News / 

Vida y Libertad

Vida y Libertad


Save Story
Leer en español

Estimated read time: 17-18 minutes

This archived news story is available only for your personal, non-commercial use. Information in the story may be outdated or superseded by additional information. Reading or replaying the story in its archived form does not constitute a republication of the story.

Perros de servicio que ayudan a los veteranos a liberarse de las secuelas de la guerra

Nota Lois M. Collins

Fotos y video Jeffrey D. Allred

La perra pesa unas 39 libras, es petisa y musculosa, con el pelaje salpicado de manchas y puntos. Haciendo una estimación somera, es cruza con pastor, salida de un refugio, de unos 4 años, quizá.

--

Vida y Libertad

El veterano Caleb Dunham acariciando a su perra Liberty en un parque cercano a su casa en Kearns el 4 de octubre de 2014. Un segmento cada vez mayor de veteranos libra su batalla con el Trastorno de Estrés Post-Traumático con la ayuda de buenos amigos: caninos que los mantienen centrados, les responden y a veces los llevan de vuelta a casa.

Su nombre es Liberty, palabra que significa algo diferente para cada persona cuya vida se cruza con ella.

Es un posible animal de servicio, que se entrena para ayudar a liberar a un veterano castigado por la guerra, llamado Caleb Dunham, de la angustia y la aflicción que prácticamente lo cerraron y recluyeron puertas adentro. Luchó por su país en Irak y Afganistán; de regreso a casa, no sabe cómo luchar por sí mismo.

Ella es un acto de redención para dos mujeres encarceladas que quizá nunca sean libres. La están entrenando y retribuyendo a la sociedad de la cual fueron extirpadas forzosamente. En la cárcel, las mujeres enseñan a la perra habilidades básicas de comportamiento para que pronto pueda ayudar al veterano a tiempo completo.

Liberty es una entre miles de perros en todo el país que están siendo entrenados para veteranos que sufren de trastorno de estrés post-traumático –algo que el Departamento de Asuntos de Veteranos calcula que abarca a la cuarta parte del personal militar que retorna de los conflictos de Irak y Afganistán, hasta el momento aproximadamente 500.000 veteranos.

Sólo los perros mejor entrenados estarán habilitados como animales de servicio. Otros no llegan a serlo y se convierten en animales de apoyo emocional, perros de servicio psiquiátrico o simplemente grandes compañeros. El nivel de asistencia que brindará el perro depende de lo que quiera el veterano y cuánto esté dispuesto a trabajar con el perro, dice Cathy Allred King, que fundó hace cuatro años Canines With a Cause en Utah.

Los perros son animales de refugio también con un pasado poco afortunado. No sabemos cómo llegó Liberty al refugio como no sabemos qué soportó Dunham en la guerra. Tanto la perra como el humano están lastimados.

Programas como éste y muchos otros en todo Estados Unidos, con nombres como Pets for Vets, Warrior Canine Connection y Paws of War, esperan que los perros que rescatan acudan en auxilio de un veterano.

Vida y Libertad

Estrés insoportableUn veterano entra vacilante en el Vet Center en Murray, pero visiblemente se relaja cuando detecta a Mikey, un pastor australiano de 14 años. Pertenece a la terapeuta de readaptación Candace Monzon, que puede llevarlo consigo al trabajo porque es un perro habilitado para terapia a través de Therapy Animals de Utah.

Monzon suele derivar a los veteranos a Canines With a Cause porque ha visto el “efecto Mikey”: si un veterano llora o se pone ansioso cuando Monzon pregunta algo, Mikey se acerca y coloca su cabeza en la falda del veterano. Cuando el veterano le da golpecitos, las palabras se forman y fluyen. La sesión de terapia elimina el obstáculo.

“No juzga y acepta. Tiene un agudo sentido para percibir cuándo una persona está triste y necesita amor y conexión… Puede normalizarle las emociones”, dijo Monzon.

Eso es crucial, porque el TEPT es impredecible y a veces fatal. King dijo que el número de veteranos estadounidenses que se suicidan cada semana puede llenar un avión de pasajeros 737 mediano, algunos de ellos, al menos, por causa del TEPT.

