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Cuando un niño se porta mal, los padres quieren que esa mala conducta termine de inmediato.
Así que les dicen a sus niños cosas como, “No hagas eso” o sufrirás una consecuencia.
“El castigo puede detener la travesura, pero no enseña al niño lo que debe hacer,” dice Denis Kimber de la Ciudad de la Juventud de Utah (Utah Youth Village).
Kimber y Jeanette Sayers enseñan a los padres habilidades para cambiar las conductas de los niños problemáticos a través del Primer programa de la familia de una organización no lucrativa.
Realizaron intervenciones en los hogares, pasando 10 horas a la semana en casa de una familia enseñándoles a los padres a cambiar las conductas destructivas y mantener la disciplina sin coraje o violencia.
El miércoles, Kimber y Sayers compartieron algunas de las habilidades con los padres adoptivos, padres sustitutos y profesionales que atienden la Conferencia anual del Consejo de Adopción en el Centro de Exposiciones de South Towne.
“La realidad es que ustedes son que tienen las experiencias como padres. Somos como Home Depot. Te vamos a dar herramientas, y tú las usarás,” Sayers indicó.
Los padres deben asegurarse de la comprensión.
Kimber, que es una mama, madrastra y abuela, dijo que niños de tan solo 3 años entienden las consecuencias.
“Uno de nuestros objetivos como padres es darle a los niños mensajes que comprendan,” dijo.
Por ejemplo, cuando un padre lleva a un niño a la tienda de la esquina, es necesario que le comuniquen sus expectativas.
Decirle al niño que necesita “portarse bien” es demasiado vago.
"'Bien' para una madre de 30 años no es lo mismo que ‘bien’ para un pequeños de 3 años. Kimber dijo.
Es más productivo explicar que “bien” significa, no gritar, no golpear, no encapricharse con un dulce.
Las consecuencias son importantes.
“Cuando los niños se comportan mal, debe haber una consecuencia negativa. Pero cuando la conducta es correcta, deben ser recompensados con consecuencias positivas indicó,” Sayers.
Algunos ejemplos de consecuencias negativas son que el niño tenga que realizar una labor domestica adicional como limpiar los rodapiés o barrer el piso de la cocina.
Las consecuencias positivas, por otro lado, podrían incluir permitir al niño seleccionar que película van a ver como familia, escoger su propio vestuario, o el lugar para comer.
Ya sea que las consecuencias sean positivas o negativas, necesitan implementarse de inmediato y de una manera consistente, y las consecuencias tienen que tener un significado para el niño, Sayers expresó.
Kimber dijo que los padres que otorgan solo consecuencias negativas enseñan a sus hijos a evitarlas como padres.
“Cuando castigas demasiado, te transformas en una consecuencia negativa tú mismo” dijo.
Para las familias que no necesitan intervenciones intensivas. La ciudad de la juventud de Utah ofrece la escuela para padres mensual.
En unos meses la organización planea poner en funcionamiento una página web que ofrezca muchas técnicas de especialistas en familia para enseñar a los padres a través del Primer Programa de las Familias, indicó Sayers.
"Somos expertos en las habilidades,” Kimber dijo. Pero yo también les digo a los padres que ellos son los expertos en su familia. Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en llamas_m4rk@hotmail.com
