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MIAMI (AP) — Linda Briceño no es la típica candidata a mejor artista nuevo en los Latin Grammy.
La joven cantautora y trompetista venezolana, que comenzó a tocar ese instrumento a los cuatro años, está cursando estudios en la New School of Music de Nueva York y no esperaba para nada ni esta ni su segunda nominación, a mejor álbum vocal pop tradicional, por su primera grabación.
"No lo esperaba", dijo a pesar de haber compartido escenarios con figuras del jazz como Arturo Sandoval y Wynton Marsalis. No, pese a haber tenido la oportunidad de tocar como solista con la Sinfónica de Miami y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y como invitada especial con la Lincoln Center Orchestra en Nueva York (bajo la dirección de Marsalis). "A todo el equipo de músicos, productores y a mí nos tomó de sorpresa", asegura Briceño.
"Creo que realmente eso fue un milagro de Dios".
En una entrevista telefónica reciente con The Associated Press, la artista expresó la gran emoción que sintió al verse entre los nominados al codiciado gramófono al mejor artista nuevo junto a "jóvenes talentosos" a quienes sigue y admira. La lista incluye a sus compatriotas Aneeka, Julio César y Mariana Vega, el colombiano Juan Pablo Vega, el español Pablo López, el mexicano Caloncho y el dúo Periko & Jessi León.
Pero se sorprendió aún más cuando supo que su disco "Tiempo" figuraba al lado de trabajos de Andrea Bocelli, Café Quijano, Fonseca y Marco Antonio Solís.
"Con las nominaciones ya me siento ganadora. Pero evidentemente me encantaría que pudiésemos ganar en Latin Grammy de mejor álbum vocal pop tradicional porque este trabajo no es sólo mío, sino de todos los músicos que invirtieron su tiempo y su genialidad en este disco tan emotivo y tan importante para mí", dijo la cantante de 25 años, nacida en San Antonio de los Altos.
El álbum, que salió al mercado en noviembre de 2013 bajo el sello Guataca, es un homenaje con el que quiso despedirse de su país antes de emigrar a Nueva York para estudiar música.
"Es una compilación de todas mis experiencias y vivencias en mi país. Es una máquina del tiempo en donde se pueden escuchar las canciones desde que era una niña de 11 años, hasta mi última etapa en Venezuela", dijo la cantautora al recordar que estuvo trabajando en la producción del disco durante dos años, en los cuales tuvo que enfrentar toda clase de obstáculos que casi impiden que su sueño se hiciera realidad. "El disco tuvo un momento de crisis en el que pensamos que no iba a salir porque no teníamos presupuesto. Pero a última hora una productora independiente (Guataca) me ayudó a sacarlo adelante".
Briceño expresó que desea volver algún día a Venezuela con planes concretos para ayudar a su país.
"En el momento en el que regrese tengo planes que están involucrados con la política y aspectos que realmente nuestra sociedad venezolana necesita en este momento, como un liderazgo de relevo y de propuestas que permitan lograr las soluciones que tanto se necesitan", dijo sin entrar en detalles.
Por ahora, sin embargo, tiene previsto quedarse en Nueva York una vez termine sus estudios.
"Este es el tiempo de mostrarme como compositora. La trompeta siempre va a estar presente en mí y en lo que hago, pero quiero que mi música llegue a lugares en donde tenga un gran alcance y eso es a través de las letras", dijo la artista, quien espera que sus nominaciones al Latin Grammy ayuden a abrirle nuevos horizontes para seguir consolidándose como una de las promesas de la música latinoamericana.