En la oficina de VA de Salt Lake City, la trabajadora social Justyn Manley trabaja con veteranos cuyos mundos son muy pequeños. “El TEPT es un trastorno basado en la evitación”, dijo. “El aislamiento es enorme”. Los veteranos suelen decir que se sienten emocionalmente desconectados. Un canino –amigable y constante- puede ser el primero en hacer un avance, y luego surgen otras relaciones. El hecho de salir a pasear al perro ayuda al veterano a ver la vida que lo o la rodea.

Vida y Libertad

Volver a casa Ni ir a la guerra ni volver es fácil.

Cuando el papá de Mark Taylor volvió de prestar servicio en las fuerzas armadas estadounidenses en Vietnam, su hijo dijo que hizo trizas el uniforme y no le dijo a nadie que había combatido en la guerra.

Las oleadas de soldados que regresan de conflictos más recientes en Irak, Afganistán y Kosovo tienen una experiencia diferente, dijo Taylor, también veterano. Cuando él regresó de Kosovo, hubo bienvenidas formales y mucho eco en los medios.

Los perros pueden ser entrenados para rescatar a un veterano de situaciones específicas. Si la explosión de fuegos artificiales genera pánico o parálisis, un perro puede hacer volver al veterano al presente o tranquilizarlo, dijo la conductista de perros Lynne Gilbert-Norton, que selecciona perros en refugios para el programa.

Un perro también puede ser entrenado para plantarse entre una veterana mujer que fue sexualmente atacada y otros para hacerla sentir en una zona protegida.

Tanto los perros como los veteranos traumatizados por la guerra están, naturalmente, en un estado híper-alerta. David Thimm, veterano de la Marina del conflicto en el Golfo Pérsico 2005-2006, dijo que cuando volvió todo le molestaba. Monty, una cruza de pastor alemán y bóxer, lo tranquiliza. “Tenía dudas de elegir un perro”, dijo Thimm, de 31 años. “Recuerdo que cuando lo acaricié, apoyó la mano en mi brazo. ‘Tú me acaricias, yo te acaricio’. Es impensable que deje ir a este perro”.

De todos modos, aunque un perro puede ayudar, King, el director del programa, se apresura a advertir que un perro no es para todos. Y un perro solamente no resuelve el TEPT.

Vida y Libertad

En la cárcelLiberty pasa la mayor parte de su tiempo en la Timpanogos Women’s Facility en la Prisión Estatal de Utah, donde Kerri Brown y Bobie Widdison le enseñan lo que es una conducta excelente. Las tres comparten una celda de 7,42 pies por 11,5 pies. Liberty duerme en un hueco atravesada frente a su litera.

Los perros pueden ir directamente a sus veteranos para entrenarse. Pero algunos veteranos se sienten abrumados por la perspectiva de comenzar de cero con un perro no preparado. Esos perros van a la cárcel de mujeres para recibir entrenamiento básico.

Durante el día, Liberty obedece las consignas que imparten Widdison y Brown en las clases de técnicas sobre impacto o auxilio de víctimas a otras detenidas. El verano pasado, mientras trabajaban en el huerto, Liberty vagaba por las calabazas. Widdison decía que ella y Brown están “llenas de pelos, con los bolsillos llenos de bolsas para excrementos y salchichas”.

No era una broma cuando dijo que Liberty por momentos enciende la luz en tiempos de tinieblas. Brown viene cumpliendo dos condenas consecutivas de 1 a 15 años por asesinato y robo con engaño. No comparecerá ante la junta de libertad condicional hasta la primavera de 2020. La junta dio a Widdison una condena de por vida, revocando una fecha anterior para obtener la libertad condicional por su condena por homicidio y abuso/abandono de niño.

La Capitana MaryAnn Reding ayudó a llevar Canines With a Cause a la cárcel porque da a las detenidas una oportunidad de retribuir. Si bien deben tener una conducta ejemplar en la cárcel para poder ser elegidas como entrenadoras de perros, algunas de las mujeres, como Widdison nunca serán liberadas.

