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Niveles de estrés son más altos en mujeres que se divorcian o se separan

Niveles de estrés son más altos en mujeres que se divorcian o se separan


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En comparación con los hombres, las mujeres sufren un aumento mayor del estrés cuando un matrimonio se termina. Y las personas separadas y divorciadas –especialmente las mujeres- tienen, asimismo, más probabilidades de reportar que consumen drogas y alcohol para relajarse, según el Gallup-Healthways Well-Being Index (Índice de Bienestar Gallup-Healthways) recientemente publicado.

Sobre la base de 131.159 entrevistas con adultos estadounidenses, el sondeo publicado el 15 de octubre puso en evidencia que los estadounidenses que están casados dan un puntaje más alto a su bienestar personal.

Las mujeres en general registran un mejor nivel de bienestar que los hombres independientemente de su situación matrimonial –salvo las que están separadas, la categoría en que ubican su propio bienestar en el nivel más bajo. El sondeo no halló diferencia de género en términos de bienestar entre hombres y mujeres que se han separado.

Las conclusiones se calcularon utilizando lo que Gallup llama un puntaje “Bienestar 5”, que incluye evaluaciones de cinco elementos: bienestar respecto de los objetivos, bienestar social, financiero, comunitario y físico.

Los autores del informe analizaron las diferencias entre los casados y el resto.

“Ingresar en un matrimonio puede elevar la idea de un objetivo a través de una perspectiva compartida de la vida y la necesidad de apoyar a otra persona”, escribieron Dan Witters y Lindsey Sharpe de Gallup. “Del mismo modo, el matrimonio puede ampliar las conexiones y relaciones sociales de una personas, incrementar la riqueza en el hogar y generar la elección de una vivienda más permanente y una relación vinculada a la comunidad. Además, múltiples estudios de investigación han confirmado que los adultos casados obtienen mejores resultados a nivel de la salud, probablemente atribuibles a un estrés menor y al hecho de tener una pareja que estimula conductas saludables y genera responsabilidad por las opciones que afectan la salud”.

Estresados

Gallup constató que 38,6 por ciento de los estadounidenses casados habían sentido estrés “gran parte del día de ayer”, una cifra que se elevaba “significativamente” para otros estados civiles y saltaba a 51 por ciento en los casos de separación.

Las mujeres manifestaron en general más estrés que los hombres, “pero hay una brecha de estrés visiblemente pronunciada por género cuando se compara a las mujeres que están separadas con los hombres que están separados”, dijo el informe. Si bien las evaluaciones del bienestar fueron comparables para hombres y mujeres separados, el estrés aumentó para ambos sexos en esa circunstancia, pero se incrementó mucho más en las mujeres que en los hombres.

Megan Bearce, terapeuta de matrimonio y familia en Minneapolis, que no participó en la encuesta, considera que los aumentos del estrés durante la separación se deben en parte a que “existe ansiedad por lo que sucederá”. Las mujeres suelen ser las que están a cargo del cuidado de los hijos de una pareja y puede preocuparles no sólo la relación, sino los problemas prácticos como encontrar un centro de día o pensar cómo marcharán las finanzas.

La encuesta no especificó la edad de las mujeres, pero Bearce consideró que el estrés era especialmente alto entre las que tenían hijos. “Creo que muchas veces, cuando los chicos terminaron el secundario, es un momento conveniente para que las parejas se separen si no son felices”, dijo, agregando que lo ha visto en su consulta.

David Simonsen, terapeuta de matrimonio y familia en Olympia, Washington, cree que algunas mujeres pueden sufrir más cuando el matrimonio se derrumba en razón de sus expectativas.

“En nuestra sociedad, las chicas sueñan con ser princesas. Planifican bodas, buscan encontrar al Sr. Ideal”, dijo. “Cuando lo hacen, se cumplen los sueños que la sociedad y su familia tenían para ellas. Luego asoma la realidad de una relación difícil. Estos problemas suelen llevar a un divorcio para el que ningún sueño puede prepararnos”.

Si tienen hijos, puede ser peor, dijo Simonsen. “Una mujer que tenía esperanzas y sueños respecto de cómo criaría a sus hijos en un hogar biparental tiene que lidiar con la culpa y la tristeza de tener que criar ahora los hijos en medio de los restos de un matrimonio roto. Es algo que a nadie le gusta hacer. Genera depresión, ansiedad y a veces el sentimiento de no valer nada”.

Los casados, hombres y mujeres, tienen menos probabilidades -un 17 por ciento- de consumir drogas y medicamentos para relajarse que el 30 por ciento, aproximadamente, de mujeres y hombres separados o divorciados que admitió hacerlo.

Consejos

Bearce dijo que a veces aconseja a sus clientes jugar a hacer suposiciones como mecanismo de superación para el estrés. No importa la causa de la ansiedad; puede resultar útil analizar cuál puede ser la peor hipótesis y luego abordarla con “esto es”.

Alguien en la mitad de un divorcio puede tener miedo de irse a la ruina, perder la casa y quedar lejos de los chicos. El “esto es” puede incluir tener buenos conocimientos con probabilidades de acceder a un empleo con un salario decente, ahorros como para sostenerse mientras tanto y reconocer la propia relación sólida con los hijos.

El solo hecho de hacer en voz alta una lista de los peores miedos a menudo les quita poder, dijo Bearce. “Estando preocupados, es muy fácil que olvidemos nuestras habilidades y fortalezas”.

Las conclusiones resultan en parte sorprendentes porque si bien las mujeres parecerían tener una experiencia peor en el divorcio y la separación, la investigación demuestra que los hombres sobrellevan peor la muerte de su cónyuge, dijo Karen Sherman, psicóloga de Long Island, Nueva York. Ni ella ni Simonsen participaron en la encuesta.

Para Sherman, cómo les va a ambas partes depende al menos en parte de quién quiso el divorcio porque los sentimientos de rechazo y los problemas de autoestima complican el sentimiento personal de bienestar. “Si la mujer es la que pide el divorcio, a él no le va bien”, dijo.

“Me gustaría ver que sean lo más amigables posible, no sólo cada uno de ellos, sino también por los hijos”, aconsejó Sherman. “Lo que suele suceder es que el dolor se convierte en ira”.

Incluso antes que eso, las parejas deberían ver si pueden salvar la relación, sugirió.

Muchas veces, “un matrimonio todavía podría ser un buen matrimonio, si ambos trabajan para que lo sea. Si tienen que divorciarse indefectiblemente ambos deben tratar de respetar a su pareja y reconocer que cada uno es un ser humano con buenas cualidades”, dijo Sherman. “Deben ser lo más respetuosos y amistosos que puedan hacia los sentimientos del otro, especialmente por los hijos”.

Lo esencial, dijo Witters a Deseret News es que “Las mujeres tienen más estrés que los hombres, independientemente de su estado civil. Las mujeres separadas tienen niveles aún mayores de estrés que los hombres separados, de modo que la brecha ya existente se amplía más al separarse o divorciarse”.

Email: lois@deseretnews.com, Twitter: Loisco

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Lois M. Collins

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