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MANILA, Filipinas (AP) — Decenas de miles de personas salieron a las calles de Manila para poder observar al papa Francisco en el arranque de su primer día completo en la nación asiática con mayor número de católicos bajo las medidas de seguridad más intensas de su pontificado.
Los teléfonos celulares fueron bloqueados, un gran número de policías lo vigilaba, y las calles que conducían a la ruta de su traslado fueron obstruidas mientras el papa acudía a su ceremonia de bienvenida oficial en el palacio presidencial.
Francisco se asomó por la ventanilla del sencillo sedán cuatro puertas que lo trasladaba para saludar a la multitud enardecida.
El pontífice tiene una agenda apretada en su primer día en las Filipinas: dará un discurso ante el presidente Benigno Aquino III y otras autoridades locales que se presume se enfocará en la justicia social.
También oficiará una misa en la catedral de la Inmaculada Concepción, y por la tarde tendrá su primer encuentro con civiles filipinos.
