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Como salvar a sus hijos de relaciones abusivas

Como salvar a sus hijos de relaciones abusivas


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El joven es tan solícito que su noviecita se sonroja, entre avergonzada y complacida de que la quiera sólo para él. “Es celoso”, confía riéndose a una amiga mientras ambas observan la manera torva en que él mira al chico que forma equipo con ella en la clase de ciencia de 10° grado

Su comportamiento será luego menos adorable cuando arme un escándalo si ella quiere pasar tiempo con su familia o sus amigos, o cuando ella quiera una hamburguesa pero él pretenda que coma una ensalada.

Jugar a no dejarla acercar a su teléfono porque ella lo está ignorando será un paso más de un recorrido que va de un pellizco “juguetón” si ella no hace lo que él quiere hasta torcerle el brazo o darle una bofetada. Él se disculpará y le dirá que fue una broma. Más adelante, es posible que ella no se atreva a contradecirlo.

Los expertos en violencia doméstica que describen escenas como ésta dicen que la progresión es previsible. La chica del que este muchachito dice estar enamorado ya tendría que haberse atado los cordones de las zapatillas para salir corriendo y ponerse a salvo, dicen.

El número de mujeres maltratadas en los Estados Unidos es sorprendente: La Coalición Nacional Contra la Violencia Doméstica informa que 1 de cada 4 mujeres sufre violencia doméstica durante su vida. Aproximadamente 1,3 millones de mujeres son atacadas cada año por una pareja íntima.

Sin embargo, es impactante cómo comienza la violencia en una pareja joven. Uno de cada 10 estudiantes del secundario encuestados dijo que su novio o novia deliberadamente lo/la lastimó físicamente en el último año. Y 14 por ciento de las víctimas masculinas de abuso y 20 por ciento de las femeninas experimentaron violencia de parte de sus parejas a los 11 y 17 años de edad, dijeron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

La violencia de pareja suele comenzar en la escuela media o secundaria. Es un problema tan grave que los CDC han otorgado un gran subsidio a científicos de las Universidades Wayne e Eastern Michigan para ver si pueden determinar por qué algunos chicos participan en relaciones violentas y otros consiguen evitarlas –y qué se puede cambiar para evitar el maltrato.

Maltrato de pareja

Patricia Baronowski puede mencionar 25 signos de violencia doméstica sin pensarlo demasiado, porque experimentó muchos de ellos. Esta neoyorquina los enumera: “Cuando tu pareja quiere absorber todo tu tiempo. Cuando tu pareja comienza a...” Su lista incluye controlar el acceso al transporte y al dinero; destrozarle cosas a la pareja; menoscabar a la pareja, y cuestionar la propiedad de las amistades. Describe, además, “actuar de una manera ante los demás y otra estando solos”.

Entre las amenazas que sufrió Baronowski algunas apuntaron a hacer daño a personas, mascotas y niños que ella amaba. Su abusador verificaba dónde estaba y reclutaba a otros para que la controlasen. ¿El último punto? “Cuando tu pareja trata de hacerte creer que mereces ser lastimada o maltratada”.

Puede comenzar cuando se es joven, pero “el problema es que en el amor joven, se tolera mucho y se denuncia poco”, dijo David Simonsen, psicólogo de familia de la zona de Seattle. Lo más difícil es lograr que el maltratador tome conciencia de que su conducta es problemática, agregó.

La tendencia es dar una segunda –y quinta y décimo quinta- oportunidad.

“Cuando las mujeres luchan contra los abusadores por esos comportamientos, pero los perdonan una y otra vez y ceden a sus exigencias, están demostrándoles que se desmoronan y ceden su poder”, dijo Jennifer Kalita, defensora de mujeres en Washington, D.C. “Para cuando se produce la primera golpiza, la víctima está tan incrustada en la relación controladora que es muy difícil poder liberarse”.

