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Estamos en el 'modo de purga o eliminación' en nuestra casa mientras nos preparamos para mudarnos una vez más. Eso significa que he estado rebuscando a través de viejas cajas de cosas que no hemos tocado en los últimos seis años, pero se han movido por todo el país en tres ocasiones.
En la parte inferior de una de estas cajas, encontré un cartel de madera que compramos como recién casados. Esperábamos que el mensaje fuera un principio rector de nuestra vida en común: SIMPLIFICAR.
Oh, la ironía. Esta es una muestra que ha sido enterrado profundamente debajo de objetos de recuerdo, adornos, y quién sabe qué más, desde hace años. Claro, cuando empezamos no teníamos muebles, sin hijos y, probablemente, 10 posesiones mundanas. SIMPLIFICAR sonaba como un objetivo de vida que se podría conseguir como algo perfectamente razonable.
Ahora, 13 años y dos hijos después, la simplificación es algo muy duro. Yo no soy un acaparador, pero con el paso de los años, nuestra acumulación de "cosas materiales" ha crecido junto con nuestra familia. Los bebés necesitan por lo menos 20 veces su peso en plástico moldeado para sobrevivir en la niñez temprana.
Entonces, los juguetes de los niños, que tienen algún poder mágico de reproducción que le permite multiplicarse en la noche, esparciéndose cada vez más los 'Pequeños Ponies', animales de peluche, y los 'Legos' por toda la casa. Y ¿qué pasa con toda esas manualidades y dibujos? ¿Qué clase de madre sería yo si tiro al azar los papeles con los dibujos de mis hijas?. Ella podría ser un día una famoso artista y no me habría perdonado haber tirado su primera pintura. ¡Qué vergüenza!
Dios no quiera que sus hijos vean jamás que en realidad está tratando de deshacerse de algo. Esa muñeca que, ni siquiera ha mirado en tres años, de repente se convierte en su mejor amiga, y que absolutamente no puede separarse de ella nunca.
Y así sigue y sigue. Poco a poco, todas esas cosas pasan a dominar mi casa y mi vida. Lo "material" consume mi tiempo con su limpieza y organización. Lo "material" afecta mi relación con mis hijos, cuando yo 'ladro' órdenes para limpiar porque acabo pisando otra pieza del Lego. Lo "material" es una carga en lugar de una alegría. En pocas palabras: es lo "material" lo que me hace infeliz.
Así que he ido tomando de nuevo el control de mi hogar y de mi vida sobre las cosas materiales. Estoy haciéndole la guerra a todas esas cosas mientras nos preparamos para esta mudanza. No me estoy convirtiendo en una minimalista ni nada, pero estoy haciendo una elección consciente de SIMPLIFICAR. Elijo no dejar que la multitud de cosas materiales alejen los momentos y los recuerdos con la gente de mi vida.
Esto es lo que he aprendido hasta ahora y lo que me ha ayudado a recobrar mi vida:
Hacerme preguntas como: ¿He utilizado esto en un año? ¿Hay una situación real en la que me gustaría utilizar esto en el futuro? ¿El tener este artículo enriquece mi vida de alguna manera? La clave aquí es para responder a las preguntas con sinceridad. ¿Estaré realmente yendo a buscar el manual de la computadora si se me rompe, o voy a buscar las respuestas en línea? Bótelo.
Elija a su favorito. ¿Realmente necesito cinco pares de zapatos de tacón negros o jeans para cada ocasión? Sé que voy a optar por usar mi par favorito cada vez, así que por qué sigo con los demás? Cuando intento reducir mis zapatos y mi ropa, siempre sucede una cosa increíble: siento como si tuviera más opciones, cuando en realidad todo lo que queda son las cosas que uso y me gustan. Todo lo demás es sólo confundir la elección y ocupar espacio. Lo mismo ocurre con los juguetes de los niños. Cuando se recortan a unos pocos juguetes favoritos, los niños juegan mejor entre ellos, pasas menos tiempo limpiando, y realmente disfrutar de los juguetes que tienen.
Tenga un plan. Decida la cantidad de cosas que va a donar y tirar a la basura cada semana. Dedique un lugar en su casa, o una caja, para donaciones, y luego realmente llévelo a un centro de donación en un horario establecido.
No se sienta culpable. El punto de que eso estorba es para liberarse de la carga de cosas. Así que no vaya a lidiar con esa carga de culpa por mantener algo. Si quiero aferrarme a algo, por la razón que sea, lo hago.
Asignar espacio. Consiga un contenedor para cosas como las ilustraciones y dibujos de los niños, trabajos escolares y recuerdos. Comprometerse a mantener solamente lo que se adecue y quepa en esa caja. Para mí, cada niño recibe un cubo de plástico de 5 pulgadas de profundidad. Si está lleno y quiero mantener algo, tengo que deshacerme de algo más. Por supuesto que nos gustaría dejar un par de cosas a tener en cuenta, en cada etapa de la vida de nuestros hijos, pero mantener todo lo que pone su nombre es una exageración. Las piezas que guardo significarán más, si escojo sólo los que significan más. (Admito que todavía no he tirado todas las manualidades de mis hijos por la noche, porque no puedo soportar sus miradas acusadoras, cuando encuentran su más reciente obra maestra de macarrones con brillo en la basura).
¡Detener las compras! La purga es sólo una cara de la mentalidad de SIMPLIFICAR. La otra mitad es no tener un flujo constante de compras que entran en casa. Para mí, tuve que establecer no sólo un estricto presupuesto financiero, sino también dejar de navegar por sitios de ofertas web. Me recuerdo a mí mismo que la oportunidad estará allí siempre, y cuando realmente necesite algo. Y la mayor parte de las veces, termino pensando que no lo necesito en absoluto.
Como marcha hacia mi meta de SIMPLIFICAR mi vida, a menudo pienso en una escena de la película de 1980 titulada "Labyrinth" (El laberinto). (Así es, un poco de nostalgia al clásico de David Bowie aquí para ti. Puntos extras si no comenzó a cantar: "What babe? The babe with the power") En la escena, una mujer cargada de cosas intenta distraer a la protagonista de su misión mediante el uso al azar de todos los juguetes favoritos de su infancia. Ella amontona sobre los "tesoros" a buscar, los ositos de peluche, muñecas y las cajas de joyas. Finalmente, la chica se da cuenta de lo que está pasando y exclama: "¡Todo es basura!".
No quiero "cosas materiales" para distraerme de mis tesoros reales y de mi misión en la vida, que es criar a mis hijos en un hogar adorable y ordenado. Simplificando, no se trata sólo de hacer más espacio o de organización, se trata de volver a centrar mi tiempo, energía, y atención, en las personas - no en las cosas - que más importan. Erin Stewart is a regular blogger for Deseret News. From stretch marks to the latest news for moms, she discusses it all while her 8-year-old and 4-year-old daughters dive-bomb off the couch behind her.
