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La portavoz de la Iglesia SUD (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días), Jessica Moody emitió la siguiente declaración el jueves en respuesta a preguntas de los medios en relación con la capacidad de los miembros de la iglesia para plantear preguntas y buscar respuestas en la iglesia:
En primer lugar, no hay ningún esfuerzo en decirle a los líderes locales en mantener alejados a los miembros de los blogs o discutir preguntas en línea. Por el contrario, los líderes de la Iglesia han alentado el diálogo civil en línea y reconoce que hoy en día es la forma en que nos comunicamos y discutimos ideas los unos con los otros. Toda nuestra Iglesia fue fundada sobre la base de preguntas sinceras hechas por un niño de 14 años de edad. Tener preguntas y buscar respuestas es normal. Dentro de esas preguntas serias pueden estar las semillas de la fe.
Las Escrituras están llenas de ejemplos de cómo recibir respuestas a nuestras preguntas - para encontrar la verdad y alinear nuestra voluntad con la de Dios - y ese proceso incluye el estudio, la oración, el aprendizaje y la discusión de las doctrinas de la Iglesia. Millones de personas hacen esto a lo largo de sus vidas. Cómo y por qué uno se pregunta es tan importante como las preguntas que estamos preguntando. Lo que causa preocupación para los líderes de la Iglesia es cuando motivaciones personales conducen esas conversaciones más allá de la discusión, y una persona o un grupo comienza a reclutar a otros para insistir en cambios en las doctrinas o la estructura de la Iglesia. Cuando se va tan lejos como la creación de grupos organizados, la organización de eventos públicos para promover una causa o la creación de literatura, donde los usuarios comparten en sus congregaciones locales, la Iglesia tiene que proteger la integridad de su doctrina, así como a otros miembros de ser engañados.
En el corazón de la conversación son asuntos de fe y doctrina. Creemos que estas doctrinas son dadas a nosotros por Dios de una manera sencilla: a través de las Escrituras y por medio de profetas y apóstoles vivientes. Si nuestras metas personales van más allá de lo que se ha proporcionado de esas fuentes, debemos preguntarnos si no estamos tratando de cambiar su Iglesia para que coincida con nuestra propia perspectiva.
Como Iglesia, hemos estado buscando desde hace varios años en lo que podemos mejorar y cambiar - elementos culturales que no están vinculados a la doctrina. Hemos tenido y seguiremos teniendo docenas de significativas, útiles conversaciones con una variedad de voces y perspectivas acerca de (los) cambios culturales. Desde mi punto de vista, es un momento muy emocionante para ser un miembro!
Sería completamente inapropiado para mí hacer comentarios sobre cualquiera de los casos individuales de los que usted ha oído hablar recientemente, ya que esos son asuntos personales tratados en el ámbito local. Pero puedo ofrecer algunos principios. Al tratar con todas estas cuestiones y preguntas, un líder laico local es el que determina la forma en que se aplican a los que él sirve. Si las acciones de un miembro se convierten en una preocupación para él, él puede confiar en sus propios puntos de vista espirituales, la oración personal, la orientación de los manuales y su entrenamiento para determinar la mejor manera de tratar las circunstancias de los miembros. Por ejemplo, el manual de procedimientos estándar dice: "los oficiales (que) presiden localmente no deben esperar que las Autoridades Generales les digan cómo decidir los asuntos difíciles. Las decisiones sobre la disciplina de la Iglesia se encuentran dentro de la discreción y la autoridad de oficiales (que) presiden localmente, a medida que buscan en oración la guía del Señor".