Estimated read time: 2-3 minutes
This archived news story is available only for your personal, non-commercial use. Information in the story may be outdated or superseded by additional information. Reading or replaying the story in its archived form does not constitute a republication of the story.
Lo que probablemente debería haber sido una trágica historia se ha convertido en un cuento de milagros. Un niño australiano está caminando de nuevo después de que los cirujanos volvieran a unir su cabeza a su columna vertebral después de un horrible accidente de tráfico.
Jaxon Taylor de 16 meses de edad sufrió una decapitación interna el mes pasado cuando el coche en el que viajaba con su madre y su hermana de 9 años de edad, se estrelló de frente contra otro vehículo, según informa la cadena NBC News. Los coches iban alrededor de 70 mph en el momento del accidente.
Rylea Taylor, la madre de Jaxon, conducía. Los airbags se activaron, salvándola de una lesión, y ella fue capaz de saltar desde el coche para rescatar a sus hijos, de acuerdo con 7 News Melbourne. Pero cuando fue a sacar a su hijo del coche, ella sabía que algo estaba terriblemente mal.
"Yo sabía que su cuello estaba roto", dijo Rylea Taylor.
De hecho, la fuerza de la colisión había causado que la cabeza se separara de su cuello y la columna vertebral. Jaxon fue trasladado a un hospital e inmediatamente puesto bajo el cuidado del hombre conocido en Australia como "El Padrino" cuando de cirugía de la columna se trata - El Dr. Geoff Askin.
Askin dijo a 7 News que ésta fue la peor lesión de su tipo que jamás había visto, llevándolo a una cirugía complicada que tardó seis horas en completarse. El cirujano volvió a unir las vértebras de Jaxon utilizando un diminuto pedazo de alambre, pero sólo después de la colocación de un halo en el cráneo del niño para mantenerlo completamente inmóvil. Askin utilizó un trozo de costilla de Jaxon para injertar las vértebras de nuevo juntas, informa 7 News.
"Una gran cantidad de niños no sobreviven a esa lesión en primer lugar", dijo Askin. "Si lo hacen, y ellos fueran resucitados, nunca podrían moverse o respirar de nuevo (por su cuenta)".
Los padres de Jaxon dicen que la supervivencia y la recuperación de su hijo no es nada menos que un milagro.
El halo de Jaxon mantendrá todo en su lugar por las próximas ocho semanas, lo que permite una recuperación completa.








