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LOS DIEZ - 2. Ídolos americanos: cuando una nación se enamora de sí misma

LOS DIEZ - 2. Ídolos americanos: cuando una nación se enamora de sí misma


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Nota del Editor: Este artículo es parte de "Los Díez hoy/The Ten Today", una serie que examina los Diez Mandamientos en la sociedad moderna. Esta historia explora el segundo mandamiento: "No harás ninguna imagen tallada de ti".Melissa Thurm comenzó un blog religioso en octubre para compartir sus pensamientos acerca de su fe. Pero cuando se dio cuenta de su creciente obsesión con la comprobación de las páginas vistas y los nuevos comentarios, Thurm se dio cuenta de que estaba golpeando su autoestima.

"Me sentía decepcionada si no recibía los comentarios que esperaba. Me di cuenta que estaba más interesada en convertirme en famosa, en vez de hacer lo que (Dios) quería que hiciera", comentó. Thurm, residente de Rexburg, Idaho, se describe a sí misma como una adicta a las redes sociales. Ella no puede vivir un día sin comprobar su cuenta de Facebook. No es la única.

Según una encuesta de Pew Research, el 72 por ciento de todos los usuarios adultos de Internet están conectados a algún tipo de redes sociales. En 2012, Pew informó que el 83 por ciento de los adultos entre las edades de 18 a 29 (catalogados como la generación del milenio) utilizan las redes sociales, y son el grupo de edad con más probabilidad que lo hagan.

Mientras que los investigadores dicen que las redes sociales tiene muchos usos positivos, como mantenerse en contacto con la familia, también hay un creciente malestar que sitios como Instagram, Twitter y Snapchat alimentan un sentimiento embriagador de narcisismo.

No hay quizás mejor manifestación de esto que el "selfie" o "autofoto": una imagen tomada de ti mismo (a menudo con amigos) que a continuación se publica en un sitio de redes sociales, con la esperanza de generar un "me gusta" y comentarios. La mayoría de los “Baby Boomers” nunca han tomado una autofoto (de hecho, según el Centro de Investigación Pew, solamente cerca de seis de cada diez boomers, y un tercio de la Generación Silenciosa, saben lo que es un "selfie"), pero los Milenios, despectivamente llamados "Generation Me/Generación Yo", han caído muy fuerte en esa moda: Más de la mitad han compartido un "selfie/autofoto".

La tendencia se ha convertido en un tópico tal que el Diccionario Oxford declaró "selfie" la palabra del año en 2013.

Hace miles de años, dos tablas de piedra llevaba el decreto "No harás ninguna imagen tallada de ti". Pero el mundo digital plantea una nueva pregunta: ¿Las redes sociales se han convertido en la imagen tallada de uno mismo, a través de actualizaciones de estado y filtros Instagram, adorados por una congregación de retuiteros y marcadores del +? ¿Las redes sociales han dado lugar a una nueva forma insidiosa de auto adoración?

Idolatría premiada

Para Thurm, publicar fotos es más fácil que nunca gracias a su iPhone, y ella admite que ha sido culpable de compartirlas en exceso en redes sociales. "Si piensas en algo inteligente y lo pones en Facebook, quiere ver cómo mucha gente piensa que era divertido. Si nadie lo comenta o le gusta mi post, yo soy como, "bien, ahora me siento como que todo el mundo me odia", señaló Thurm.

De acuerdo con un estudio psicológico reciente, la reacción de Thurm para compartir los redes sociales no es auto-obsesión, es sólo un comportamiento humano. Un estudio de Harvard en 2012 encontró que los seres humanos tienen un deseo intrínseco de revelar sus pensamientos a los demás. Los investigadores llevaron a cabo varios experimentos que apoyan su hipótesis: Debido al deseo natural de compartir información personal con los compañeros, la experiencia de hacerlo, la auto-revelación, es subjetivamente gratificante.

Los investigadores probaron el sistema "dopaminérgico mesolímbico" (la parte del cerebro que responde a las recompensas, tales como comida, dinero, humor o el sexo), y encontraron que reaccionaron con firmeza cuando hablaban de experiencias u opiniones personales en vez de discutirlo con otras personas. Experimentos adicionales encontraron que los participantes estaban incluso dispuestos a dar dinero para hablar de sí mismos.

Estos resultados indican que el deseo humano de compartir información personal o experiencias puede surgir del valor intrínseco que viene de la auto-revelación. Según el estudio, entre el 30 y el 40 por ciento de la comunicación hablada entre seres humanos se usa para informar a otros acerca de las experiencias subjetivas. En las redes sociales, el porcentaje aumenta hasta más de 80 por ciento.

Esto se debe a que, para la gente como Thurm, el resultado, la satisfacción inmediata, puede ser embriagador. "Es una verdadera adicción. Por eso estoy obsesionada con Facebook. Se obtiene la validación y retroalimentación al instante. Las personas son adictas a la gratificación instantánea", sentenció ella.

Selfies/autofotos descaradas

"Las redes sociales abren una puerta para la auto-adoración", dijo el psicólogo Jean Twenge, autor del libro "Generación Yo" y otros estudios psicológicos centrados en el narcisismo. Pero no todo es malo. "Eso es lo que es tan interesante sobre el narcisismo como un rasgo. Querer ser un líder, extrovertido, mostrarte y salir, son cosas buenas, hasta que no lo son", dijo Twenge.

Uno de las principales causas de narcisismo, se remonta a un cambio en los últimos años de los estilos de criar a los hijos. Los padres alaban a los niños sin cesar, incluso cuando la alabanza no es merecida, corriendo el riesgo de que los niños se desarrollen y piensen que el mundo gira alrededor de ellos, señaló Twenge.

