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Familias de inmigrantes sentirán durante estas fiestas la ausencia de un ser querido debido a las deportaciones, por lo que cientos de niños en Los Angeles aprovechan la fecha para escribir cartas al Congreso para que las detenga. La organización que lidera la campaña, "Un Deseo para las Fiestas", recordó hoy este drama que afecta a miles de personas y que ha llevado a que los menores se hayan animado a escribir a los congresistas, pidiéndoles que paren las deportaciones y mantenga las familias y las comunidades unidas. "Cuando se deporta a los padres, se olvida que los principales perjudicados son los niños", dijo Mesías Pedroza, uno de los activistas de la campaña promovida por la Alianza Nacional de Trabajadores Domésticos, que busca entregar 10,000 cartas a los congresistas a principios de diciembre. "Estos niños quedan solos y muchas veces los mayores se encargan de cuidar a los más pequeños, para lo cual no están preparados o muchos pequeños van a hogares temporales, lo que les deja un trauma para toda su vida", agregó Pedroza. Eliza Morales ha tenido que vivir los pasados cinco años en Los Angeles, separada de su madre, quien fue deportada a México cuando la joven tenía 14 años. Hoy, a sus 19 años, Eliza escribió al Congreso una carta en la que explica el impacto que la deportación de su madre ha tenido en su vida. "Fue realmente muy difícil lidiar con ello, porque yo no sabía si ella estaba bien o dónde se encontraba", expresó Eliza en su carta. "Me sentí como si me ella me hubiera abandonado. Las políticas de inmigración de EE.UU. están, poco a poco, separando las familias", agregó la joven que ahora coordina la participación de un grupo de estudiantes de escuela media en la campaña Un Deseo para las Fiestas. "Todos los niños deben entender que no es correcto separar a las familias y que es un problema que tiene que arreglarse", afirmó la activista, que confió en que "nadie tenga que pasar por el dolor" que ella sufrió. Al menos uno de los padres de cerca de 5,5 millones de niños en el país es inmigrante indocumentado, lo que lleva a que estos niños vivan con el temor de que sus familias sean separadas por las detenciones y las deportaciones, según un informe presentado por el Centro de Investigación Aplicada en 2011. En el primer semestre del año pasado, más de 46,000 padres de niños estadounidenses fueron deportados, destacó el informe. Un análisis de la revista especializada en justicia socia,l ColorLines señaló que a finales de 2011 más de 5,000 niños se encontraban en hogares temporales de adopción, debido a la deportación de sus padres. Entre 1998 y 2007 más de 100,000 padres de niños estadounidenses fueron deportados, según un reporte del Departamento de Seguridad Nacional, presentado en marzo. Para Yolanda Zúñiga, quien vivió en Estados Unidos 24 años, la vida cambió en unas pocas horas, cuando las autoridades de inmigración la arrestaron a ella y a su esposo y los deportaron a México. "Yo le iba a poner una camiseta a mi niño, las policías de inmigración no me dejaron y mi niño que todavía no hablaba sacó fuerzas no sé de dónde y no se dejaba desprender de mí", contó en un vídeo presentado por la campaña "Permanecemos Juntos", presentado por Mujeres Unidas por Nuestros Niños y Familias, otra de las organizaciones que promueven la campaña. "Nada ni nadie podrá borrar esa cicatriz que llevo en mi corazón", afirmó Yolanda, quien ahora se encuentra refugiada en un albergue para deportados en Tijuana (México). "Ahora comprendo a muchas madres que han tenido que dejar a sus hijos", dijo Zúñiga -quien tuvo que dejar a su hijo pequeño a cargo de su hija de 21 años- al pedir "que no deporten a esas madres que tienen sus hijos en los Estados Unidos".