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Carmina e Ismael Guerrero tienen una pequeña hija que sufre de asma. Su tratamiento médico excede lo que cubre el seguro y sus ingresos no son suficientes para pagar el resto de la deuda contraída por la atención médica de su niña. Es un caso recurrente y en especial dentro de la comunidad latina de Utah, que observa impotente como sus deudas crecen, son enviadas a las compañías cobradoras, son citados a la corte y hasta terminan descontándoles de su salario para saldar la cuenta. La mayoría de los latinos no acude a las citaciones de la corte porque no pueden dejar de trabajar, por temor al sistema judicial que desconocen completamente y en otros casos, sencillamente porque su estatus migratorio les lleva a creer que podrían ser detenidos y deportados. La salud de un pequeño puede ser el comienzo de una gran tragedia si no se toman las medidas necesarias para evitarlo. Existen fundaciones sin fines de lucro que ayudan a las familias en estas dificultades y se encargan de la deuda u otorgan bonos con los cuales se puede cubrir parcial o totalmente la cantidad que el seguro no cubrió. Muchas de estas entidades son fundadas por las mismas compañías de seguro médico como una manera de ejercer la solidaridad y mejorar su imagen pública. "The United Children Foundation" es una de estas y ahora busca familias de Utah que estén atravesando dificultades en el pago de sus deudas médicas para otorgarles estos bonos. La entidad ha entregado más de 3,500 de estos bonos desde su fundación en 2007 y solo el año pasado benefició a 1,200 familias. Lo único que se requiere es hacer la solicitud y que la deuda por el tratamiento médico sea causada por el servicio prestado a un niño. Las familias que califiquen para este bono pueden recibir hasta $5,000 para pagar servicios médicos y tratamientos tales como terapias ocupacionales y del habla, servicios de consejería, cirugías, medicamentos, sillas de ruedas, gafas y aparatos para la audición. Los niños tienen que ser menores de 16 años, las familias deben cumplir ciertos requisitos económicos, residir en Estados Unidos y tener un plan comercial de seguro de salud. Otro requerimiento es que los bonos están disponibles para las familias que hayan incurrido en el gasto médico 60 días antes de la fecha en haga la solicitud de esta ayuda. Asimismo se pueden beneficiar las personas que estén teniendo necesidad del bono en el momento de sus solicitud o en caso de que lo requiera en el futuro. Para hacer la solicitud de un bono es necesario acceder al portal de Internet www.uhccf.org y llenar la forma que aparece allí. También existen agencias públicas dedicadas a ayudar a pagar estas cuentas, pero su búsqueda y solicitud consumen mucho tiempo. Las distintas opciones para cubrir gastos médicos de estas agencias se pueden encontrar navegando por Internet, pero el mejor lugar para averiguar sobre ellas es en la misma clínica o centro asistencial en donde se ha contraído la deuda. Cobran sin razón Muchas veces sucede que el servicio de salud prestado es ineficiente o peor aún resulta en un daño mayor para el paciente y sin embargo cobran la cuenta. “Llevamos a nuestra hija a un odontólogo para que le colocara los frenillos en los dientes, nos cobró $400, a las pocas semanas se le cayeron, volvimos para que se los volviera a colocar, pero se le volvieron a caer y a pesar de este mal servicio nos siguen cobrando”, dijo Guerrero a OKespañol. En estos casos se puede disputar legalmente la deuda, lo que se puede hacer acudiendo a la corte de la ciudad en donde tiene su sede el consultorio o centro asistencial en donde fue mal atendido el paciente. Allí se presentan demandas por perjuicios ocasionados por la mala prestación de un servicio cuando la cuantía estimada es por menos de $10,000. Muchos pacientes optan por no pagar en razón a que el servicio no fue prestado o se hizo de manera deficiente, pero el prestador del servicio envía la cuenta a compañías de cobranza. Estas entidades están especializadas en acosar día y noche por teléfono a sus víctimas y tratan de amedrentarlas amenazándolas con enviarlas a la corte. Ellos saben que la amenaza surte su efecto y buscan que el paciente acepte pagar para evitar ir a la corte. En estos casos es recomendable no tener miedo y no ceder al chantaje. Se debe ir a la corte, lo que se puede hacer sin necesidad de un abogado. La corte del distrito de Salt Lake City tiene en su librería un servicio en el que le explican el sentido de las comunicaciones que la misma corte envía por correo a su casa y las formas que existen para responder la demanda. Se puede pedir un traductor en español para el día de la audiencia y allí se le puede explicar al juez lo que pasó. Generalmente el juez da un plazo de varias semanas para llegar a un acuerdo amigable entre las partes. En este tiempo se le debe exigir al prestador del mal servicio de salud que devuelva el dinero que se le dio o de lo contrario que se procederá a una contra demanda. Esto se hace solamente pagando $60 y llenando una forma en la que se explican los hechos y se coloca la suma de dinero que se exige devolver más el costo ocasionado por los gastos, daños y perjuicios que le ha causado el mal servicio y las diligencias legales. Angel Reinaldo Escobar is a journalist with more than 10 years of experience as a political editor in Washington DC and 3 years in Salt Lake City. He is an expert in politics, Hispanic issues, national and hemispherical security
