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SALT LAKE CITY — Cinco niños pequeños y su abuela sobrevivieron una experiencia aterradora el martes cuando según la policía un hombre que habría estado drogado irrumpió en su casa y amenazó con matar a todos.
"El hombre dijo que iba a cortarnos el cuello", recordó Hanoe Angelina Flores, de 6 años, quien llamó al 911 durante la aterradora experiencia.
El incidente comenzó alrededor de las 11:45 a.m. en el barrio Poplar Grove, cerca de 500 South y 1000 West. Una mujer y sus cinco nietos - todo entre las edades de 3 y 7 - estaban viendo la televisión en su casa cuando un hombre entró por puerta de entrada, dijo el detective de la policía de Salt Lake, Cody Lougy.
"Los propietarios de la vivienda no tienen idea de quién es, y él comenzó rompiendo la puerta de entrada", dijo Lougy. "Corrieron a la habitación del fondo y se atrincheraron. Él corrio tras ellos, pero se detuvo en la cocina para tomar un cuchillo de 14 pulgadas".
Hanoe dijo que ella y sus hermanos estaban muy asustados cuando el hombre irrumpió en la casa.
"Empezamos a gritar y saltar", dijo.
La escena caótica continuó mientras la abuela ordenó a los niños a correr a una habitación del fondo.
"Entonces el hombre comenzó a derribar las cosas y mi habitación es un desastre porque estaba en mi habitación Luego abrió la puerta de mi mamá. Entonces él decía malas palabras. Luego se fue a tratar de tirar abajo la puerta de mi abuela. Luego todos empezamos a llorar. Entonces llamé al 911, entonces llamé a mi mamá ", dijo Hanoe, quien aprendió en cómo marcar 911 de su madre.
La familia cerró la puerta del dormitorio y apretó su cuerpo contra ella para evitar que el hombre la tirara mientras Hanoe llamó al 911, dijo Lougy.
Los oficiales que se encontraban en un área cercanas respondieron con sus luces y sirenas, y llegaron a la casa antes de que el hombre se fuera, dijo Lougy.
En el interior, el intruso luchó con los oficiales, mientras trataron de capturarlo en el cuarto de lavado. Después de que el hombre fue detenido, los agentes tuvieron que ponerle una "máscara" e inmovilizarlo en una camilla porque él seguía siendo combativo, dijo el detective.
La madre y el padre de los niños estaban cerca y llegaron a la casa casi al mismo tiempo que la policía.
Los oficiales aún estaban tratando de identificar al hombre hispano tatuado y de unos 30 años. El hombre no tenía ningún vínculo con la familia de la casa en la que irrumpió, dijo Lougy.
Los detectives estaban investigando si estaba bajo el efecto de las drogas.
