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Cuatro pasos para enseñar a las niñas a combatir los mensajes negativos de los medios

Cuatro pasos para enseñar a las niñas a combatir los mensajes negativos de los medios


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Si les preocupa la influencia negativa de los medios sobre las ideas y la conducta de su hija, no son los únicos. Hay que educar a las hijas de modo tal que tengan conciencia de los mensajes de los medios, sepan cómo responder y encuentren formas de contrarrestar esa influencia.

1.Descubrir la fuente

El tema no son sólo los medios, sino cuáles son los más presentes en la vida de su hijo. ¿Qué presencia tienen los medios en su hogar? ¿Qué actitud tiene su hijo respecto de los aparatos electrónicos? Hay que celebrar un consejo familiar y plantear esas preguntas. A eso debe seguirle el establecimiento de cuánto tiempo ha dedicado cada hijo (¡y cada padre!) al aparato en las últimas 24 horas. Hay que hablar sobre algunos de los mensajes que se han visto o recibido y cómo nos han hecho sentir.

Los diferentes medios afectan a las personas de diversas maneras. En una encuesta, el 69 por ciento de quienes cursaban entre quinto y 12º grado dijo que las fotos delas revistas ejercían influencia sobre su idea de cómo era un cuerpo perfecto, a pesar de que esas imágenes están mejoradas por medios artificiales. Siete de cada diez mujeres señalaron que después de mirar revistas de modas se sienten deprimidas y enojadas.

Hay que ayudar a los hijos a entender cómo les llegan esos mensajes, ya sea por YouTube, videos de música, imágenes de Facebook o de la televisión.

Hace unos años vi un programa familiar por televisión con mis hijas. Durante una de las pausas comerciales, me llamó la atención que cada aviso me había dicho qué necesitaba tener, ser o parecer para despertar la atención de un hombre: cosas como labios carnosos, piel suave y sedosa y cabello teñido que pareciera natural. Por último grité a la pantalla: “No necesito eso” o “No, no es verdad”, etc. Mis hijas se sumaron y, si bien la experiencia nos resultó divertida y nos reímos, destacó que estábamos recibiendo mensajes que no parecían verdad.

2.Explicar por qué

Hay que hablar con las hijas con franqueza sobre los efectos de esos mensaje de los medios, tanto sutiles como abiertos. Es necesario explicar que, con el tiempo, pueden cambiar sus ideas y su comportamiento. La investigación señala que los trastornos de la alimentación han aumentado 400 por ciento desde 1970. Un estudio determinó que el 80 por ciento de las niñas de nueve años hacía dieta. Esos mensajes se filtran en la mente de las niñas y es posible que afecten la imagen que tienen de sí y sus decisiones.

La próxima vez que veamos u oigamos un mensaje negativo con nuestras hijas, hay que hacer una pausa y preguntar: ¿Qué mensaje acaban de escuchar? ¿Están de acuerdo? ¿A dónde llevará ese mensaje a una persona? Con mucha frecuencia los medios presentan una imagen unidimensional que ni siquiera se acerca a la realidad. Pero tal vez nuestros hijos no lo entiendan. Un estudio indicó que en un año, el promedio de los adolescentes recibe 14.000 mensajes de matiz o contenido sexual. Pero sólo alrededor de 165 de esos mensajes señala algún tipo de resultado o consecuencia natural.

3.Dar voz a nuestras hijas

Hay que enseñarles a decir con sinceridad cómo se sienten. Si no las educamos, pueden aceptar mensajes o conductas anormales como la norma. Una mujer se casó y el esposo fue violento con ella durante los momentos de intimidad en la luna de miel. Cuando ella lo cuestionó, él contestó: “así es la intimidad”. Si no enseñamos a nuestras hijas cuáles son las formas saludables de trato, pueden pensar que los mensajes de los medios –que a menudo presentan temas violentos en relación con las mujeres- son normales.

Al usar su propia voz, nuestra hija también puede educar al joven con el que está sobre cuál es la forma apropiada de tratarla. Decir frases como “gracias por abrirme la puerta”, “gracias por usar un lenguaje adecuado” o “me gustó mucho haber conversado esta noche. Fue muy bueno”, lo ayudan a entender qué es saludable y positivo.

4.Concentrarse en ella como persona integral

Tenemos que alentar a nuestras hijas a cultivar su talento y su personalidad y a hacer amistades sanas. Éstas se convierten en pilares positivos en los que puede apoyarse en momentos difíciles de la vida. A medida que aprenda más sobre sí misma y lo que puede hacer, la necesidad de que se la considere bonita o popular disminuirá. Sentirá más confianza y claridad. Podrá ser ella misma en todas las situaciones y no necesitará verse, actuar ni ser de determinada manera para sentirse aprobada.

Como madres, podemos ayudar no sólo apoyando sus características y talentos, sino también mediante el desarrollo de los nuestros. Cuando nuestras hijas nos ven disfrutar de diversas partes de nuestra personalidad o aprender un nuevo hobby –y fracasar y reír en el proceso-, contribuiremos a que vean cómo vive una persona real. Podemos combatir el mensaje negativo de los medios que reciben nuestras hijas y ayudarlas a abordarlo de forma activa y consciente.

Connie Sokol es escritora, conferencista, colaboradora de televisión y tiene siete hijos. Se la puede contactar en www.conniesokol.comCecilia Beltramo is a Uruguayan translator, journalist and borzoi breeder living and working in Buenos Aires, Argentina, for several years now for both local and international media. You can contact her via email at: ceciliabeltramosalaverria@gmail.c

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