Expresarnos… No es dejar de honrarlos

Desde el comienzo de la historia humana misma hasta hoy Siglo XXI, se nos ha enseñado en la cuna y reclamado durante el resto de la vida que debemos un sagrado respeto y honrar a nuestros progenitores o aquel que nos dio la crianza. Tal digna obligación la podemos enmarcar en lo que se conoce como “Honra a tus Padres”.

!Que gran privilegio para aquel, cuando en justicia y buena fuente, lo ejerce; pero mas aún para aquel que merecidamente recibe tal alago!

Sin embargo no todo lo que brilla es oro, y no siempre una golondrina hace primavera. Se nos amedrenta con mensajes muy sutiles y disfrazados de que debemos hacer silencio y sin ‘polemizar’ honrar y hasta ciegamente a nuestros padres. Tal conducta puede convertirse en una penitencia y extender su agonía a lo largo de la vida.

A menudo aquellos que trabajamos profesional o voluntariamente en programas de ayuda enfocados a la violencia domestica, abuso infantil, negligencia familiar, abandono, etc.; nos encontramos con la realidad de que existe un común denominador en las víctimas de estas problemáticas familiares, y me refiero al conflicto emocional o sentimientos encontrados que muchos llevan en el tren de su vida como una carga pesada.

Un joven declaraba su confusión y conflicto en sus emociones a la hora de mostrar esta honra a su padre…había sido abandonado en sus primeros años de edad para no verlo mas. La justa, honorable y honrada razón de emigrar a los Estados Unidos para buscar un sustento a su familia era la respuesta de un padre con el fin de explicar a su hijo el tal abandono. Aquí nos enfrentamos a un fenómeno social antiguo como la vida misma, por un lado un acto heroico de un padre de buscar nuevos horizontes y por el otro un niño que piensa como niño pero que reclama su derecho como cualquier ser humano sabio… el amor y calor de su padre aún en las tormentas de la vida.

No de debe tapar el sol con un dedo, es y será siempre un abandono, no solo físico sino emocional y espiritual el que sufre este pequeño.

Pero qué nos dice la Sociedad?, qué nos han puesto en la mente?...Que debemos estar agradecidos por tal acción heroica.

Es triste, insalubre y corrosivo para la salud emocional el mostrar un agradecimiento y a veces veneración a aquel padre que no ejerció su papel como tal. Muchas veces este callar y este entierro de nuestros sentimientos tal como, Porqué me abandonaste?, Porque abusaste de mi?, Porqué lo permitiste?, muchas veces estas represiones de callarnos y no hablar como son las fuentes de muchas enfermedades como también de comportamientos anormales.

Nuestro cuerpo no nos miente y no nos lava la memoria. El sigue ahí y en algún momento nos recuerda de alguna manera u otra lo vivido en el pasado. Nuestro cuerpo no se rige a las tradiciones, ni a la moda ni a lo que se defina como moral o inmoral. El cuerpo habla en el lenguaje de los sentimientos, de las emociones y de las enfermedades y vamos a entender este lenguaje el día que entendamos que no es saludable la negación a lo vivido en la infancia.

Así que honrar a tus padres va de la mano con el amor. Pero debemos aprender que un amor forzado puede provocarnos mucho dolor. El amor no puede surgir por simplemente desear cumplir una ley o un mandato. Quienes desde pequeños recibieron el verdadero amor (NO violencia, NO maltrato, NO abandono, NO negligencia), quienes recibieron este tipo de amor estos sí podrán amar sus padres sin dificultad y sin necesidad que un mandamiento lo ordene.

Estos sentimientos seguirán estando ahí, continuarán dirigiendo una sociedad reprimida, a menos que aprendamos a expresarnos. A veces no es fácil, quizas necesitemos ayuda profesional, pero valdrá la pena. Otras veces nuestra espiritualidad y fe pueden ser de gran ayuda, nuestro cónyuge, un amigo o un ser querido tambien lo puede ser si es que toma una posición de empatía y no de juzgar o criticar.

En ciertos casos el padre o la madre quien me dañó, ya no está en esta tierra, o si lo está pero no en todas su hablidades como para escuchar nuestros sentimientos, en este caso de igual manera podemos y debemos quitar afuera esa carga que por tanto tiempo nos ha perseguido, una carta escrita, un diario personal, pueden ser de gran ayuda. Lo que importa y urge aquí es que exterioricemos esas emociones y no con el fin de reclamo y disputa sino con el único fin de sentirme quizás por primera vez en la vida sano y sin el tormento.

“El cuerpo grita lo que la boca calla”, no podemos dejar de lado lo que nuestro cuerpo nos dice. No hay mejor salud que uno use sus libertades para expresar sus mas profundos sentimientos y emociones.

NO HONRARAS MENOS A TUS PADRES POR EL HECHO DE EXPRESAR Y EXTERIORIZAR TUS SENTIMIENTOSPablo Tellechea es Professional Life Coach y Conferencista sobre Motivación, Calidad de Vida y Relaciones Familiares. Conductor de Radio y TV en LA JEFA 1490/1550 AM, sábados a las 8pm con su programa “LO QUE MAS IMPORTA”.