Alisa Ruby Bash, terapeuta de matrimonio y familia en Beverly Hills, California, dijo que la orientación sexual, la religión, la raza, el género, los antecedentes étnicos y las ocupaciones no tienen nada que ver con el hecho de que la persona sea maltratada. La mayoría de los abusadores son varones, de modo que los expertos tienden a utilizar el género masculino al hablar sobre violencia de pareja. No implica una incapacidad de reconocer que puede producirse en ambos sentidos. Es simplemente una posibilidad demográfica.

Signos

El enojo rápido y furioso –ya sea en el auto o una rabieta porque perdió el equipo deportivo favorito- es una causa de seria preocupación, dijo Ramani Durvasula, psicóloga del área de Los Ángeles y profesora en la Cal State University, Los Ángeles. El peligro de una agresión física existe aun sin ser golpeado: berrinches, arrojar cosas, golpear las paredes o romper objetos, advirtió.

Las injurias y los insultos son inaceptables, pero muchas personas los toleran. A menudo, son el preludio de una ira y una violencia redobladas.

“Si comienza por insultarla, lárguese”, dijo. “Si el consumo de alcohol y de droga derivan en un cambio de conducta, lárguese. Si está preocupada o incómoda, lárguese”.

Puede resultar penoso dejar de salir con alguien que en una segunda cita grita obscenidades y bloquea a los conductores. Hágalo, dijo ella –antes de quedar más atrapada.

Los hombres también

“Hay hombres que están en relaciones con mujeres que arrojan cosas y gritan en público. Señores, aléjense”, dijo Durvasula.

“No va a mejorar”, dijo. “A esta altura, debería estar en plena conquista. ... Generalmente, cuando se habla con las víctimas de violencia de parejas íntimas, al rebobinar, ya sabían en la primera cita que algo no funcionaba. Esto sólo ocurre más tarde si hay un daño cerebral o una lesión causante. Por lo tanto, aléjese, bloquee su número telefónico, bórrelo de sus medios sociales. El tipo furioso y violento puede ser muy pegajoso. Invente algo: No estoy lista. Estoy muy sumergida en el trabajo. Tengo que estudiar”.

Tanto ella como otros expertos dicen que la intimidad sexual puede potenciar la idea de derecho o de propiedad.

Un problema particular con los adolescentes es que no siempre hay alguien que controle su comportamiento: “La adolescencia es una época de narcisismo uniforme, y es apropiado desde el punto de vista del desarrollo”, dijo Durvasula.

Eso no significa que los adultos no puedan dominarlo. Los padres deberían escuchar cómo interactúan sus hijos, modelar un buen comportamiento, y lograr que ciertos chicos sepan que los padres serán una “zona segura”.

Enseñar

Una mujer, que pidió no ser nombrada, dijo que al principio no se dio cuenta de que era maltratada porque se consideraba muy inteligente como para que eso le sucediera: “No nos damos cuenta de lo fácil que les resulta a algunas personas manipular y controlar a otras emocionalmente”, dijo.

Su marido tenía un rostro público y uno privado. Había sido maltratado de niño, dijo, y guardaba una gran ira que a la larga descargaba en ella. El patrón de violencia doméstica en su relación era el típico. Visitaban a la familia de él, no la de ella. Ella modificó su comportamiento para evitar exabruptos. Al principio, él se disculpaba, ella lo perdonaba y todo volvía a empezar, pero intensificado.

Kalita considera que para evitar situaciones de ese tipo, la prevención debe comenzar temprano.

“Cuando los niños son pequeños, los padres pueden comenzar con expresiones como ‘Los problemas no se resuelven con las manos ni con los pies, y no es prudente jugar con quienes lo hacen de esa manera”, dijo.

Los padres deben ayudar a sus hijos a desarrollar una “autoestima extrema”. Los niños que se consideran a sí mismos capaces y amados casi siempre evitan el maltrato.

