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El cierre de la jornada 8 nos deparó el tercer empate a cero del torneo, entre Grecia y Japón, donde los nipones no pudieron aprovechar la expulsión del capitán Konstantinos Katsouranis en el minuto 40’. Junto a los otros dos encuentros sin goles, en 23 partidos disputados hasta el momento, del Brasil vs México y el Nigeria vs Irán, quizás este fue el peor juego de los disputados. Fundamentalmente porque en este choque fue donde menos propuestas ofensivas tuvieron los equipos, y las que hicieron fueron muy pobres.
En el primer tiempo, antes de quedarse los helenos con diez, ya eran Japón quien más proponía, pero carecían totalmente de pegada. Yoshito Okubo remató alto de cabeza primero y Yuta Osako disparó en dos ocasiones cerca del área griega, como lo más parecido a una oportunidad de gol. Por parte griega fue todavía peor, sólo dos acercamientos a la meta de Eiji Kawashima de Kone y Torosidis que no se pueden decir que hayan sido ocasiones de gol.
Este fue el primer partido en Brasil 2014 donde los equipos estaban más preocupados por defender el empate que por ir a ganar el choque. Claro que, con la inferioridad numérica, el equipo del técnico portugués, Fernando Santos, se dedicó a aguantar el empate e intentar alguna sorpresa a balón parado, porque ya carecía de argumentos.
Por tanto, fue Japón quien llevó la iniciativa durante toda la prolongación, con buenos momentos de circulación, casi al estilo de tiqui-taca español, incluso en el defecto, con poca verticalidad y poco peligro de gol. De ahí que no se moviera el marcador en todo el encuentro.
Fue la gran oportunidad nipona perdida, y queda ahora en una situación difícil y la obligación de ganar en la última jornada a Colombia, que ya clasificó matemáticamente con este 0-0. Grecia se la jugará ante la superior Costa de Marfil, que debe ser quien pase por potencial de segunda en este Grupo C y que le puede valer un empate. Periodista español especializado en deportes por más de 30 años. Twitter: @cartiles60