En un primer momento, el personal sintió el temor de que 14 mujeres viviendo juntas en tanto sólo unas pocas tenían perros podía provocar celos, sabotaje incluso. En cambio, dijo Reding, “Las unió. Es interesante ver cómo los perros les enseñaron lo que es el orden. Nuestro orden es exigido. El de ellos surge del amor –es lo que los perros necesitan”.

Brown y Widdison están encantadas de enviar este regalo a un veterano. Si bien los perros no utilizan el lenguaje como lo hacen las personas, las mujeres enseñaron a Liberty a vocalizar, usando su boca, las palabras “Te quiero”. Son claras e inequívocas.

Vida y Libertad

Aquí –y allí tambiénEn los últimos conflictos, los efectivos y sus familias han vivido a menudo numerosas movilizaciones, a veces a distintas zonas de guerra. “Cuatro o cinco, trauma sobre trauma, creando problemas que con el tiempo quedan sin tratar. Es mucho más complejo”, dijo Manley. Hombres y mujeres pueden volver al país a relaciones destrozadas, discusiones y a veces el divorcio. El alto nivel de ansiedad del TEPT puede hacer que algunos parezcan irascibles. “Irritable” suele ser un eufemismo.

En tanto continúa su entrenamiento en la cárcel, Liberty pasa los fines de semana en el que será su hogar con Caleb y su esposa, Christina, de 26 y 24 años, y su hijo Calen, de 3 años.

Caleb y Christina fueron a la misma escuela secundaria en Hurricane, pero no se conocieron. Él se incorporó al Ejército y fue movilizado a Irak y Afganistán. Ella viajó por placer. Él le dijo al comienzo que tenía TEPT y que tenía dificultades pero estaba trabajando en el problema. Cuando se casaron, ninguno de los dos sabía lo difíciles que podían ser sus días.

Calen nació a las 24 semanas, pesando apenas dos libras, y los médicos dudaban de que pudiera vivir. Cuando fue trasladado al Primary Children’s Hospital en Salt Lake City, lo siguieron en el auto donde vivirían por un mes porque no conocían a nadie allí. El estrés se acumuló aún más sobre Caleb, pero encontró un empleo. Cuando Calen fue dado de alta, Christina también encontró empleo. Trabaja de noche, luego cuida al bebé por la mañana y cuando Caleb va a trabajar. Calen tiene retrasos de desarrollo en razón de haber sido prematuro extremo.

Caleb también sufrió una lesión cerebral traumática mientras prestaba servicio. Él dice que está “roto” y sugiere a quien lo ve por primera vez que mire el documental “Restrepo”, un duro retrato de un lugar particularmente peligroso en Afganistán. Él prestó servicio allí. La respuesta de otros veteranos es, “¿Y viviste?”

En el secundario era gregario. Ahora es principalmente ansioso y está deprimido. Dijo que duerme demasiado y que, antes de Liberty, no tenía interés en salir, salvo para ir a su trabajo de tiempo parcial.

Cuando Liberty está en la casa los fines de semanas, está sin embargo atento. Mientras caminan por el parque frente al departamento, su paso es más dinámico, su humor visiblemente más animado.

Vida y Libertad

Formando parejasLa experta conductista de perros Lynne Gilbert-Norton rastrilla refugios de perros que puedan ser buenos compañeros para veteranos. Tienen que ser amigables, tranquilos y confiados, dijo –no agresivos, capaces de concentrarse en medio de distracciones, lo bastante flexibles como para manejar entornos y gente nuevos. El miedo y la agresión son dos extremos de un continuo en la personalidad del perro que no funciona.

El entrenamiento puede llevar un par de años o más, y es riguroso. La mayoría de los dueños quiere una mascota que se quede sentada tranquila durante 10 minutos. Algunos veteranos necesitan que los perros puedan hacerlo durante horas.

