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Muchos pensamos que solo gritando un matrimonio puede ser destruido. Sin embargo, también podemos estar susurrando y aun así destruirlo, no solo por las palabras que usamos, sino también por cómo las usamos. Nuestra boca tiene gran poder: podemos edificar o podemos derribar grandes murallas de confianza y afecto que alguna vez existieron. Aunque no somos perfectos, tenemos que admitir que sí tenemos control de nuestra lengua –por más enojados que estemos– y de la forma en que optamos comunicarnos.
Aun con el control que tenemos sobre nuestras palabras y la forma en que las pronunciamos, no siempre nos percatamos de que, la forma en que decimos las cosas, tiene igual impacto que las palabras mismas. Este artículo te ayudará a notar cómo algunas palabras que usamos pueden herir a nuestra pareja, aunque ninguna exige que alcemos la voz.
1.La crítica destructiva. Esta implica un ataque a la calidad de persona que tu pareja es. Son palabras calculadas y dichas con el fin de ofender. Una crítica no es lo mismo que una queja. Por ejemplo, decir: “Cuando no me llamaste, me preocupé, ya que habíamos quedado en que me llamarías”, es muy diferente a decir: “Eres un egoísta, nunca piensas en nadie más que en ti mismo y se nota cuando no me llamas”.
2.El desprecio. Si la crítica es mala, el desprecio es aún peor. La crítica es directa, pero el desprecio es emplear un trato mezquino, con sarcasmo y burla. Es insultar de diversas formas, con la meta de hacer sentir al otro totalmente derrotado, sin valor alguno y despreciado. Por ejemplo, palabras como: “Eres patético, dices que estás cansado cuando yo he estado con los niños todo el día” o “¿Podrías ser más melodramático? –una risa– ¿Qué clase de hombre eres?”.
3.La defensiva. Todos nos ponemos a la defensiva cuando sentimos que nuestra pareja nos está atacando. Sin embargo, la defensiva más destructiva es cuando se trata de hacer sentir que la otra persona tiene la culpa de la situación. Esta forma de “estar a la defensiva”, es peligrosa puesto que lleva a la crítica y, al poco tiempo, al desprecio.
4.El bloqueo. Mientras todas las demás formas de destruir tu matrimonio incluyen palabras, esta es la única que no precisa de ellas, pues la comunicación no verbal hiere de igual forma. El bloqueo implica quedarse callado, ignorar, pretender estar haciendo algo en vez de charlar, etcétera. Todas estas acciones son intencionales y hieren la relación de manera profunda.
No es suficiente pensar en las palabras que decimos, sino también la forma en que lo decimos. Esto incluye lo que no decimos con nuestra boca, pero que transmitimos a través de la comunicación no verbal. Las parejas que van derecho al camino de la separación tienen estas cuatro características. Cuida que esto no te suceda a ti y, si ya vives estas situaciones, haz incluso lo imposible por deshacerte de ellas.
*Informacion obtenida con referencias al Gottman Institute de Terapia.Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en denhi.chaney@gmail.com.
