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Ser mamá es suficiente, una carta que le llegará al corazón

Ser mamá es suficiente, una carta que le llegará al corazón


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El simple acto de ser mamá;Cuando te levantas por las mañanas, con solo unos minutos para poder ir al baño y mojarte la cara con agua bien fría para ayudar a despertarte. Luego te vas corriendo a levantar al más pequeño, mientras corres hacia la cocina a poner cereal en un tazón, y mientras hechas la leche, le das un beso en la frente a tu pequeño que permanece agarrado a ti como si nunca quisiera que te alejaras.

No hay mucho tiempo para el glamour…

Eres solo tú, tu dando cada minuto de tu tiempo. Minutos que suman horas, horas que suman días, días que suman semanas, semanas que suman meses, meses que suman años, y años que suman una vida llena de esos simples momentos de ser mamá.

De alguna manera, en este mundo regido por los medios sociales, llenos de lugares a donde se supone que debemos ir, de cosas que debemos hacer, de comidas exóticas que debemos probar; la belleza de simplemente ser una mamá, parece perderse.

Ser mamá, es suficiente.

A veces la sociedad nos empuja a mirar los “grandes” logros de nuestros hijos como una manera de medir nuestro éxito. Nos concentramos en el premio que sacó nuestro pequeño en la feria de ciencias, pero la verdad, lo que más disfrutamos fueron las horas invertidas pegando cada parte del proyecto, riéndonos cuando algo no nos salió bien, buscando por nuevas ideas para que ese proyecto de ciencia sea el mejor, divirtiéndonos a la par de nuestros hijos. La sociedad pone la barra del “éxito” demasiado alta, olvidándose de esos pequeños grandes momentos que forman parte de ser mamá.

¿Pero sabes qué es lo que realmente importa?

El día en que tu hijo crece y te dice que te extrañó… y tú te preguntas, extraña ir de compras conmigo, o el ir a comer a su restaurant preferido, pero la respuesta es, no. La respuesta es que extrañó tu presencia durante el transcurso del día.

Las pequeñas cosas.

Es importante parar el ocupado horario por media hora y realmente observar el proyecto escolar de tu hijo, podiendo apreciar sus talentos y su esfuerzo. Es encontrar un rato para sentarse a jugar un juego de mesa mientras te ríes y tomas un respiro de las tareas y responsabilidades. Es el hecho de no preocuparse tanto por la ropa que hay que lavar, la ropa puede esperar. Es acerca de estar agradecida de tener una familia a la que le podemos lavar la ropa. Es simplemente el hecho de estar allí para ellos.

Cosas de mamá.

Esas cosas que no son tan celebradas en las paginas sociales, son esas pequeñas cosas que los demás no ven pero que tienen un gran significado en cuanto a la felicidad de la familia.

No ven cuando te levantas por la mañana y te tomas unos segundos para darte fuerzas a ti misma. No ven a aquellas madres que tienen que ser mamás sin la ayuda de nadie. O los interminables viajes de ida y vuelta hacia el auto, o las veces que tienes que contar hasta diez antes del mediodía. No ven cuando suspiras al ver el balance del banco, mientras tratas de encontrar una manera de preparar tres comidas solo con lo que hay en el armario. No te ven cuando caminas a la oficina del director, del doctor o del vecino a defender a tu hijo.

No se ven las curitas que pusiste en las rodillas, los besos que diste en la frente, las almohadas acomodadas de la forma perfecta, los cobertores cubriendo cada centímetro de sus cuerpos. La ropa doblada luego de lavarla, las lágrimas que detienes mientras sigues y sigues. Las cenas listas. El tiempo invertido en reírse de esas cosas que solo te resultan graciosas a ti, porque eres su mamá. Las cepilladas de pelo hasta que quede bien tirante y perfecto mientras tratas de hacer una colita bien alta en tu niña. Las oraciones cuando tus hijos son adolescentes. Las noches dormidas en una silla, mientras sostienes a uno de tus niños enfermos. Esos días en que la casa esta desordenada, pero tú te encuentras leyéndoles un libro. Esa sonrisa valiente cuando estas cansada.

Esas son las cosas que importan.

Las cosas que suman, suman y suman.

No te exhaustas en tratar de cumplir con tu ocupada agenda de súper mamá. No hay una súper mamá, solo hay mamás reales, autenticas, que admiten no tener todo perfecto, pero que siguen peleando. Mamás como tú y yo, que a veces se sienten perdidas con las “metas” que el resto del mundo establece.

Una madre no está basada en la perfección externa. Una madre es una mujer, una persona, como todas las demás. Una mujer con pequeños a su cuidado, que a veces se pregunta cómo puede ser que los ame tanto, cuando la “vuelven loca”. Ella lucha, da, ora, trabaja y no se da por vencida aun cuando a veces quisiera hacerlo.

Esa eres tú; hoy, ayer y siempre.

Yo pienso que es suficiente.

Eres admirable.

Esta carta fue escrita por Rachael Martin, una mamá como tú que valora la labor de ser mamá, y que piensa que el valor de una madre es incalculable. Ann Romney, la esposa del ex candidato a presidente de los Estados Unidos, dijo, “la maternidad ha sido mi carrera y estoy totalmente satisfecha con ello”. Eres mamá, y sin importar lo que la sociedad y la cultura traten de establecer como meta para lograr el éxito, ser mamá es la carrera más exitosa y loable que existe. Mariel Reimann is the Media Manager at KSLespanol. She's studied law at the National University of Cordoba, currently resides in Salt Lake City, Utah. Email: mreimann@ksl.com

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Mariel Reimann

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