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SALT LAKE CITY - Cuando se oye "accidente de tráfico" uno piensas lo peor.
Ora George dijo que había recibido un texto que decía: "Un accidente de tráfico sucede con alguien que conoces por favor regrese la llamada a este número".
Antes de que pudiera marcar de nuevo, el mismo número llamó. Una voz masculina al otro lado le dijo que uno de los miembros de su familia había tenido un accidente, y que el accidente se había producido en algún lugar en Salt Lake City. Que de hecho, el accidente había sido tan grave que el primo de la persona a quien estaban llamando estaba tirado en el camino e iban a tener que amputarle una pierna.
Es una llamada traumática, dijo el ahora retirado agente especial del FBI, Juan Becerra, pero no es nada más que una artimaña para conseguir que el destinatario pague dinero.
Becerra, quien trabaja como investigador privado para el Grupo de Defensa Korr, ayudoo a KSL Investiga a recopilar información sobre el número de teléfono que contactó a George.
Aquí está lo que se encontró:
El número de teléfono provenía de las afueras de Nueva Jersey. El número había cambiado de manos y direcciones al menos tres veces en seis meses. La ciudad en la que estaba inscrito no existe. El número de teléfono ya no estaba en servicio cuando fue llamado en una fecha posterior. Becerra y KSL investiga también localizaron quejas en línea sobre el mismo número de teléfono.
Así es como George supo cómo hacer preguntas: La persona que llamó cambiaba el color del coche, cambiaba el género de la víctima, y no podía nombrar edificios cercanos o la carretera donde había ocurrido el accidente.
"Cualquier cosa, desde accidentes de coche hasta tener a gente como rehenes", dijo Becerra. "Es el efecto de shock el que esperan para capitalizar".
Si George no hubiera puesto en duda la historia, es probable que la persona que llamó hubiese finalmente exigido que envíe dinero.
Cuando George se negó a dar los nombres de los miembros de su familia, la persona que llamó, colgó. Ella contactó a la policía, quienes le aseguraron que no había ocurrido ningún accidente grave en la zona. Entonces llamó a su hijo para ver cómo estaba, y allí fue cuando ella se echó a llorar.
George ha estado en ese lugar antes. Su padre fue asesinado por un conductor ebrio cuando tenía 10 años y su cuñado y cuñada murieron en la I-15 en el 2010.
Ahora ella está enviando su propio mensaje, advirtiendo a otros a que sean desconfiados de la persona que llama y que está en el otro extremo de la línea. Es importante recordar, cuando sucede un accidente grave que implica a un miembro de la familia, es por lo general la policía y no un civil que se comunicará con usted.
