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SALT LAKE CITY - ¿Podría ser que las vacaciones de verano de un niño lo estén haciendo engordar? Los investigadores dicen que los niños tienden a aumentar de peso durante los meses de verano.
Cuando algunas personas piensan en las vacaciones de verano, se imaginan a los niños afuera jugando o montando su bicicleta. Pero la verdad puede ser muy diferente. En un artículo reciente de la NBC, los investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard fueron citados diciendo que el aumento de peso se aceleró durante el verano, especialmente entre los niños afroamericanos y latinos, y los adolescentes que ya tienen sobrepeso.
Nutricionistas en Utah tienen algunas ideas de por qué es eso.
"En el tiempo de verano no hay una estructura, o es muy poca la que hay, y tienen la oportunidad de comer cuando quieran durante el día", dijo Robin Aufdenkampe, gerente de nutrición clínica del Hospital Primary Children. "Tal vez no sea necesariamente el alimento más saludable".
Ella dijo que cada vez más escuelas están tratando de ofrecer opciones más saludables para los niños, pero cuando los niños no tienen esas opciones saludables, van a ir a cualquier cosa que puedan agarrar rápidamente en casa: "Una gran cantidad de niños podría ser responsable de hacer su propios bocadillos o su propia comida", dijo.
Un nuevo estudio revela que la mayor parte de "el destino del peso" de un niño se fija a los 5 años, y que casi la mitad de los niños que se convirtieron en obesos en el octavo grado ya tenían sobrepeso cuando comenzaron el kindergarten.
A veces los padres van a comprar golosinas para ellos mismos y las ocultan de sus hijos, pero Aufdenkampe dice que los niños son capaces de encontrar un montón de cosas que sus padres compran. Ella dijo que lo mejor es no tener comida chatarra en la casa para nada: "Ten todas las frutas frescas y un montón de verduras frescas y esas cosas son menos costosas en el verano", dijo.
Ella también dijo que los niños no están recibiendo la cantidad de ejercicio que sus padres podrían esperar: "Si usted tiene un niño que está en casa todo el verano y no en un ambiente estructurado, podrían tener el doble o el triple de tiempo con las ‘pantalla’, si alguien no está observándolos", dijo.
Además, Aufdenkampe dijo que los niños pueden confundir a menudo el aburrimiento con el hambre por lo que recomienda a los padres que proporcionen a sus hijos un montón de cosas para hacer para mantenerlos ocupados y con suerte alejados de la nevera.