Para el psicólogo, los programas "reality" (seudo realidad) televisivos es la manera más obvia de cómo los medios de comunicación han promovido una actitud narcisista. Esto es especialmente cierto en programas como “American Idol”, que le dicen a los niños que si se esfuerzan lo suficiente, ellos también podrán estar en el centro de la escena y celebrar que todo el mundo les preste atención a ellos. Otros espectáculos televisivos enfatizan la fama como el mayor logro de la vida. la segunda es en Internet, con las redes sociales y todas las formas que los usuarios pueden buscar para llamar la atención, y validarse por sí mismos en línea.

"Las personas que muestran un más alto narcisismo tienen más amigos en Facebook y más seguidores en Twitter. Cuando las personas usan Facebook o MySpace u otras redes sociales, incrementa su auto-exposición, comentó el autor de "Generación Yo".

Sin embargo, Twenge no está diciendo que todas las personas que utilicen estos servicios y redes selfies son siempre narcisista. Para probar nuestro nivel personal de narcisismo, sugiere el uso del Cuestionario de Personalidad Narcisista, que hace preguntas que determinan el nivel de comportamiento narcisista en las personas, como lo mucho que les gusta verse en el espejo, mostrando sus cuerpos, o manipular a la gente para conseguir lo que quieren, todos rasgos comunes a algunas de las más exitosas estrellas de programas de telerrealidad, como Gran Hermano o Sobreviviente.

Un cambio de perspectiva

Cuando se trata de adorarse a uno mismo sobre el Creador, no todos los expertos están de acuerdo en que el narcisismo, Internet, y los desvergonzados selfies/autofotos son los culpables.

Pamela Rutledge, psicóloga de Medios y directora del Centro de Investigación de Psicología de Medios en Boston, no se adhiere a la teoría de que Estados Unidos se está convirtiendo en una nación de narcisistas, porque hacer selfies/autofoto es, en cierto modo, lo que ella llama una experiencia muy liberadora.

"La primera razón de la gente para hacer selfies es porque pueden hacerlo. Es la primera vez que puede ser el fotógrafo y el sujeto, al mismo tiempo. Usted no tiene conciencia de sí mismo. Usted tiene el control", dijo Rutledge.

Un estudio realizado por Common Sense Media, " Redes y Medios de Comunicación Social, Vida Social: Cómo los adolescentes ven sus vidas digitales", tomó una muestra de jóvenes de 13 a 17 años de edad con un perfil en una red social, y se encontró que el 59 por ciento de los encuestados dijeron que les encanta publicar fotos de ellos mismos.

El treinta y cinco por ciento está preocupado porque sus amigos publiquen una foto fea de ellos, y el 22 por ciento dijeron que se sienten mal si no consiguen un montón de "me gusta" en sus fotos, según mostró el estudio. Mientras, el 17 por ciento indicó que han editado o retocado fotos de sí mismos antes de publicarlas.

Para Rutledge, las fotos, especialmente selfies, son más de un diario visual que una representación de sí mismo. "Las imágenes visuales son mucho más valiosas en comparación con sólo un texto. Imagínense la diferencia entre ver a alguien en la playa, se puede ver un poco de sol, la arena y las olas, y un texto de ellos diciendo: 'Yo estoy en la playa'. Se comunica de una manera mucho más enriquecedora, que hace a la gente más cercana. Es el nexo de unión entre nuestras relaciones".

Según el estudio de Common Sense Media, de los adolescentes encuestados, la mayoría dijo que las redes sociales tuvieron efectos positivos sobre ellos. Más de uno de cada cuatro adolescentes en las redes sociales comentaron que su uso de las redes sociales hace que se sientan más extrovertidos (28 por ciento) y menos tímidos (29 por ciento). Uno de cada cinco dijo que les ayudó a sentirse más seguros (20 por ciento), más comprensivo con los demás (19 por ciento), y más populares (19 por ciento).

Además, el 52 por ciento dijo que el uso de las redes sociales ha mejorado sus relaciones con los amigos; el 37 por ciento dijo que reforzó los lazos (no parentales) de la familia, y el 8 por ciento dijo que impulsó las relaciones con los padres. Después de todo, los adolescentes han estado encontrando maneras de pasar horas comunicándose durante décadas, dijo Rutledge.

"Los adolescentes éramos famosos por hablar por teléfono durante horas. Escribíamos cartas, nos sentamos alrededor de la fuente de agua, nos reuníamos en la tienda de la esquina, fabricamos cosas, nos citamos para actos sociales tras la iglesia. La gente va a comunicarse con todo lo que pueda, y van a hacerlo de la mejor manera posible para sentirse más conectado", dijo ella.

Encontrar el equilibrio

En estos días, Thurm sigue escribiendo en su blog acerca de su fe y su relación con Dios, pero hace seis meses, hizo algunos ajustes. Ya no comprueba cuántas personas están leyendo su blog, en cambio, trata de centrarse en su verdadero propósito para la creación del sitio.

"Ya no se trata de cuántas personas leen lo que escribo. Para mí, es más sobre el mensaje, y si las personas se relacionan con lo que estoy diciendo. Cuando llega un comentario de alguien diciendo que realmente le interesa algo que escribí, o que le ayudó de alguna manera, me siento como si fuera el logro de mi propósito", especificó Thurm. "No se trata de mí, y una vez que me di cuenta de eso, todo cambió". Email: emmiliewhitlock@gmail.com Twitter: emmiliewhitlock

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Emmilie Buchanan-Whitlock

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