Es posible que deban andar mucho para encontrar la pareja perfecta. Todd y Amber Hooper adoptaron un perro y trataron de entrenarla a través del programa, pero no tenía la personalidad indicada para esto. El programa le encontró un destino mucho mejor. Mowgli es una cruza de springer terrier de 2 años, con un aspecto cómicamente encantador, que está ansiosa por aprender.

Todd, de 29 años, se incorporó a la Army National Guard cuando tenía 17 y salió a los 26, pensando que era hora de ir a la universidad y casarse y formar una familia. Pero la movilización en Afganistán había generado una ansiedad constante. Normalmente afable, se volvió irritable. Cuando él y Amber comenzaron a pelear, fueron a terapia –y descubrieron que su TEPT estaba invadiendo su matrimonio.

Hace ocho meses, se sentía emocionalmente destruido. “Más que ninguna otra cosa, durante casi una década extrañé sentir una emoción como cuando era más joven. No me sentía humano, pero recordaba que alguna vez había sentido que lo era. Fue una píldora amarga durante esos años”. Hoy, dijo, tiene una esposa que adora y un perro que lo deleita, y hasta piensa que es hora de formar una familia. Esto no significa que la ansiedad haya desaparecido. Pero encontró herramientas, como un tratamiento terapéutico intensivo y el perro –y los está usando.

“Espero que otros veteranos decidan buscar ayuda”, dijo. “Mowgli es lo único que me ayuda. Tuvimos terapia de pareja, grupal y asesoramiento intensivo a través de VA”.

Cuando se hallaba en su punto más bajo, su terapeuta le dijo que los veteranos con TEPT ven bajar sus niveles de estrés si realmente hacen su terapia, Todd decidió zambullirse a fondo. “Pensé, si es posible que pueda llevar una vida mucho más normal, lo haría. Me he entregado a ese programa”. Está entrenando a Mowgli con la misma determinación pero más alegría y una mejor perspectiva que antes.

Nick Lotze todavía no ha llegado a ese punto, pero avanza con una bella perra, cruza de pointer/retriever, de un año llamada Freyja a su lado. Prestó servicio seis años en el Ejército y fue movilizado tanto a Irak como a Afganistán. Ahora estudia trabajo social en la Universidad de Utah, y quiere ser policía.

A los 31 años, está solo, pero enseguida agrega que no es un solitario. Sabe que algunas mentes combinan las palabras “solitario” y “TEPT”. No es su caso.

Era tirador y a veces conductor en Irak, y después de sufrir ataques en la ruta allí, el miedo lo siguió a su regreso al país. El año pasado, vendió el auto y ahora va en bicicleta a todas partes. Ha pedaleado 6.000 millas.

Nick ansía ser feliz, y Freyja lo hace feliz. “No importa si me fui cinco minutos u ocho horas, entra en éxtasis cuando me ve”, dijo. “Creo que lo que buscamos en la vida es ser importantes para alguien. Yo le importo a ella”. La soledad vuelve egoístas a las personas, dijo. Freyja lo lleva a moverse con algo más en la mente aparte de sí mismo.

Nick es su juez más duro. Muchos veteranos lo son, dijo King. Pero la gente puede ser más mezquina todavía.

King considera que muchos ven a un hombre o una mujer de aspecto saludable con un perro designado como animal de servicio y piensa “Sí, claro”. También son escépticos porque los perros no son puros. “Hasta un perro callejero puede salvar la vida de un veterano”, dijo King.

Canines With a Cause quiere que la gente sepa que el TEPT y las lesiones cerebrales traumáticas no son visibles a simple vista –y eso no las hace menos reales o debilitantes.

Vida y Libertad

Familia humano-perroEl entrenamiento de los perros –y las personas- no siempre transcurre sin problemas. En una clase reciente, la perra de Todd, Mowgli, se distrajo con las golosinas, mientras que Freyja pareció confundirse respecto de lo que Nick quería que hiciera. El jefe de entrenadores de Canines With a Cause, Shaun Woodard, les dijo que la culpa de la confusión de un perro la tiene el veterano. “Recuerden, a mayores metas, menos sirve el ‘bastante bien’”.