Los diálogos con los hijos sobre amigos acosadores y mandones refuerzan la idea de que no se debe controlar a los otros. Kalita dijo a sus hijas: “Yo trato bien a las personas y me gusta que hagan lo mismo conmigo. Esas son, por ende, las personas con las que me gusta estar. Los que se tratan mal a sí mismos y a otros que se junten entre ellos”.

En la escuela media, los padres y los hijos deben hablar sobre las “maneras de cuidar el cuerpo y la mente”, lo cual incluye protegerse físicamente –un punto de partida para discutir cómo mantener a raya amigos y parejas que pueden ser peligrosos.

Los padres deben tratar de conocer los intereses románticos, la vida hogareña, los desafíos, las actividades extraprogramáticas y los problemas de conducta de los amigos para poder dialogar con sus hijos con respecto a quiénes permitir en su círculo íntimo, dijo.

La vida hogareña suele estar ligada a la conducta abusiva, y muchos abusadores fueron a su vez maltratados. Durvasula dijo que la violencia de pareja deriva a menudo de una escasa capacidad para regular las emociones. Algunos abusadores son sociópatas, narcisistas o adictos.

Atención: “Cuando los padres prohíben a sus hijos ver a un individuo es como si lo estuvieran bañando en chocolate. La clave no está en impedir que su hijo acceda a una persona que le interesa sino enseñarle a tener más discernimiento en sus elecciones”, dijo Kalita.

Salir

“Los jóvenes están desarrollando su identidad en la pubertad y son más vulnerables que nunca a querer atención pero no entienden cómo usar bien la sexualidad”, dijo Diane Dennis, escritora de Portland, Oregón, habilitada para trabajar con víctimas de violencia doméstica. “En la pubertad, quieren ser aceptados. Es fácil deslizarse a la identidad sexual que muestran los medios de comunicación populares, lo cual constituye una trampa para la violencia”.

Los niños necesitan conocer bien los medios, señaló Dennis. Los adultos pueden ayudarlos a desglosar los mensajes que encuentran. También deben aprender qué es la inteligencia emocional para ver cuándo alguno de sus pares se está sirviendo de la sexualidad, el poder y el control –todas banderas rojas.

Los varones deben aprender los límites entre tocar y agredir, que la sexualidad es sagrada y no algo para tomar. La atención –incluso la atención peligrosa- es como una droga para una chica insegura que no tiene modelos, sobre todo un padre, que le enseñen a protegerse y valorarse, dijo Dennis.

Hombres y mujeres deben avanzar lentamente en sus salidas románticas, aconsejó Bash. Aun comportándose de la mejor manera, pueden aparecer signos de advertencia, como por ejemplo denigrar a un mozo. A la larga, esa ira puede dirigirse a la media naranja.

“En cuanto una persona percibe algún tipo de señal de advertencia, debe cortar y no dar segundas oportunidades, especialmente si fue algo físico”, dijo. “Lo emocional es más difícil de detectar, pero si la persona siente que es denigrada o que le faltan el respeto, debe considerar que existe la gran posibilidad de que siga ocurriendo”.

Si una persona se siente perseguida o acosada debe llamar a la policía, dijo Bash.

Para Esta Soler, presidenta de Futures Without Violence, la violencia generalmente se aprende –y puede ser desaprendida.

“Debemos hablar muy temprano con los niños sobre lo que significa tener relaciones saludables –y darles herramientas para hacerlo. Creo que la violencia en su mayor parte puede evitarse”, dijo.

Las relaciones implican conflicto, pero éste debe resolverse de una manera respetuosa y no violenta. Una persona puede llegar a enojarse con alguien de vez en cuando, y no ser nunca abusiva, dijo Soler. Pero no podemos cambiar a otra persona, enfatizó.

“Todos nos esforzamos en las relaciones y sencillamente no funciona”, dijo. “Si alguien se siente en peligro, la única solución es salir de esa situación”.

Email: lois@deseretnews.com, Twitter: Loisco

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Lois M. Collins

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