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Con la figuración central de Utah como prototipo de lo que puede ser el espíritu que anime la reforma migratoria se realizó en Washington DC, el National Inmigration Forum. La convocatoria reunió a líderes de toda la nación con el objetivo de urgir tanto al presidente Obama como al Congreso, para que pongan como prioridad en su agenda, un “nuevo proceso de inmigración”. El fiscal general de Utah, Mark Shurtleff fue una de las voces más escuchadas durante el evento, y su intervención sirvió para recordar el Utah Compact y el espíritu luchador del gran líder latino, César Chavez. Shurtleff recordó durante una rueda de prensa, los esfuerzos que ha realizado durante los dos últimos años y las numerosas reuniones sostenidas con el Procurador General de la Nación, la Directora de Homeland Security y otras autoridades para discutir una solución al problema migratorio. Citando a César Chavez, Shurtleff hizo un llamado a la unidad, por encima de las diferencias partidistas para lograr una solución que le devuelva a Estados Unidos, el sentido de ser una nación de inmigrantes que acoge con conmiseración a los que llegan a sus costas. Shurtleff citó en español a Chávez diciendo, que “siempre debemos estar como en un misma familia, porque juntos valemos más y podemos sacar adelante nuestra causa”. El fiscal de Utah expresó, que se ha reunido con July Rodriguez, quien es la funcionaria de la Casa Blanca encargada del tema de la inmigración y es además nieta del líder Chávez. Asimismo, Shurtleff abogó por una “reforma migratoria razonable y compasiva que energice nuestro país, enriquezca nuestra economía y una a todos en libertad”. Durante dos días, más de 250 líderes de 26 estados se reunieron en el Ronald Reagan Building de la capital de la nación. Otra de las participantes que se destacaron fue Natalie Gouchnour, vicepresidente de la Salt Lake Chamber, quien se refirió al Utah Compact como un ejemplo. “Este acuerdo de principios derivó en un novedoso estatuto legislativo, que balanceó la necesidad de mejorar la aplicación de la ley con las reales preocupaciones económicas y humanitarias asociadas con la inmigración en nuestro Estado”. Al evento de dos días de duración se hicieron presentes pastores, activistas, hombres de negocios y jefes de Policía para asegurar que los líderes, “atiendan el llamado por una estrategia nacional de inmigración que sirva los mejores intereses de América”. Los líderes religiosos se distinguieron por sus intervenciones tales como la del reverendo Samuel Rodríguez, presidente de la National Hispanic Christian Leadershio Conference, quien dijo, que la reforma migratoria debe ser “prescripción reconciliadora para un país dividido por los partidos políticos”. “Al final del día no es un asunto de la agenda del burro o del elefante, sino del cordero”, dijo para referirse al sufrimiento que han padecido los inmigrantes, por la falta de esta reforma. Otro acontecimiento trascendental fue la carta pública enviada por los pastores protestantes de Estados Unidos, al presidente Obama y a los líderes de la Cámara de Representantes y el Senado. En la comunicación, los líderes religiosos les piden que la reforma se materialice durante los primeros 92 días del nuevo Gobierno, en atención a que la palabra inmigrantes aparece 92 veces en la Biblia. Los pastores señalan en la misiva, que “nuestras leyes de inmigración han creado una crisis moral, política y económica en América”. Agregan, que “las iniciativas para solucionar esta crisis han conducido a una polarización que a su vez produjo que la posición de los dos bandos sea tergiversada y vista, como la de los que quieren fronteras abiertas contra los partidarios de la deportación de millones”. “Esta falsa opción ha llevado a un estancamiento político inaceptable a nivel federal con un trágico costo humano”, enfatizan. Por su parte la Iglesia Católica, también hizo esta semana un llamado al presidente Obama y líderes del Congreso, para que trabajen juntos en la aprobación de una reforma migratoria bipartidista y comprensiva en 2013. “Me siento entusiasmado, por las recientes declaraciones públicas de los líderes de los dos partidos políticos que apoyan la consideración de la reforma integral de inmigración en el nuevo Congreso”, dijo el arzobispo de Los Angeles, José H. Gómez. El Obispo que es además el presidente del Comité Episcopal para la Migración reiteró, que es necesario aprovechar este momento y comenzar el difícil proceso de configuración de un acuerdo bipartidista. “Durante décadas, los obispos católicos de Estados Unidos han abogado por una reforma justa y humana del sistema de inmigración de nuestra nación, porque hemos sido testigos de la separación de la familia, la explotación y la pérdida de vidas causada por el sistema actual”, agregó. El purpurado aseveró, que “millones de personas siguen en las sombras, sin protección legal y marginados de la sociedad, por lo que es una cuestión moral que este sufrimiento termine”.