro y tuvo una aventura amorosa. Una de las preguntas más frecuentes que escucho cuando una esposa se entera de que su marido la engañó es “¿Por qué?”.
Pues bien, tras pasar varios años ayudando parejas a recuperarse de esas aventuras, estos son nueve de los motivos más comunes por los cuales los hombres engañan a sus mujeres.
1. Falta de romance
Se supone que un matrimonio tenga pasión y romance. Desafortunadamente, muchas mujeres resultan víctimas de la “Falacia del Príncipe Azul” y creen que sus maridos deben cortejarlas, pero que ellas no necesitan enamorarlos. Pues bien, después de muchos años, algunos hombres simplemente se cansan de ser los únicos que intentan generar romanticismo, y salen a buscarlo en otro lado.
2. Falta de intimidad
Es un cliché, pero también es cierto. Muchos hombres se casan con la expectativa de tener relaciones íntimas maravillosas con sus esposas. Pero puede que descubran que su vida sexual es insuficiente – o que no existe. Como la intimidad es una parte importante del ser humano, algunos hombres buscan satisfacer esas necesidades fuera de sus matrimonios.
3. Falta de amor
Los hombres no sólo tienen necesidades físicas. También necesitan amor. Quieren sentir que alguien los desea, que alguien los echará de menos cuando no estén. Cuando los hombres no se sienten amados, algunos eligen apartarse de sus matrimonios e buscar amor en otra persona.
4. Emasculación
Así como a muchas mujeres les gustan la ropa bonita y las artesanías, a muchos hombres les gusta ver partidos de fútbol o jugar a las cartas con sus amigos. Después de casarse, sin embargo, muchos sienten que no pueden expresar su lado masculino sin que sus esposas los critiquen. Después de pasar años emasculados de esta forma, ellos buscan a otra persona que los acepte como son, y surge el engaño.
5. Cambios en la vida
Las personas cambian. Es lo normal. No quieres que tu cónyuge de 50 años se comporte como si tuviera 20. Desafortunadamente, no se pueden predecir todas las formas en que una persona puede cambiar durante su vida, que son muchas. Ni siquiera puedes adivinar de qué forma tú cambiarás. Entonces, cuando algunos hombres envejecen, puede que no se sientan tan felices con sus vidas como les gustaría serlo y realizan cambios drásticos (por ejemplo, tener una aventura).
6. Creencias falsas de masculinidad
Cuando están creciendo, los niños ven shows de TV donde el “chico cool” conquista a todas las chicas. Ven cómo el chico popular en la escuela es coronado rey del baile de graduación con una hermosa reina a su lado. En consecuencia, muchos hombres creen equivocadamente que para ser hombres, deben poder conseguir chicas. Así, ellos tratan constantemente de forzar los límites con actitudes coquetas y tajantes frente a las mujeres. Pero cuando esto se prolonga demasiado, terminan pasándose de esos límites y ocurre la infidelidad.
7. Están cansados de la vieja rutina de siempre
Los seres humanos necesitan novedades. Todo el tiempo necesitan alcanzar nuevas metas y crecer. Desafortunadamente, en muchos momentos de la vida las personas se sienten desprovistas de desafíos y aburridas – cansadas de la vieja rutina de siempre. Algunos hombres se salen de sus rutinas para conseguir novedades y entusiasmo.
8. Están hartos de que los fastidien
Generalmente, las mujeres son más meticulosas que los hombres. Por ejemplo, ellas tienden mucho más a usar una esponja específica para lavar los platos y otra para las mesadas, pero los hombres usan una sola esponja para ambas cosas. En vez de apreciar estas diferencias, algunas mujeres se quejan de ellas. Cuando un marido (o cualquier hombre) se siente siempre criticado y nunca apreciado, puede que elija buscar aprecio fuera de las relaciones que tiene.
9. Insatisfacción
En cierta forma, esa palabra resume todo. Algunos hombres engañan a sus mujeres – incluso siendo felices con ellas – porque hay vulnerabilidades en sus relaciones. Con mucha frecuencia, esos puntos débiles son alguna forma de insatisfacción – emotiva, práctica, con la intimidad, etc.
Si bien muchos de estos motivos apuntan a defectos en la esposa, es importante entender que no es su culpa que su marido la engañe. Aunque muchos hombres responsabilizan a sus compañeras, es obvio que ellos también aportan lo suyo al mal matrimonio, y ellos deben identificar qué es lo que hacen que permite que su relación se deteriore. El marido también debe identificar por qué se permitió tener una aventura en vez de elegir entre un gran número de otras opciones disponibles para lidiar con un matrimonio infeliz. Una pareja unida puede reconstruir su relación y ser más feliz y más fuerte que antes. Aaron Anderson es terapeuta y director de The Marriage and Family Clinic en Denver, Colorado, EE.UU. También es escritor, orador y experto en relaciones.
