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SALT LAKE CITY – Para muchas personas los lunes causan ‘miedo’, significa tener que volver a la rutina diaria. Pero queremos recordarles a todos que hay muchas cosas buenas en el mundo y que hacer algo por los demás puede alegrar su día.
Cada lunes, esperamos poder compartir momentos de la vida de nuestros lectores que han hecho de sus días, ‘días inolvidables’. Tanto si se trata de una nota de un ser querido, un acto de bondad o de una persona con una actitud inspiradora, queremos oír hablar de eso. Vamos a hacer de los lunes algo impresionante.
Jan M.
Por la consideración de los extraños:
"Fuimos a buscar anteojos nuevos para mi hija. Los que ella quería no estaban cubiertos por nuestro seguro. Me sentí mal al tener que decirle que no podíamos pagar la diferencia de precio. Tiene 16 años y una estudiante que solo saca "A". Sin lloriqueos ella volvió a colocarlos en la caja y eligió otro par, asegurándome que ella no se sentía mal.
" Una semana más tarde fuimos a recoger sus gafas. Los que ella realmente quería se encontraban en el estuche. El empleado se había ocupado de la diferencia. Siempre estaré agradecida por el pequeño acto de otro que trajo tanta alegría a mi hija”.
Rhonda W.
El hacer lo correcto:
"Una noche estábamos agarrando bocadillos en el camino a una actividad familiar y nos encontramos con una licencia de conducir en la calle. Nosotros la recogimos y hablamos de lo triste que esta persona estaría cuando descubriera que la había perdido y al pensar en los gastos que ocasionaría el reemplazarla […]. Decidimos ser buenos ciudadanos y enviarla por correo al propietario.
"Alrededor de una semana después, recibimos la tarjeta más bonita por parte del propietario de la licencia, declarando nuestra genialidad y enviándonos deseos para que el buen karma nos sigan. Saber que nuestro pequeño acto fue apreciado provocó un impacto en mis hijos y les mostró lo mucho que significa cuando usted muestra gratitud a los demás. Quitó un poco de cinismo y el mundo se sintió un lugar más amigable pequeño!”
Amy H.
"Llevé a mi hija de 2 años de edad, a Olive Garden, un restaurant italiano, y dos mujeres jóvenes en vestidos de fiesta se encontraban allí. Ellas estaban solas, no se encontraban en la compañía de una cita. Una de ellas nos preguntó si podían comer con nosotros y tuvimos una agradable conversación. Ella sólo pidió una ensalada. El camarero vino a darnos nuestra factura, pero la muchacha le dijo que ella pagaría por nuestra comida.
"Una completa desconocida que vio a una madre y su niña a quienes ella podía inspirar y ayudar. Ella me dijo que a cambio, si alguna vez veo a alguien en necesidad que los ayudara.
Amanda P.
"Hace un par de años, inscribí a mis hijos para el programa local de béisbol de Pequeñas Ligas. Mi hijo mayor, que tenía 8 años de edad en el momento, tiene ADH y trastorno del procesamiento sensorial, lo que lo hace tener falta de coordinación y un bajo tono muscular. Debido a esto, me preocupaba el pensar que lo estaba destinando al fracaso.
"En su primera práctica, uno de los otros entrenadores asistentes se llevó a mi hijo a un costado y practicaron uno-a- uno en cómo lanzar la pelota, batear y atrapar. Se dio cuenta de que obviamente del nivel de dificultad de mi hijo y de la falta de coordinación. Ni una sola vez este entrenador ni ninguno de los otros dos entrenadores muestran una onza de la frustración o de impaciencia con mi hijo.
Le dieron atención especial y ayuda durante las prácticas más de una vez, le dieron oportunidades de participar en los partidos por lo que él pudo sentir el éxito. También tenían cero de tolerancia por cualquier negatividad entre los miembros del equipo. Los demás nnios también eran geniales con mi hijo.
"Su equipo consiguió el primer lugar al final de la temporada, logró los mayores trofeos y la foto de mi hijo está en el periódico local. Mi hijo todavía tiene su trofeo en un estante y la fotografía de las personas en su pared.
"En una actividad que cuenta con el estereotipo (y con razón) de padres hiperactivos e incluso violentos en cuanto a la competencia incontrolada, salí de la experiencia con mucho respeto por estos hombres y gratitud por el amor y la bondad que se mostró hacia mi hijo”.
Melinda W.
"Yo estaba en un vuelo hace un par de semanas que se había retrasado más de una hora. Me encontraba en el avión con el equipo de béisbol de la Universidad de Brigham Young que acababa de regresar de California. Meterse en Salt Lake en la noche del sábado fue estresante, pero yo estaba tan impresionado con lo amable que eran estos muchachos del equipo.
"A pesar de la hora tardía, dos de los jugadores, ayudaron a una madre que viajaba sola con su hijo pequeño. Un miembro del equipo la ayudó su equipaje y otro su cochecito, insistiendo en que ella dejara a ayudarse ya que todos viajamos para recoger nuestro equipaje. Yo quedee tan impresionada con su amabilidad y actitudes positivas que me ayudó a recordar lo importante de buscar oportunidades para ser amable, no tener miedo de ayudar a los demás y que una actitud positiva puede realmente hacer marcar diferencia”.