Formar las parejas perro-veterano y enseñarles a trabajar juntos es un arte. La mayoría de los veteranos llega al principio a clase sin perro y curioso, y Woodard observa cómo reaccionan y manejan los perros que trajo el programa. Eso ayuda a formar una pareja.

Woodard y Gilbert-Norton observan a los perros evaluando el nivel de atención y de energía. “Muchos de los perros que salen de un refugio están estresados, de modo que los sacamos y vuelven a ser los perros que realmente son, evaluamos su estabilidad emocional”, dijo.

Con mucho trabajo y constancia, hay avances. El veterano David Thimm atribuye a Monty el hecho de haber desarrollado su paciencia y sus habilidades comunicativas. El perro ladraba constantemente al comienzo: ahora pueden ir casi a todas partes.

“Es mucho más receptivo y perceptivo de lo que yo creía”, dijo Thimm. “Es un poco más consciente cuando empiezo a sentirme frustrado. Cuando me encierro, él es mi impulso. Cuando me agoto, él me hace seguir adelante”.

“Todas las especies aprenden de la misma manera”, dijo Woodard. “Estamos tratando de enseñarles a estos tipos a entrenar a sus perros de una manera regimentada y científica y echar por tierra mucha psicología popular en lo que a perros se refiere. Es un entrenamiento complementario y de refuerzo positivo. Mucho de lo que hacemos con los perros deriva de la investigación psicológica hecha con las relaciones humanas, a través de BF Skinner. Los perros son una especie no verbal. Los perros no entienden los sonidos que hacemos”.

Woodard y Gilbert-Norton dicen que los veteranos les cuentan que aprender a usar el refuerzo positivo con un perro ha mejorado la interacción con sus hijos.

“Enseñamos amor y respeto por los animales y ese mensaje recorre todas las relaciones que tienen”, dijo Gilbert-Norton.

Los cónyuges y los hijos a veces van a las clases. Se relacionan con el animal y entre sí. Si resulta difícil pensar qué decir cuando un padre vuelve a casa de la guerra, el perro es un puente a la vida que comparten.

A veces, las emociones estallan. “No nos sentamos y hacemos un grupo, pero esos momentos son un paralelo de momentos en la casa, cuando los chicos quieren hablar y no se tienen ganas de decir nada”, dijo Woodard. “¿Quiere tomar conciencia de que son chicos y tienen necesidades básicas y tomar la decisión adecuada, o sucumbirá a la frustración?”

Todd Hooper cree que para cuando él y Ambar formen una familia, habrán aprendido de Mowgli algunos de los conocimientos sobre la paternidad que necesitan.

En la cárcel Brown y Widdison esperan que Liberty obtenga su “título de bachiller” para poder graduarse en el siguiente paso e irse con Caleb. Será una alegría ambivalente.

“Me encanta despertarme con su vocecita”, dice Widdison. “Es tan dulce”. Esperan poder entrenar otros perros.

Para Christina Dunham, Liberty ya significó un cambio.

Caleb está ahora más contento y más activo. Hace largas caminatas con Liberty. Juega un poco y sonríe un poco. La perra no cuestiona cómo maneja el pasado que lo atormenta. Liberty simplemente disfruta estando con él, pegada alegremente a sus pies. Christina cree que Caleb recibe de ella lo mismo que recibía de sus hermanos en el terreno: podía decirles todo sin temor a ser juzgado.

Ella piensa que tal vez Liberty lo ayude a liberarse de las secuelas de la guerra.

Recursos para Veteranos

U.S. Department of Veteran Affairs

PTSD Veterans program locator

Crisis line: 911

Suicide Prevention Lifeline 1-800-273-8255, Español: 1-888-628-9454

Most recent News stories

Lois M. Collins

    STAY IN THE KNOW

    Get informative articles and interesting stories delivered to your inbox weekly. Subscribe to the KSL.com Trending 5.
    By subscribing, you acknowledge and agree to KSL.com's Terms of Use and Privacy Policy.

    KSL Weather Forecast