Estimated read time: 2-3 minutes
This archived news story is available only for your personal, non-commercial use. Information in the story may be outdated or superseded by additional information. Reading or replaying the story in its archived form does not constitute a republication of the story.
"Vamos compañero, ¿qué le hizo a ella?"
La policía estaba interrogando a un hombre "sonrojado" y "sin aliento" que había abierto la puerta de un piso en Wollstonecraft, un pequeño suburbio del puerto de Sydney, Australia.
Los sonidos en auge de un hombre gritando "¡Voy a matarte" y una "mujer gritando histéricamente" habían hecho eco a través del bloque de apartamentos, en algún momento antes de las 2:00 am del sábado 21 de noviembre. La conmoción perturbó a los vecinos, quienes se apresuraron para alertar a la policía local.
"¿Donde esta tu esposa?" -preguntó uno de los policías.
"No tengo una", respondió el dueño de casa, después de inhalar un poco de aire.
"¿Dónde está su novia?" el oficial continuó.
"No tengo una", dijo.
Insatisfecho, el mismo policía presionó: "Recibimos un informe de (posible violencia doméstica) y de una mujer gritando, ¿dónde está?"
"No sé lo que estás hablando. Yo vivo solo", el hombre protestó.
Los oficiales entonces le dijeron al hombre que los vecinos habían escuchado amenazas de muerte, gritos y el estruendo de los muebles que arrastrados en todo el apartamento.
"Era una araña", explicó tentativamente el hombre.
"Una muy grande".
Incrédulo, el policía le preguntó: "¿Qué pasa con la mujer gritando?"
"Sí lo siento era yo", dijo. "Realmente, realmente odio las arañas".
Una nueva teoría ha surgido - el hombre estaba de hecho solo en el apartamento, fue responsable de dos de los gritos "femeninos" y las amenazas de muerte. Ellas no estaban dirigidas a una mujer, pero un arácnido de ocho patas.
Consciente de que esto podría ser sólo una mentira audaz, la policía registró el apartamento destrozado. Sin embargo, se encontraron con una sola víctima, una araña "bastante grande".
Después de deliberar, los policías llegaron a la conclusión de que la perturbación fue de hecho causada por un hombre aracnofóbico persiguiendo salvajemente una araña alrededor de su casa, mientras que agarraba desesperadamente una lata de aerosol para insectos llamada Mortein.
Después de una pausa incómoda la risa irrumpió y produjo alivio, la policía se fue.
A la mañana siguiente, la fuerza local publicó una transcripción de la conversación extraña a su página de Facebook.
¿Quién dijo que la policía no tiene un sentido del humor?
