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SALT LAKE CITY - Estoy lavando los platos en la cocina mientras escucho a mis hijas jugar Barbies. Ellas acaban de descubrir una isla secreta y necesitan excavar para desenterrar un tesoro.
"Ooh! Finga que encontramos un tesoro, pero en lugar de oro tiene un suministro interminable de ropa nueva!" Dijo uno de ellas.
Sí, esas son mis niñas. Yo suelo ir de compras con una princesa o un hada. Yo sé hablar al estilo de "Fancy Nancy", y cómo peinar su pelo en más formas que las que nunca imaginé. Cuando llega la hora de decorar la casa para las fiestas o cumpleaños, tengo ayudantes increíbles. La vida con las muchachas es muy buena!
Mientras mi marido teme en que llegue el día en que todos estén juntos en la escuela secundaria, yo estoy disfrutando de las similitudes que compartimos. No hay nada que se parezca al vínculo de madre-hija. Aquí hay cinco razones por las que amo ser mamá a las niñas:
Las niñas son cuidadoras naturales, llenas de compasión.
Me encanta ver a mis tres niñas , ya que instintivamente ayudan a consolar a su hermano pequeño cuando se cae, o ayudan a la otra hermana a aprender a leer. Como una cuidadora yo misma, me llena de alegría cuando veo que me ayudan en este proceso.
Las niñas tienden a embellecer su entorno.
Mi marido se da cuenta de esto en el color de su ropa - que es, naturalmente, más colorida que la ropa del varón. Y las chicas no sólo se ponen una camisa y los pantalones; tiene que haber una cierta camisa o no se vestirá. Cuando decoramos para la Navidad, tengo que asignar áreas o vamos a tener demasiadas diferencias creativas. Ellas no pueden tener una fiesta de té sin adornos, es necesario que haya al menos un menú, una mesa totalmente establecida y una flor.
A las niñas les gusta hablar.
Eso no quiere decir que a los niños no les gusta hablar, pero las niñas tienden a tener la necesidad de hablar con otros. Tenemos que descargar. Me encanta simplemente hablar con mis hijas. No necesitamos jugar con juguetes; podemos simplemente sentarnos y hablar en el sofá al final del día. Es agradable hablar con otra chica. Hay algunas cosas que sólo las chicas entienden, no importa lo duro que los varones puedan tratar.
Las niñas dan a las mamás una nueva perspectiva.
Ahora que he adquirido algunos años de experiencia, mi perspectiva ha cambiado. Veo en mis hijas cosas que me gustan de mí misma, y las cosas que yo hago, pero no me había dado cuenta antes. Veo mis debilidades a través de ellas. Veo lo que realmente importa – lo que realmente puedo llegar a ser y en lo que realmente necesito enfocar mi energía. Tener niñas me permite dejar que esas cosas frívolas se vallan, cosas que me importaban antes y seguir esforzándome para ser la mamá que aman.
Vamos a hacerle frente - las niñas son emocionales.
Nos conmueve cuando vemos escenas conmovedoras, incluso si es sólo un comercial (podemos negarlo, pero algo en nosotros suscita). Tenemos la necesidad de conectarse con otros y compartir nuestros sentimientos. Como madre, puedo formar un enlace diferente con mis hijas porque somos emocionales. Nos gusta compartir nuestros sentimientos con los demás (recordamos, nos gusta hablar); y porque nos sentimos en un nivel más profundo, podemos empatizar más fácilmente. Podemos ayudarnos unas a otras a través de los tiempos más difíciles.
Ser madre de niñas es realmente un regalo maravilloso. Sé que puedo contar con la ayuda de mis niñas. A veces se ensucian y les gusta correr por la casa, pero se que en realidad están hechas de azúcar y son especias (y no hace daño que podamos tener una noche de cine para niñas).
